:: Las Naciones Unidas, los jóvenes y la seguridad vial

Los accidentes viales son la segunda causa de muerte de los jóvenes en el mundo. De los 1.2 millones de personas que anualmente pierden la vida en accidentes de tránsito, la tercera parte son jóvenes y más del 90% de los accidentes mortales ocurren en países pobres.

Ante este grave problema mundial y bajo el lema: La seguridad vial no es accidental, los jóvenes delegados de más de cien países nos reunimos el 23 y 24 de abril, en el Palacio de las Naciones, Ginebra (Suiza), y participamos en la Asamblea de Jóvenes por la Seguridad Vial, promovida por las Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud. Ahí, redactamos y aprobamos la Declaración de los Jóvenes sobre Seguridad Vial.

Esta importante e histórica declaración tiene como objetivo crear conciencia entre los jóvenes sobre este preocupante tema y demostrar nuestra voluntad de enfrentar este problema instando a los titulares de diferentes instituciones del Estado a tomar medidas para prevenir los accidentes de tránsito. Así, se pide que los colegios, universidades, institutos, ministerios competentes, entre otros, tomen conocimiento de este documento, nos ayuden a difundirlo y a tomar conciencia al respecto.

La Declaración de Ginebra, entre sus principales acuerdos, contempla que nosotros, los jóvenes del mundo, respetamos la vida, por lo tanto, invocamos a la sociedad civil y sus representantes que asuman su responsabilidad al respecto y colaboren con nosotros. De igual forma, exhortamos a nuestros padres y tutores a crear un entorno seguro para nosotros; consideramos que en los centros de enseñanza debe incluirse el tema de la seguridad vial; y, apelamos a las autoridades locales y los dirigentes comunitarios para que creen comunidades seguras para todos.

Asimismo, pedimos a los gobiernos que reconozcan que los traumatismos causados por el tránsito son un problema importante de salud pública, por lo que deben priorizarse políticas para garantizar la seguridad y la calidad de la infraestructura vial. De igual manera, solicitamos a las organizaciones religiosas, deportivas y juveniles a que contribuyan a informar sobre el problema de los accidentes de tránsito y los principales factores de riesgo para las personas. Apelamos a la responsabilidad social de los empresarios para que desarrollen productos seguros y los comercialicen con responsabilidad, mientras que a los transportistas a que brinden mayores medidas de seguridad en sus vehículos, así como un comportamiento responsable de los conductores.

En cuanto a los medios de comunicación social, hacemos un llamado a los periodistas y directivos para que traten los accidentes viales como un problema global de salud y desarrollo que afecta a millones de personas cada año; y que informen con responsabilidad promoviendo la seguridad vial. Y llamamos a los personajes famosos del deporte, el cine, la música y el arte a tomar conciencia de su influencia en los jóvenes y promover la seguridad vial.

Como víctimas potenciales de accidentes de tránsito, alzamos la voz para reclamar nuestro derecho a viajar sin riesgo por las rutas del mundo, por lo tanto, debemos ser escuchados cuando se elaboren y apliquen iniciativas en materia de seguridad vial.

Finalmente, declaramos nuestro compromiso de luchar activamente para que se cumplan las demandas expresadas en esta Declaración y asegurar así que tenga efectos concretos.