Secretario General del P.A.P.
Hay que ser muy ingenuos para suponer que la “plataforma” que levanta la CGTP y sus organismos satelitales refleja realmente su deseo de que se aplique para el bien del Perú o de los gremios que representan. Lo digo porque escuché preguntar a un periodista de radio en el sentido de que “no había problema” de violencia alguna porque en la plataforma no había ninguna referencia a actos violentos o cosa que se le pareciera.
Lo cierto es que la plataforma es lo de menos. Se trata de un mero formulismo para salvar apariencias. El objetivo es otro. Se trata sencillamente de programar “jornadas de lucha” con el objetivo de acumular potencial movilizador, sumar fuerzas dispersas, adquirir experiencia y mejorar la capacidad de presionar al gobierno desde las calles, a efectos de ir minándolo y de esa manera propiciar, si pueden, su caída.
No nos engañemos, por favor. El objetivo de los comunistas no es reivindicativo. Les importa un rábano que se solucionen demandas a favor de los trabajadores. Al contrario. Necesitan siempre que existan los menos derechos posibles, la máxima explotación posible, el mayor descontento que se pueda, para de esa manera capitalizar fuerzas en su favor. “Qué bien están las cosas de lo mal que se están poniendo” era uno de los geniales consejos que Gramsci daba desde las prisiones a los comunistas italianos.
El objetivo es tumbarse el sistema democrático. Humala y sus segundones saben que la vía electoral en un país que crece, que tiene estabilidad, que genera confianza, que tiene reducción del desempleo, que descentraliza sus recursos, etc., resulta un imposible. Y como ha sucedido en Ecuador y en Bolivia, la idea es ir al paro nacional indefinido que lleve a la renuncia de los presidentes y al adelanto electoral tumultuario, hecho a la carrera y sin garantías sobre los escombros de una democracia destrozada.
Por eso es que el señor Evo Morales asume la desfachatez de inmiscuirse en el Perú y alienta el paro de la CGTP. Se atreve semejante impresentable a opinar sobre nuestra política interna porque sus quintacolumnistas de la CGTP que juegan al servilismo de presidentes extranjeros están ejecutando puntualmente el plan de desestabilizar al Perú para servir a los intereses de Bolivia y a la larga de Chile, con quien Bolivia ha hecho migas. Porque un país en crecimiento y con cifras sociales en avance no le conviene para nada a una Bolivia que no sólo se hunde cada vez más en la pobreza y el atraso, sino que está a punto de desintegrarse como país por la incapacidad de su propio presidente. Ni tampoco a un Chile estancado y a punto de arreglar con Bolivia su salida al mar a costa de confrontarlo con el Perú.
Ese es el triste papel de los quintacolumnistas que quieren un “paro”.
0 comentarios:
Publicar un comentario