Por: Wilson Castro Quiroz. Trujillo. Diario La Republica.
Confesión. Mantilla dice que la prensa ha construido una leyenda negra sobre él. En Trujillo, inauguró una clínica.
Mantilla está en Trujillo desde el jueves. Allí decidió romper su silencio y, en exclusiva para La República, habló de Alan García, del Apra, de Vladimiro Montesinos y del operador de la mafia Oscar López Meneses.
–Cada una de sus apariciones públicas coloca al gobierno de su ex partido en una situación muy incómoda...
–Muchos, evidentemente, quisieran que desaparezca. No sé por qué un ciudadano como yo no pueda participar en la vida política y social del país. Tengo, como todos, mis derechos. No le debo nada a nadie. Soy libre de elegir los sitios a donde voy y reunirme con los amigos que yo quiera.
–Sin embargo, hay la sensación de que usted quiere transmitir un mensaje. Y ese es: "¡Aquí estoy, por si acaso!".
–Esa es la interpretación de algunos periodistas que buscan hacer noticia. No pretendo influenciar sobre el partido y menos al gobierno. Pero soy un aprista de corazón, de espiritualidad, de cerebro, nada más.
–¿Usted sigue teniendo contacto con dirigentes apristas?
–Claro. Tengo una amistad desde hace más de 45 años con muchos líderes como Armando Villanueva, a quien visito, y con otros, con quienes comparto una taza de café. No estaré inscrito en el partido ni tengo vínculo, pero sigo siendo aprista. Me causó un gran dolor el tener que apartarme del partido tras ser expulsado. Acepté mi responsabilidad.
–El secretario del Apra Mauricio Mulder cuestiona sus apariciones. Dice que generan inestabilidad en el ambiente político.
–No tengo ningún problema con Mulder. Hemos tenido una excelente amistad. Él (Mulder) a veces utiliza adjetivos innecesarios contra mí, pero entiendo que es su estilo político, pero es un buen compañero...
–Pero lo cuestiona
–Él emite su opinión, no puedo manejarlo.
–¿Quiere volver al Apra?
–Me gustaría. Pero no depende de mí. Soy un aprista sin carné, dispuesto a aceptar cualquier responsabilidad en el partido o gobierno.
–¿Qué hacía reunido con Javier Ríos Castillo, candidato al TC, y Oscar López Meneses, el brazo derecho de Montesinos?
–Nada malo. En esa reunión no estábamos armando un complot como se dijo.
–Allí estaba un candidato al TC que fue electo. Luego lo desembarcaron por esa reunión en el restaurante Fiesta.
–¿Qué tiene eso de malo? Bajo esa premisa, desde un mes antes a la elección todos los candidatos al TC deberían haberse escondido en sus casas.
–Disculpe, pero dejó lógicas suspicacias...
–Fue un hecho inusitado, interpretado con maldad por algunos medios, con la única finalidad de hacer escándalo. No hay nadie que prohíba que alguien se reúna conmigo. No es ningún delito, como dicen algunos. Yo fui invitado a ese almuerzo por Oscar López y fui con mi hermano. Allí, en la salita, aparecieron dos oficiales del Ejército a los cuales no conocía y me fueron presentados. Posteriormente llegó el señor Ríos, a quien había visto en una reunión un par de meses antes. No tengo la posibilidad de elegir a miembros del TC ni manipular a 120 congresistas, menos tengo injerencia en el gobierno. ¿Qué temor puedo generar yo?
–No fue pactada entonces...
–Oiga, y así hubiera sido programada, ¿qué habría de malo en ella? Fue fortuita, es cierto. Pero, ¿acaso no puedo reunirme con mis compatriotas o amigos? ¿Acaso soy un leproso? ¿Qué debo hacer? ¿Ocultarme en un convento?
–¿Usted es amigo de Oscar López Meneses?
–Claro. Nos conocimos en el penal San Jorge. Tres años hemos estado juntos.
–En un audio, López Meneses le señala a un militar que sus estrechos vínculos con usted le permitirían a él estar bien ubicado en el gobierno aprista...
–No he escuchado los audios, pero se trata de una jactancia de Oscar. Él vive de sus relaciones políticas. Se jacta de su proximidad conmigo. Lo ha hecho igual con Mercedes Cabanillas. Oscar tiene un audio con Luis Gonzales Posada, pero no significa nada. Es su versión.
–López Meneses ha sido el brazo derecho de Montesinos...
–Quizás. Pero no creo que ahora López Meneses tenga alguna relación con Montesinos. Él vive su vida, lejos de esos temas.
NO HAY ALIANZA
–¿Cómo ve al partido desde afuera? Se habla de una alianza entre el Apra y el fujimorismo.
–No creo que exista tal coalición. Lo que existen son coincidencias en temas que favorecen a la gobernabilidad del país. En la medida en que ellos (los fujimoristas) no exijan nada, ese acercamiento está bien.
–¿Cree que Alan García hará un buen gobierno y no repetirá los errores que cometió en su primera gestión?
–Creo que sí. Él va a ir dando los golpes de timón necesarios de acuerdo con las inclemencias del tiempo y con las necesidades de navegación de este barco que se llama Perú. Hay grupos que quieren el fracaso del gobierno aprista, pero su maldad no lo logrará.
–¿Su corazón es aprista aún?
–Yo conocí a la generación fundadora del Apra, traté con ellos, algo que no han podido hacer otros que se han encaramado y de repente son los que me atacan.
–¿A quién se refiere Ud.?
–A quienes me atacan.
–¿Del propio Apra?
–No sé si son del mismo partido, pero utilizan medios de comunicación o los medios los usan a ellos para atacarme y perseguirme.
–¿Le pedirá a Alan retornar al partido?
–No, no lo pienso hacer.
–Si lo llaman al gobierno, ¿a dónde le gustaría ir?
–Me gustaría regresar al Ministerio del Interior.
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