Las relaciones entre Washington y La Paz entraron hoy en una nueva fase de tensión después de que los gobiernos de Bolivia y Estados Unidos decidieran declarar "persona non grata" a sus respectivos embajadores y expulsarlos del país. EEUU respondió hoy con igual dureza y en menos de 24 horas a la decisión del presidente boliviano, Evo Morales, de expulsar del país al embajador estadounidense, Philip Goldberg.
Washington anunció hoy por la tarde que ha declarado al embajador boliviano ante la Casa Blanca, Gustavo Guzmán, "persona non grata". "En respuesta a una acción injustificable y en concordancia con la Convención de Viena, hemos informado oficialmente al gobierno de Bolivia de nuestra decisión de declarar al embajador Gustavo Guzmán persona non grata", señaló en un comunicado el portavoz del Departamento de Estado, Sean McCormack.
Guzmán fue informado hoy personalmente en el Departamento de Estado de la decisión del gobierno estadounidense, dijo a Efe una fuente del Departamento de Estado.
La decisión del Gobierno estadounidense se ha producido después de que Washington asegurara esta mañana que revisaba "todos los aspectos" de sus relaciones con Bolivia a raíz de la expulsión de Goldberg.
Goldberg fue acusado por Morales de instigar las protestas violentas contra su gobierno en varias regiones del país controladas por opositores.
McCormack calificó esta mañana la decisión de Morales de "un grave error que ha dañado seriamente la relación bilateral", y rechazó las acusaciones vertidas contra Goldberg, al afirmar que "no tienen fundamento".
Estados Unidos es el principal mercado para las exportaciones bolivianas y es también el principal proveedor de ayuda para la lucha contra el narcotráfico.
Además, Bolivia se beneficia del programa de preferencias arancelarias andinas, en vigor desde 1991 y que vencen en diciembre próximo.
Estados Unidos decide expulsar al embajador boliviano en el país en respuesta a la decisión de Evo Morales
El embajador estadounidense en La Paz recibió la noticia de su expulsión durante una reunión con el canciller boliviano, David Choquehuanca, quien le pidió que abandonara el país "urgentemente". Cuando saltó en Washington la noticia, el subsecretario de Estado para Latinoamérica, Tom Shannon, participaba en una conferencia de la Corporación Andina de Fomento (CAF). Al ser informado en medio de la conferencia de la decisión de Morales, Shannon abandonó la sala con urgencia.
En una primera reacción, Shannon calificó en declaraciones de "lamentable" y de "gran error" la expulsión de su embajador de Bolivia, y elogió su labor al asegurar que siempre ha sido un "diplomático con un comportamiento impecable".
La declaración de persona non grata de los dos embajadores es el último episodio de una cadena de roces e incidentes diplomáticos que han caracterizado las relaciones entre Bolivia y Estados Unidos desde que el mandatario aimara llegara a la presidencia del país andino.
Morales, que se define como antiimperialista, ha acusado en numerosas ocasiones a la Embajada de Estados Unidos y a Goldberg de conspirar contra su gobierno y de apoyar y financiar a sus opositores.
Hace menos de tres meses, Washington llamó a consultas a Goldberg tras una violenta manifestación contra su embajada en La Paz, donde sectores afines a Morales protestaban por la decisión de Estados Unidos de conceder asilo político a un ex ministro boliviano acusado de genocidio.
La tensión creció pocos días después cuando la agencia de cooperación USAID abandonó la zona del Chapare ante la amenaza de expulsión por parte de sindicatos cocaleros.
Entre los últimos incidentes destaca la llamada de atención que el canciller de Bolivia, David Choquehuanca, hizo al embajador por reunirse a finales de agosto con el prefecto (gobernador) de Santa Cruz, el opositor Rubén Costas.
Los dirigentes de los departamentos -Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y Chuquisaca- reclaman autogobierno para sus territorios y se oponen frontalmente a la nueva Constitución con la que Morales quiere refundar Bolivia.
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