viernes, septiembre 26, 2014
LA IMPORTANCIA DE UN EX MADATARIO PERUANO EN CHINA…
Por Néstor A. Scamarone M.
El ex mandatario Alan García Pérez lanzó en China, su libro "Confucio y la globalización" Comprender China y crecer con ella. En el último escrito de García se explican la importancia de China en la comunidad mundial, el desarrollo de su economía y de las influencias de su cultura tradicional para el desarrollo económico.
Según las propias palabras del autor, el libro está dedicado a los 100 mil ciudadanos chinos que llegaron con sus sueños juveniles al Perú del siglo XIX.
Alan García explica sobre el aporte milenario de la cultura china y cómo se ha ido adaptando a los retos globales en diferentes épocas. Así, explica los procesos que permitieron el surgimiento y la creciente gravitación de China como actor productivo social en el planeta bajo la conducción de Deng Xiaoping y por la milenaria revolución confuciana.
"Confucio y la globalización" explora el pasado, presente y posible futuro del cinco veces milenario país asiático y sin duda, esta pieza literaria se convertirá en puente más en la construcción del entendimiento mutuo entre China y los países occidentales.
El expresidente peruano, Alan García, presentó la tarde del miércoles en Beijing la traducción al idioma chino de su libro "Confucio y la globalización". Su obra fue publicada por la Editorial del Pueblo y a lo largo de sus páginas, busca explicar la importancia de China en la comunidad internacional, el desarrollo de su economía y la influencia de su cultura. En la presentación, García señaló que su libro es fruto de una larga investigación, la cual dio inicio en 1983 cuando conoció por primera vez al dirigente chino, Deng Xiaoping.
El líder del Partido Aprista se presentó en el Gran Palacio del Pueblo, sede del Parlamento chino, que congregó a más de mil dirigentes políticos y docentes. Según el autor de "Confucio y la Globalización", la característica única de este libro es que hace un esfuerzo por comparar los elementos básicos de dos civilizaciones con el propósito expreso de "comprender a China para aprovechar su enorme gravitación". El ex embajador chino en Guyana y traductor de la obra, Shen Qing, también comentó sobre la peculiaridad de este libro. “Acepté el desafío de traducir esta obra porque me provocó curiosidad que un occidental escribiera sobre Confucio. Este libro tiene una característica notable: usa conceptos occidentales para explicar el Confucianismo”, refiere el traductor. La versión en chino reemplazó a “Confucio” por “Confucianismo” en el título inglés-chino, por ser el término más apropiado.
Ante el público, García afirmó que este era uno de los momentos más felices de su vida. Se excusó de no poder hablar chino (sí, esta vez no habló chino) y expuso, con un intérprete, las motivaciones que lo llevaron a escribir su libro que –según dijo- tiene profundas raíces en China.
“Desde niño tuve la intuición de pensar que en los hijos de los ciudadanos chinos había una interpretación del mundo diferente a la que nosotros recibimos”, destacó. Se refería a la comunidad tusan en el Perú, la cual despertó en él una serie de interrogantes que mucho después solo absolvieron los líderes chinos.
En 1983, García llegó por primera vez a China y lo recibió la más alta dirigencia del partido. “Recuerdo con emoción cuando Deng Xiaoping explicaba cómo iba a ser China en los próximos 30 años”, rememoró. Además recalcó que “algunos reconocen con envidia el desarrollo de China que ha sido extraordinario”.
Para García, “Occidente se siente amenazado y tiene temor porque no entiende a China”. Considera que el problema no está en que China produce más, sino en comprender por qué produce más. Esto se debe –concluye- a “una forma de enseñanza y cultura que se nutre de las enseñanzas de Confucio”.
“Los occidentales tenemos un vicio de pensamiento: Creemos que el pensamiento occidental es el pensamiento humano y que todos los pueblos terminarán pensando como los occidentales y ese es el error”, opinó ante un público complacido por escuchar lo que siempre sueña con oír.
“Nosotros discutimos entre el “be or not to be” pero los chinos “están siendo” en su propia realidad”, reflexionó en voz alta. Y no contento, remató: “La forma de ser china, le da ventaja a la forma de ser occidental”. El más feliz era el traductor que -así como en las óperas chinas- entonaba cada vez mejor, cuando traducía al chino los elogios de García.
Le obsequiaron la última edición de las obras completas de Deng Xiaoping.
Rodeada por una audiencia mayoritariamente oriental. Finalmente, -y después de abordar otros temas- García anunció su conclusión: China continuará creciendo en el mundo. “Muchos creen que China se detendrá como consecuencia de conflictos, y no se dan cuenta que el conflicto ya los tienen ellos, porque no tienen elementos integradores del pensamiento chino. Antes que el pensamiento de Occidente penetre a China, el pensamiento chino habrá ingresado a Occidente”, profetizó.
Como despedida, el ex presidente peruano aseguró que para alcanzar el éxito en su gobierno, él se inspiró en “el pensamiento chino, Confucio y Deng Xiaoping”. “Todo lo hicimos con ayuda de China y del gobierno chino”, señaló agradecido.
Y cerró con la mejor de todas la frases, “tengan en mí al mejor amigo que China puede tener en América Latina”. Xie xie” - “gracias”.
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