Por: MARÍA JULIA LUNA DE CIUDAD
Es justo recordar a esta gran mujer, al decir del autor de Siete Ensayos de la Realidad Peruana, considerada como la primera poetisa que surge en el Perú. Luchadora social que con su mística contagió el espíritu de miles de mujeres peruanas para que abrazaran la doctrina de transformación social enarbolada por Haya de la Torre, quiso la reivindicación para el pueblo peruano sin problemas de género y por cuyo ideal luchó sin tregua hasta su muerte. A su debido tiempo la calificamos públicamente, Jardinera Política, porque sembró y cultivó a la mujer peruana en ese huerto jardín que es la política.
Magda Portal, para el Perú, tiene el significado de una revolución. Ella fue una rebelde con causa legítima, ansió la dignificación de la mujer, especialmente de la peruana, y puso todo su empeño en ello, su vida fue lucha por la dignificación del pueblo peruano en lo que necesariamente está incluida la mujer. No ambicionó dinero, figuración, pergaminos, altos cargos estatales; nos consta que renunció más de una vez a ello, no los aceptó cuando se los ofrecieron, su empeño fue luchar por la emancipación económica, alcanzando la justicia social.
Tuvimos la gran suerte de conocerla, trabajar con ella en la Primera Convención Nacional de Mujeres, realizada en Lima en 1946. Su poder de convocatoria era enorme, asistieron a dicho evento más de cinco mil delegadas, representando a todos los sectores femeninos: estudiantes, trabajadoras, artistas, artesanas, profesionales, madres de familia, católicas, evangelistas, diplomáticas, escritoras, poetisas, también la señora Jesús de Bustamante y Rivero, primera dama del Perú. Por primera vez Lima vio, desfilar por su cuadrilátero, a la mujer peruana que sin arrebatos, reclamaba el derecho a ser ciudadana. En este evento, las universitarias liberteñas planteamos la realidad política de nuestra Patria; veíamos, constatábamos que la Democracia estaba coja en el Perú, no podía caminar porque la mujer, conformando el cincuenta por ciento de la población, no tenía derecho de ciudadana.
Magda, al igual que otras mujeres, había comenzado la lucha por el voto, pero en este evento se acordó hacerlo sin tregua, organizadas solicitarlo al Parlamento. Se obtuvo el voto municipal, luego vino la tarea de obtener el derecho de ciudadanas para poder elegir, ser elegidas y acceder al desempeño de cualquier cargo público.
Muchas mujeres han intervenido en esta conquista, pero hay que reconocer que fue Magda Portal la pionera, la que abrió la trocha para recorrer el camino; aún falta asfaltar la vía para llegar a una auténtica democracia como fue el sueño de esta gran mujer, y hacer el despegue que el Perú nos demanda.
Magda Portal, nacida en Barranco en junio de 1900, es hija del siglo XX. Soñadora, desprendida, solidaria, amplia, abierta como el mar que la vio nacer. Renovadora como las olas, tuvo que luchar contra todos los prejuicios, limpiando el camino a costa de muchas vicisitudes, renuncias y sacrificios. Sufrió cárcel, destierro, pobreza que supo llevar con decencia y valentía, portando el estandarte de la libertad y el lema de Justicia Social para hombres y mujeres, privilegiando dentro de ella a los niños.
Hermosa, inteligente, sensible, franca, culta, sencilla, modesta, grande y generosa en la entrega del ideal, defensora del pueblo y en especial de la mujer campesina, de la madre soltera, del niño abandonado. Conoció el Perú como pocos políticos; llegó a los pueblos más apartados llevando el mensaje reivindicador, pidiendo justicia para hombres y mujeres del agro porque, como hasta hoy, ambos son víctimas de la injusticia, de la explotación que los sumerge en la miseria de la ignorancia, de la que capitalistas y politiqueros sacan provecho.
Magda Portal, es una mujer polifacética, estudiarla es algo complejo pero fascinante. En sus diversas aristas: de escritora, poetisa, periodista, luchadora social, revolucionaria, madre, mujer renovadora de un orden social preñado de prejuicios, los que rompe como nueva paria, no acepta el soborno ni la adulación, y con terquedad indomable lucha a favor de los explotados, en especial de la mujer peruana tan relegada.
Mucha es su producción intelectual, su pluma y su verbo fueron las armas que esgrimió para atacar a la burguesía insensible y a la dictadura abusiva con la que se enfrentó abiertamente, su desafío le valió los sufrimientos que hemos anotado. Desterrada a países extraños, tuvo que trabajar duro para poder vivir, publicando muchas obras como: Ánima Absorta, El Derecho de Matar, Costa Sur, Hacia la Mujer Nueva, Flora Tristán, Una Esperanza y el Mar, América Latina frente al Imperialismo, El Nuevo Poema y su Orientación hacia una Estética Económica, La Trampa, Quiénes traicionaron al Pueblo, entre otras.
Como poetisa, pone en sus versos la sinceridad del alma, están llenos de realismo, del fuego de su pasión, de dolor y tristeza, de anhelos. No sólo es la poetisa romántica, es la poeta fuerte y rebelde, capta la dura realidad de lo que la rodea, aprecia la belleza de los elementos de la naturaleza, siente el dolor ajeno y solidariamente lo hace suyo.
Apreciemos a Magda a través de algunos trozos de sus versos:
LUCHEMOS compañeros,/ porque mañana esos hijos nuestros/ no nos maldigan./ O tal vez lloren sobre nuestro recuerdo/ porque no supimos conquistar su derecho a la vida/
LA ROSA empieza su nocturna ronda/ de suavidades y fragancia,/ por encima del mundo el sol orea/ los relieves azules de las casas./ En la mística hora del crepúsculo/ es cuando vierte el corazón su lágrima/ y abre la rosa la corola púrpura/ mientras se cierran todas las ventanas/.
NUNCA he mirado para atrás, he sido leal a mí/ sin hacerme traición,/ unas veces soy flor y otras espina,/ la espina es la defensa de la flor./ Ahora estoy aquí, frente a la vida y sola,/ nada me puede ya turbar,/ deslumbrante paisaje, ritmo de ola,/ y camino, y camino, y no llegar./
UN SECRETO pavor me turba, pero cómo quisiera/ poder decirle a alguien esta muerte anticipada,/ decirle, mas no huirle, camino andado y desandado,/ pregunta sin respuesta, mirada desolada. Y así, limpia de trabas, de ataduras y lastres/ ascender liberada como un sueño sin ensueño,/ noche de alas plegadas, alumbrando los astros/ mi hora de destierro.
AMOR de los pies ligeros,/ de vida breve como flor,/ todos somos viajeros/ en el camino del amor.
AMPLÍAME oh Dios, los horizontes,/ alúmbrame los mares y los vientos,/ estoy hundida aquí como entre muros,/ de oscuridad y de silencio. Desnuda fui, desnuda soy de todo,/ y cuanto más desnuda más sin pena,/ que me baste saber que soy la que ama,/ la que ama y nada espera./
UN DÍA SERÉ LIBRE aún más libre que el viento./ Será claro mi canto de audaz liberación./ Un día seré libre con los brazos abiertos./ La sonrisa en los labios/ sin parpadeos miraré al sol./
MAR del amor perfecto, no permitas/ que los hombres me humillen cuando muera, haciéndome dormir el sueño último/ apretada en la tierra./ Reclámame cual tuya/ y envuélveme en tu amor libre de trabas,/ disuélveme en tus aguas/ reintegrándome a ti sin aspavientos/ para siempre distante de la tierra./...
Esta es Magda Portal, vista por una admiradora que comete la irreverencia de auscultar sus versos en su ignorancia, pero con la gratitud de mujer del pueblo peruano y, así, veo a la poetisa sensible, solidaria, portadora siempre de su supremo ideal: la Libertad.
Magda, con los brazos abiertos en cruz, símbolo enhiesto de la lucha por la liberación, se extiende, se levanta, se clava para que muchas, amorosamente, sigan un camino igual sin treguas, con más fuerza pero con menos dolor. Magda de ayer, serás de hoy y siempre una mujer inolvidable. Tu ideal fue tu cruz, abrazada en ella te fuiste a ese tálamo ex profeso verde azul, el mar, tu mar. Estoy segura que partiste, con la sonrisa en tu alma y guardado en el pecho tu canto, y con los ojos de tu espíritu mirando al sol. En solemne silencio, los hombres y mujeres que tú ayudaste a liberar, surcaron las olas y depositaron en las aguas del mar tus cenizas, el mar mece tu último sueño. Yo sé que retornarás liberada de todo lo superfluo, de la inútil vanidad, del deseo, el miedo, el odio y la decepción.
"Reintegrada, limpia de trabas", despertarás de tu sueño, ascendiendo a los astros, cogiendo las estrellas y con tu voz modulada nos repetirás: Compañeras, alcanzamos la libertad, la justicia, vivamos en paz.
1 comentarios:
Quisiera tener contacto con la autora del artículo. Víctor Raúl Huamán: aula_magna@yahoo.com
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