He estado empeñado en la lectura de “Obras, lo dicho y lo escrito” de Alan García. Sus nueve tomos contienen diversas monografías publicadas o inéditas. Los ex presidentes del Perú no han sido muy adictos a escribir sobre sí mismos. Del siglo XIX solo son rescatables las memorias de José Rufino Echenique –hombre de fortuna–, que son fundamentalmente el afán de reivindicarse ante ataques calumniosos.
Los más famosos de ese siglo como Nicolás de Piérola, no lo hicieron, salvo eventuales panfletos. El siglo XX fue igualmente estéril. No existe ninguna autobiografía o trabajo de López de Romaña, Candamo, Serapio Calderón, Billinghurst tiene alegatos autodefensivos a raíz de su derrocamiento; Benavides de sus dos gobiernos autocráticos no escribió una sola palabra, ni podría; José Pardo y Barreda mudo delfín del civilismo.
El nefasto Sánchez Cerro un iletrado, cuyo gobierno fue conocido como el de la “zoocracia y el canibalismo”; Prado Ugarteche era solo un posseur; Bustamante y Rivero escribió un breve alegato unigénito y autodefensivo titulado “Tres años de lucha por la democracia en el Perú”, trabajo realmente estéril.
Los militaristas Odría, Velasco Alvarado, Morales Bermúdez –se perpetuaron en el poder pero no tuvieron pluma, Belaunde Terry inteligentísimo y gran orador, pero nulo para escribir. Así resulta que los extensos tomos autobiográficos de Alan García, deben recibir un cum laudem.
Demuestra que es por igual orador y escritor. Podemos apreciarlo en sus obras completas “El futuro diferente”, “El desarme financiero”, “La revolución regional”, “La inmensa mayoría”, “El nuevo totalitarismo”, “ La falsa modernidad”, “El mundo de Maquiavelo”, “La radio está más cerca de la gente”, “ La década infame”, “ Discursos, artículos y entrevistas (2001-2006)”.
También “Sierra exportadora”, “Mi gobierno hizo la regionalización”, “Calendario de obras (1985-1990), “Modernidad y política en el siglo XXI”, “La revolución constructiva del aprismo”, “Contra el temor económico”, “Pizarro, el rey de la baraja”, “ Noventa años de aprismo”, “ Pida la palabra”, “Confucio y la globalización”, “ Discursos, artículos y entrevistas (2006-2015), “La creación de la alianza del pacifico”, “Calendario de obras (2006-2011)”.
Por todos estos antecedentes fecundos de Alan García, resulta sarcástico pretender menguar la magnitud de su postulación. Va a serle a sus contrincantes una valla dificilísima de sortear. En una polémica Alan versus Keiko, la pobre chica terminará aplastada; peor aún el caso de un enfrentamiento con el balbuceante Kuczynski.
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