Y no es que los problemas de la gente estén resueltos, ni que en algunos segmentos de la sociedad no haya descontento y malestar, no.
Lo que sucede es que hay un entendimiento general sobre lo que significa el crecimiento sostenido de nuestra economía y de cómo esto, comienza a sentirse primero, en la reducción efectiva de la pobreza y el incremento constante aún cuando todavía modesto, del empleo, al que se le suma la lucha sin cuartel contra la corrupción y los incentivos que el gobierno otorga para mejorar la calidad del sistema educativo.
Por eso es que no se entiende la visión apocalíptica del desencajado congresista Isaac Mekler, quien acaba de sostener nuevamente no sé si en broma ,que el gobierno “ha intentado privatizar la Reserva Natural del Candamo”, hecho por lo demás totalmente falso y que ha producido rectificaciones y desmentidos categóricos por parte de los voceros del gobierno, que ven en estas declaraciones, un intento desesperado del humalismo chavista por desprestigiar al propio presidente García.
Hay que desenmascarar las maniobras que por puro tufo antiaprista terminan conspirando contra la estabilidad y contra el uso de la violencia que como en el caso de Ocobamba ya cobra sus primeras víctimas en este remedo de “guerra subversiva”, que sería sólo rezagos de un tiempo superado, si no contara con el respaldo del narcotráfico que la alimenta con dólares que se traducen en armamento.
Por eso es que hay que mirar con cautela lo que pasa y hay que denunciar con énfasis a los tontos útiles que organizan paralizaciones sin justificación, en medio de una vulgar asonada política, que sólo le hace el juego al violentismo extremista.
Hay que entender que lo que está en juego para esta gente, son los réditos que brinda oponerse al régimen democrático por cualquier medio en aras del caos que les facilita las tareas de desestabilización interna y externa.
No es que queramos unanimidades genuflexas, pero es lamentable que se usen de recursos impropios para, sobre la base de mentiras, engañar a las masas y pretender movilizarlas en torno a “plataformas de lucha” llenas de mezquindad y obstruccionismo.
Sea el humalismo o quien fuere, aquí hay un partido sólido y un pueblo notificado de su responsabilidad en las tareas por construir la paz y el desarrollo al lado de su gobierno, un gobierno popular. Del otro lado, sólo encontramos la misma mezquindad –que felizmente no es general-, pero que olvida esa triste historia por la que algunos le cobraron al país, más de 25 mil muertes en manos del terrorismo, hace sólo unos pocos años.
Por eso es que hay que mirar con cautela lo que pasa y hay que denunciar con énfasis a los tontos útiles que organizan paralizaciones sin justificación, en medio de una vulgar asonada política, que sólo le hace el juego al violentismo extremista.
1 comentarios:
no seria necesário salir a las calles, pues todos saben que el actual gobierno es una farsa
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