Escribe Néstor Scamarone M.
El Perú en estos últimos tiempos, está condenado a cumplir estrictamente con esos malos adagios: “la gente elige el gobernante que se le parece – André Malraux…“, “…no importa que robe, si hace obra…” y ahora, “…no importa que sea reelecto, mientras no nos desafilien de la FIFA…”, vayan “pal carajo” y tengamos dignidad y probidad moral.
A mi el fútbol no me gusta como a cualquier ser humano, no, a mi me vuelve un patético apasionado caso psiquiátrico, que me transforma en “Mister Hayde”, lo que se hace evidente por ejemplo, si siento un pequeño ruido mientras veo en la televisión un Barsa vs R. Madrid, entonces puede suceder cualquier cosa inesperada con consecuencias trágicas, si no, que lo diga mi familia y los 30 vecinos de mi cuadra, pero no me ciega a tal punto que pueda aplaudir y consienta la reelección de la figura más funesta del Perú en relación a este lindo deporte, más conocido como maravilla curativa de multitudes y cortinas de humo para desgracias políticas y sociales del planeta Tierra.
¿De dónde nace esa pasión desenfrenada por el fútbol? ¿Cuál puede ser la explicación de que un hombre capaz de no llorar ante la tragedia de un niño abandonado, pueda llorar como niño chiquito, buscar el refugio de otros brazos para desahogar su dolor porque su equipo de fútbol bajó de categoría? ¿Cómo un hombre logra abandonar a un hijo de sus propias entrañas y no es capaz de desprenderse jamás del equipo de sus preferencias? ¿Por qué los hombres pueden expresar emociones frente al fútbol y congelarse ante cualquier situación sensible de verdadera tragedia? La indiferencia que era la gran pasión colectiva, ha sido desplazada por la pasión misma. Esa pasión la produce el fútbol que según los indicadores del raiting la vive hoy en todos los espacios cotidianos uno de cada cuatro humanos del planeta.
¿Pueden imaginar ustedes a Argentina, España, Brasil, Italia y Alemania, entre otros muchos, sin fútbol, sin esa natural, casual y espontánea cortina de humo?; la respuesta es fácil, algunos de sus gobernantes muertos como Tupac Amaru, pero con tractores y capaz una tercera guerra mundial… Mmm…
¿Qué hubiera sido de la vida de nosotros los amantes del fútbol si éste no existiera? ¿A quién no se le ha salido una lágrima de alegría, sentimiento cuando está cantando el himno de su patria en un juego de visitante?
Y bueno, un grupo de reptantes sinvergüenzas lucradores de dineros y sentimientos, se han apoderado de las dirigencia y vinculantes del fútbol peruano, bajo amenaza de una desafiliación de la FIFA, organismo privado mundial, que bajo la batuta desafinada de su director musical y su primer violinista señores: Joseph S. Blatter y Jérôme Valcke, hasta ahora no rinden cuentas de un faltante o dizque error contable de 2500 millones de dólares. Plop.
Tengamos soberanía y jurisdicción de dignidad, probidad, moral, honradez y buen ejemplo y al tacho con Burga y sus ad lateres.
¿Y que pasa si los capos de la “MAFIFA – mafia FIFA”. nos desafilian?, no sean ingenuos que no pasa nada, nos alejaremos relativamente del fútbol sólo mundial por unos dos o tres años, por más que la MAFIFA diga lo contrario y después volveremos, ESTOY SEGURO, pero con un fútbol peruano con la cara digna y lavada de honradez y dignidad y sobre todo jugando fútbol y no jugando lágrimas y vergüenzas de un fútbol peruano que ya casi no existe ¿o no se dan cuenta?
Tu opinión es valiosa.
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