A Veinticinco años del Caracazo, la población de Guarenas (Estado Miranda) sirvió de catalizador a una protesta en distintas parroquias pobres de Caracas, que alzaron su voz ante la debacle económica producto de la mala gestión del ex presidente venezolano Jaime Lusinchi, que no supo ni pudo parar la espiral inflacionaria que ahogo por varios años a toda la población venezolana.
RECADI (hoy CADIVI y Órgano Superior para el control Cambiario) unido a un control de precios férreo implementado por ex presidente Lusinchi, produjeron una devaluación de la moneda, inflación, mercado negro de divisas, corrupción administrativa, desinversión privada, generando una escasez gradual que insto a que el recién electo ex presidente Carlos Andrés Pérez, tratara de implementar medidas económicas poco populistas para alivianar la inflación y escasez de entonces que seguía ahogando a la población venezolana.
Una de esas medidas económicas fue aumentar la gasolina, lo cual desencadeno una serie de sucesos que hoy todos conocemos como el “CARACAZO”, cuyos protagonistas fueron un pequeño grupo de personas quizás miles pero no millones, aunque acompañados por el sentimiento mayoritario de la población, en el que saliendo a la calle protagonizaron saqueos principalmente de alimentos, siendo reprimidos salvajemente y en otros casos asesinados por la Guardia Nacional y el Ejercito venezolano.
Todo esa maraña de malas decisiones políticas, unido con otros elementos de corrupción trajo como consecuencia, y en un breve tiempo la destitución del Presidente de la República Carlos Andrés Perez.
Haciendo un paralelismo con lo que actualmente se vive en Venezuela, el escenario en el cual vivimos parece una copia calcada de la situación social, política y económica vivida por venezolanos en el año 1989 fecha del Caracazo.
Hoy en día, el gobierno que preside Nicolás Maduro no ha sido capaz de frenar la inflación, por el contrario, la auspiciado devaluando la moneda a niveles inimaginables a través del órgano superior para el control cambiario, ha contribuido con la desinversión privada implementando una Ley de Precios Justos que atenta contra la libertad económica, persiste en manejar la economía a través de un órgano de control de cambio que en el pasado reciente trajo corrupción y una salida capitales que por sí solas alimentarían por años a cualquier isla del Caribe, en suma dichas políticas económicas están causando una escasez gradual de productos de primera necesidad, detonante de la protesta nacional que hoy vivimos en toda Venezuela pero principalmente en el Estado Táchira.
La formula explosiva esta allí, los elementos que produjeron en el pasado una explosión social están allí. Tenemos a un pueblo acorralado por este gobierno en lo social (tratando de implementar a través de la Ley de la Comuna abiertamente inconstitucional una economía en el cual los bienes de producción sean colectivosl) en lo político (una discriminación a más de la mitad de la población por pensar distinto), en lo económico (inflación, desempleo, escasez, hambre.)
Ante todos estos elementos me pregunto: ¿Que sucedería sí en el Estado Táchira bastión de lucha de la resistencia venezolana, la población perteneciente a la clase profesional, y junto con los estudiantes se unieran masivamente en una gran manifestación, para reclamar lo que es justo –alimentos-? ¿Que sucedería si la población desesperada saquera establecimientos de comida?
Hoy la lucha en el Táchira como en el resto del País la presiden estudiantes con guáramo y valentía, mañana ante una inminente escasez total de alimentos la protagonizaran las amas de casa, ancianos, niños etc. ¿Que hará la Guardia Nacional? ¿Masacrara a toda la población ? De verdad no lo creo, la lección esta aprendida, se voltearan y le exigirán a este gobierno la renuncia inmediata por no garantizar la Paz. Se los aseguro.
AV.
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