Alan García llega dispuesto a frenar a Chávez

Alan García aspira a negociar tratados de libre comercio con los países vecinos, preservar las relaciones con Estados Unidos y fomentar los lazos con España, pero también planea ser el freno de Hugo Chávez.

El dirigente del Partido Aprista Peruano (PAP) retorna a la Presidencia con la determinación de sumarse a la llamada ''izquierda moderada'' que representan el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el argentino Néstor Kirchner y la chilena Michelle Bachelet, aunque también se acercó al colombiano Uribe.

Por contra, el socialdemócrata se ha desmarcado abiertamente de los postulados nacionalistas y antiimperialistas esgrimidos por el venezolano Chávez y el boliviano Evo Morales.

Esta postura le llevará a iniciar su gestión con un frente abierto de conflicto en el plano internacional tras los choques que protagonizó en los tres últimos meses con Chávez, quien lo acusó de ''arrodillarse'' ante Estados Unidos e incluso amenazó con romper las relaciones diplomáticas.

Para García, el venezolano intenta ''extender su populismo'' por Latinoamérica mediante el poder económico que le otorga el petróleo, por lo que muchos analistas creen que buscará ejercer un liderazgo que ponga freno a los postulados ``chavistas''.

En sentido estricto, las bases de su política exterior contemplan la preservación de la soberanía nacional, la inserción estratégica en Sudamérica a partir de la Comunidad Andina (CAN) y la búsqueda de tratados para incrementar las inversiones y las exportaciones.

En este último aspecto, García ha anunciado su intención de iniciar un mayor acercamiento con Chile, país al que espera ''emular y superar'' en el aspecto económico y comercial.

El líder aprista visitó Chile tras su elección, en los comicios del 4 de junio, y comunicó a la presidenta Bachelet su intención de impulsar un tratado de libre comercio bilateral con ese país.

También ha señalado que potenciará la Alianza Estratégica suscrita con Brasil durante la administración de su antecesor, Alejandro Toledo (2001-2006), con el objetivo de permitir el desarrollo del sur peruano y la explotación petrolífera.

Durante un encuentro que sostuvo con Lula en Brasilia, después de su triunfo electoral, el gobernante electo manifestó su intención de fortalecer los nexos con el Mercado Común del Sur (Mercosur), al que Perú pertenece como miembro asociado.

Reconoció a Brasil, además, como un país con una ''hegemonía positiva'' en Sudamérica y un ''aliado estratégico'', al que su Gobierno está dispuesto a abrirle las puertas para la inversión.

García ha ofrecido, por otra parte, una clara muestra de apoyo al fortalecimiento de las relaciones con Washington mediante el respaldo que dio su grupo parlamentario a la ratificación del acuerdo comercial suscrito en abril pasado.

Además, el jefe del Estado planea impulsar las negociaciones comerciales que iniciará a fines de este año la Comunidad Andina (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú) con la Unión Europea.

En este contexto, pone especial énfasis en los vínculos con España, país al que considera ''un excelente amigo y aliado'' y ''un referente democrático muy importante'', además de un puente hacia Europa y uno de los principales inversores extranjeros en Perú.

El dirigente del PAP, quien durante la campaña recibió el respaldo del gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE), considera que la ayuda proporcionada por el Ejecutivo de Madrid debe ser utilizada, fundamentalmente, ``para el mejoramiento tecnológico''.

Asimismo estrechará los lazos con Oriente, especialmente con China y Japón, debido a que en el 2008 será el anfitrión de la Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).

Alan García ha anunciado una agenda social que tendrá entre sus prioridades la búsqueda de la cooperación externa para la lucha contra la pobreza y el fortalecimiento de la vigencia del derecho internacional.

Con estos postulados espera proteger los intereses peruanos en el exterior, alcanzar la estabilidad política con los países vecinos para mantener estable el gasto en Defensa y fortalecer la integración económica, política, social y cultural en la región.