Joseph Stiglitz, sostiene que, tienen que cambiar las instituciones y los esquemas mentales. La ideología del libre mercado debe ser reemplazada por análisis basados en la ciencia económica, con una visión más equilibrada del papel del Estado, ha señalado el Premio Nobel de Economía.
Mercado y planificación democrática
Todos concuerdan, que hay un creciente reconocimiento a la necesidad de mantener en operación a los mercados. El aprismo no desconoce la institución del mercado. Siempre hemos explicado que debe cumplirse el desarrollo capitalista del Perú y que ello implica el reconocimiento de la institución del mercado como mecanismo de asignación de los recursos económicos. Sin embargo, los propios tratadistas de los países más avanzados, los think - tanks o grupos de estudio, reconocen que el mercado no es una institución perfecta y que tiene graves fallas, las mismas que se profundizan y agudizan en el caso de los países atrasados y subdesarrollados como el nuestro. Por ejemplo, una condición necesaria para el buen funcionamiento del mercado es la existencia de un gran número de competidores. Usualmente, los frutos positivos del mercado –que se pueden resumir en el logro de un quantum adecuado de producción, vendido al precio más bajo posible– no pueden obtenerse. La razón es sencilla: siendo el mercado peruano un mercado relativamente pequeño, nunca logra atraer a un número importante de competidores en las diversas áreas productivas. Además de ello, existen graves barreras para el ingreso de nuevos competidores. Una de las más importantes es el elevado monto de inversión necesaria para instalar una empresa en el sector moderno del país y la inexistencia de un verdadero mercado de capitales. Podríamos seguir con esta enunciación de las fallas del mercado y podríamos decir que los consumidores no tienen una perfecta información acerca de los datos relevantes del mercado.
Al no cumplirse las condiciones necesarias para el buen funcionamiento de un mercado competitivo, éste no puede rendir los frutos que sí puede rendir en una sociedad capitalista avanzada. Por ello es que afirmamos que respetando la institución del mercado, se hace necesario orientar a ese mercado, estimularlo en algunos casos, precisarlo en muchos, y controlar su funcionamiento para evitar abusos. Si se tratara de resumir nuestra posición al respecto, tendríamos que aceptar que el mercado es una institución imperfecta para la asignación de recursos económicos y que el Estado debe tratar de corregir esas imperfecciones y fallas. Por ello es que defendemos la necesidad del mercado planificado, es decir del mercado integrado en la planificación democrática.
Estado competitivo
Llevar adelante la planificación democrática y poner en práctica sus acuerdos, añadido a la existencia de imperfecciones y fallas del mercado, determinan la necesidad de un estado competitivo, que se distinga nítidamente de concepciones anteriores no muy preocupadas por la eficacia y la eficiencia. Los poderes democráticos, las organizaciones del estado en el nivel nacional, regional y local y la propia sociedad civil necesitan operar aceptando la concepción de un estado competitivo.
El calificativo competitivo ha de entenderse en distintos planos. Por ejemplo, en el campo de las actividades económicas, existen ámbitos en los que por falta de competencia o en los que por la necesidad de regular el mercado, el estado debe participar activamente, algunas veces en forma directa y otras en forma indirecta. Parece una paradoja, pero muchas veces para asegurar la competitividad del mercado se hace necesario que el estado participe en ese mercado. En el campo de las actividades sociales, la administración nacional, regional y local debe demostrar eficacia –entendida como el logro de objetivos– y eficiencia, entendida como una buena asignación de recursos. En cuanto a las actividades administrativas, requerimos un estado moderno que sea agente y no obstáculo para el desarrollo. Han pasado por igual las etapas del estado ineficaz como la del no-estado. La superación dialéctica de ambas concepciones nos invita a pensar en el establecimiento de un estado competitivo.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario