La renovación del Apra I

Por el c. Daniel Parodi

La ideología. Hace unos meses me reuní con jóvenes del PAP y al hablar de la ideología aprista me comentaron que habían decidido cada quien interpretarla a su manera para evitar caer en discusiones bizantinas. En realidad no les falta razón, un ideal admite muchas interpretaciones, máxime si se trata del pensamiento de Víctor Raúl quien tuvo el acierto de inscribirlo en el tiempo; es decir, de comprender que la temporalidad implica cambio y que el cambio implica la adaptación de la idea y de la praxis.

Sin embargo, Un acto de esencial libertad puede resultar pernicioso si al final resulta que cada miembro del partido aprista representa una versión particular de su ideología, porque no puede haber tantos aprismos como apristas y ese es precisamente el caos doctrinal en el que actualmente nos encontramos.

Vamos al punto, 1989 es una fecha fundamental porque se cayó el muro de Berlín y eso implicó “el fin de los paradigmas”; y uno de los paradigmas que se derrumbó fue el determinismo de las ciencias sociales, en especial el marxismo. El mundo dejó de tener teorías que pretendían explicarlo todo y, como diría Francois Lyotard, la realidad se fragmentó.

Desde una mirada más política, para Occidente el marxista dejó de ser alternativa y nos quedó un mundo cuyos principales referentes político y económico fueron la democracia y el capitalismo pero con un amplio margen para crear una graduación de izquierda a derecha. En otras palabras, el mundo contemporáneo admite la existencia de una izquierda sistémica que es aquella que, sin renunciar a los capitales y las tecnologías foráneas básicas para desarrollarnos, negocie con el gran capital defendiendo realmente los intereses del Estado para alcanzar el bienestar y la justicia social: ¡y pensar que Víctor Raúl planteó esto hace décadas, cuando nuestro equivocado mundo pedía a gritos la dictadura del proletariado!

¿Qué es ser aprista en el siglo XXI? ¿Qué posición tiene el Apra frente al gran capital? ¿Cómo entendemos la globalización? ¿Qué piensa el Apra del mundo andino y de la diversidad peruana? ¿Cómo debemos interpretar los apotegmas de pan con libertad y justicia social? Todas ellas son preguntas que no nos respondemos desde 1987, cuando en el mundo imperaba un paradigma que ya no es tal. La conclusión de esta reflexión se cae de madura: el PAP requiere de un congreso ideológico y es urgente convocarlo, ¡PERO YA!