UN HITO. Los unionistas constituyeron con el brazo político del IRA el nuevo Gobierno en Irlanda del Norte. REUTERS
Protestantes y católicos pactaron gobernar juntos la provincia de Ulster, en el primer paso hacia la pacificación de la región.
BELFAST, Londres. - Irlanda del Norte se preparaba para iniciar hoy una nueva era con la conformación de un gobierno de unidad encabezado por los dos máximos líderes de protestantes y católicos, destinado a poner fin a décadas de violencia entre ambas comunidades.
El furibundo pastor protestante, Ian Paisley, y el símbolo del partido católico Sinn Fein y ex comandante del Ejército Republicano Irlandés, Martin McGuinness, se comprometieron a liderar un gobierno de 12 miembros.
Ahora, ambos líderes tendrán la responsabilidad de hacer a un lado la enemistad y el encono de años y cumplir así con un acuerdo alcanzado hace nueve años en el que protestantes y católicos pactaron gobernar juntos la provincia del Ulster.
Los primeros ministros británico e irlandés, Tony Blair y Bertie Ahern, viajaron hacia Belfast para celebrar el momento en que la Asamblea norirlandesa elija conjuntamente a Paisley y a McGuinness.
Tras la suspensión de la Asamblea en 2002, Londres tomó pleno control de la provincia y se inició un proceso de negociaciones que culminó en 2003 con la celebración de elecciones en las que los partidos de Paisley y McGuinness fueron los más votados, lo que hacía temer una vuelta a las confrontaciones del pasado.
Pero las perspectivas se mejoraron en 2005 cuando el IRA anunció que renunciaba a la violencia para independizar a Irlanda del Norte del Reino Unido.
Paisley sorprendió a todos al sentarse en una misma mesa con McGuinness el 26 de marzo pasado y anunciar que habían acordado formar un gobierno de unidad.
Buenos augurios
Los líderes políticos norirlandeses manifestaron su confianza en que el gobierno de unidad entre católicos republicanos y protestantes unionistas, traiga prosperidad y una paz duradera a la provincia.
La administración directa en Irlanda del Norte ejercida por el gobierno de Londres en los últimos cinco años finalizó oficialmente anoche.
Para el líder del partido católico Sinn Fein, Gerry Adams, la toma de posesión del nuevo gobierno marca “un hito en el camino hacia una Irlanda unida”.
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