SAN JOSE (AFP) - América Latina debe abrir su economía al comercio mundial y mejorar su competitividad en el conocimiento, sin descuidar los esfuerzos por reducir las desigualdades, dijeron el sábado líderes regionales y el ex presidente español Felipe González al clausurar un foro en Costa Rica.
"Estamos en un cambio de civilización y los que no entiendan esto se quedarán en un andén viendo pasar el tren de la Historia", afirmó el ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti, al dar por concluida la reunión del Círculo de Montevideo, que debatió sobre la estabilidad democrática y la apertura en Latinoamérica.
En el encuentro participaron también los presidentes Alvaro Uribe de Colombia y Oscar Arias de Costa Rica y los ex gobernantes Belisario Betancur (Colombia), Fernando Henrique Cardoso (Brasil) y Ricardo Lagos (Chile), así como el ex presidente del Gobierno español Felipe González, entre otras figuras políticas e intelectuales.
"El tema es cómo prepararnos mejor para ser ganadores en ese escenario (el de la globalización), porque no existe otro", señaló Sanguinetti, tras advertir que, actualmente, la competencia internacional es más por el control del conocimiento y de la información que de las materias primas.
"Es una economía distinta, no es por la mina de plata del Potosí, sino por encontrar los caminos del conocimiento", afirmó.
El ex presidente uruguayo hizo una velada crítica a las emergentes fuerzas de izquierda latinoamericanas, al señalar que el "mito revolucionario" ha resurgido en América Latina a pesar del fracaso de las revoluciones del siglo pasado, simbolizado por la caída del muro de Berlín.
Lo que sucede -dijo- "es que en América Latina hay muchos muros dentro de nosotros mismos" y volvemos a fundar mitos "cuando hay que entrar con los códigos del mundo globalizado".
Sanguinetti defendió los tratados de libre comercio "no como panaceas, sino como instrumentos" y se pronunció a favor de un Estado que, sin ser "todopoderoso", pueda regular la actividad privada e incluso competir en ciertas áreas con las reglas del mercado.
Por su parte, Felipe González señaló que uno de los grandes desafíos de América Latina es competir en una economía abierta, generando a la vez crecientes grados de cohesión social.
La región, dijo, tiene que generar suficientes ingresos para tener sociedades mucho más solidarias, y para ello debe competir más y mejor en el mercado mundial.
"Sin embargo, eso no se logra si vamos a competir con salarios más baratos, sino con creatividad, con inteligencia, con valor agregado", apuntó.
Durante el encuentro, los ex gobernantes latinoamericanos enfatizaron en la necesidad de fortalecer la educación en el subcontinente, como el único mecanismo efectivo para redistribuir los ingresos y atenuar las profundas desigualdades sociales que lo caracterizan.
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