MAESTRO NO QUIEREN SER JALADOS???

Evalúenlos, ¡por Caridad!
Por: Augusto Alvarez Rodrich

La resistencia de los profesores a ser evaluados.

La negativa del Sutep a participar en la evaluación de profesores convocada por el Ministerio de Educación para dentro de una semana coloca al sindicato magisterial en una posición incómoda pues ellos, que se pasan la vida tomando exámenes, ahora se muestran reacios a que se mida su capacidad profesional.

Dicha evaluación constituye un paso necesario para contar con información elemental que permita, posteriormente, ofrecer una capacitación que redunde en una educación de mejor calidad para los alumnos.

Es cierto que se puede plantear varios reparos a la evaluación en camino, como el hecho de no ser parte de un proyecto integral de la educación peruana con una visión que precise hacia dónde se va, la cual todavía no se tiene.

Asimismo, es evidente que las bajas notas que previsiblemente obtendrán los maestros en la prueba no son responsabilidad exclusiva ni principalmente de ellos, sino de la tradicional falta de atención del Estado.

No obstante, ninguna de las observaciones expuestas por sus detractores tiene la fuerza suficiente para invalidar el examen previsto para el miércoles próximo.

En este sentido, el Ministerio de Educación ha garantizado que el examen no busca sancionar, trasladar o cesar a los docentes, y que el resultado individual será entregado personalmente a cada profesor evaluado, mientras que el agregado servirá como punto de partida con el fin de identificar la capacitación que se requiere para, finalmente, mejorar la educación que reciben los alumnos.

A pesar de ello, el Sutep ha anunciado, a través de su secretaria general, Caridad Montes, que los maestros no asistirán al examen. Con ello, el sindicato magisterial aparece con una posición retrógrada pues proyecta una baja cooperación con un proceso en el que ellos son -junto con los alumnos- actores principales.

Dicha actitud refuerza la sensación de que este sindicato es, antes que un factor para promover el cambio, un obstáculo central para la indispensable tarea de reformar la educación peruana.