El partido aprista convocó un homenaje a la vera del pasaje Los Huérfanos, a la altura de la mitad de la cuadra 7 del jirón azángaro en el centro de la capital. Al dar el mediodía, militantes y dirigentes de las diferentes bases del cercado comenzaron a llegar simultáneamente a un sin número de ofrendas florales que casi impedían ver la sencilla placa colocada por la Federación de Estudiantes del Perú y que recuerda la inmolación de un estudiante de letras sanmarquino y la de un obrero tranviario en esa misma calle un 23 de mayo de 1923.Activistas de la Secretaría Nacional de Organización con Wilbert Bendezú a la cabeza de su equipo, daban los últimos detalles del evento y se anunciaba la presencia del secretario general del PAP y congresista Mauricio Mulder, quien sería el orador de fondo en este homenaje que recuerda a Salomón Ponce y Manuel Alarcón Vidalón asesinados cuando se movilizaban en contra de las maniobras políticas de Augusto B. Leguía, quien pretendía quedarse ilegal e ilegítimamente en el poder, haciéndose reelegir.
Una nutrida muchedumbre compuesta por jóvenes y trabajadores dieron el marco de este evento que sólo se interrumpió cuando llegó una importante delegación de trabajadores en nombre de la gloriosa CTP (Confederación de Trabajadores del Perú).
HAYA DE LA TORRE EL GRAN PRESENTE
Hicieron uso de la palabra dirigentes juveniles del PAP y de las bases distritales del Cercado de Lima, entre ellos Dióscora Díaz y César Trelles quienes incidieron en la importancia de los sucesos del 23 de mayo en su formación ideológica, así como en la necesidad de participar más activamente en el gobierno ratificando su compromiso con el aprismo y al presidente Alan García para construir la justicia social y cumplir con el legado de Haya de la Torre.
Pero éste, que parecía sólo un acto estrictamente partidario congregó a ciudadanos que participaron del evento con entusiasmo. El secretario general de la CTP, c. Elías Grijalva saludó la convocatoria hecha por Mauricio Mulder en nombre del aprismo y ante el grito de: “JUNTOS COMO ANTES OBREROS Y ESTUDIANTES”, señaló que “es una sola la ruta común la que nos toca transitar c. secretario general, la de los espacios y la tolerancia signada por una voluntad común de entendimiento que el propio presidente García pone en práctica en el país y que los trabajadores hacemos nuestra”, sostuvo el dirigente de la CTP.
A su turno, Mauricio Mulder formuló un análisis de la coyuntura, de la crisis por la que atraviesa la derecha peruana y de los intentos de ésta por desestabilizar al gobierno aprista y dividir al viejo partido de Haya de la Torre para que el gobierno pierda su sustento social. “Ya quisiera la derecha darse el lujo de dividirnos”, sostuvo en tono enérgico al mismo tiempo que resaltó el rol de la clase trabajadora en la construcción de un nuevo tipo de Estado. Dijo, que “estamos efectivamente juntos en la tarea de hacer crecer al país, pero también, de defendernos de los embates y para darle dignidad al trabajo, que es por lo que entregaron su vida los hombres que hoy homenajeamos, por eso es que somos solidarios con el justo reclamo de la trabajadores, por lo que insistiremos en la publicación de la cuarta lista de los trabajadores despedidos injustamente por Fujimori, la defensa de la jornada laboral, la negociación colectiva, contra el abuso de las services y la intermediación laboral y todo aquello que ha sido y es propuesta del aprismo”.
“NO HAY VICTORIA SIN LUCHAS”
Mulder insistió que este gobierno, que es el gobierno del APRA, recoge el mensaje de Haya de la Torre y de los trabajadores. Pero, “NO HAY VICTORIA SIN LUCHAS, sostuvo, al mismo tiempo que en medio de una multitud entusiasta reclamó “entendimiento y “sentido común” para conquistar las posiciones que se formulan. “Estoy al lado vuestro” y de quienes sientan al APRA como un instrumento para dialogar y resolver de buena fe los problemas, porque hay que acompañar con honestidad al presidente García en la enorme tarea de hacer realidad el viejo sueño aprista del bienestar para todos”.
Sin duda un mensaje que dará que hablar, pero a la vez fue un discurso de apertura que recoge la voz de los trabajadores y la juventud a la que Mulder les pidió fortalecer la unidad y organizarse.
Por la tarde, en el mismo escenario, la Secretaría de Sindicatos y el Comando Universitario Aprista encabezados por Luis Cáceres Cervantes y Carlos Zevallos Tello, respectivamente, produjeron una segunda ceremonia de homenaje a estos mártires del movimiento popular que contó con la presencia de Armando Villanueva, legendario líder del aprismo y vital y polémico protagonista de la historia de nuestros días.
En su emotiva intervención y con sus más de 90 años, Villanueva del Campo llamó la atención sobre el significado del evento y la importancia que se recuerde a quienes entregaron sus vidas por las causas en las que creen. Pidió paciencia a quienes creen que los cambios sociales pueden producrise rápidamente. Esas impaciencias, sostuvo, “hay que controlarlas” en tanto mirando a los ojos a Mulder, parecía expresar su satisfacción por una convocatoria que le permitió reencontrarse con las masas y con el pueblo que le son tan afectas.
Los presentes corearon insistentemente el nombre de “Armando, Armando”, como si tras esas frases, lanzaran un mensaje de lealtad y consecuencia. Mulder, al hacer nuevamente uso de la palabra, agradeció la presencia de Villanueva y resaltó los valores que han permitido que “no durante 20 años, sino durante 84 años haya mantenido una lealtad sin concesiones, ni vacilaciones”.
Al acorde de las notas de la CHAP (Chicos Apristas Peruanos), los asistentes recorrieron luego las principales arterias del centro de Lima y, en medio de cánticos y lemas, llegaron hasta la “Casa del Pueblo”, en la avenida Alfonso Ugarte, donde la CHAP preparó un evento musical-cultural en recuerdo y homenaje a los luctuosos sucesos protagonizados el año 23, por un dictador que pretendió perpetuarse en el poder.
Por otro lado, Mulder tuvo expresiones enérgicas al comentar las declaraciones del vicepresidente del PPC, Raúl Castro, quien acusó al Apra de “fascistoide”, exigiéndole que se retracte de lo que considera “es un insulto protervo, procaz e indigno”. (L. de la H)
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