Por el c. Enrique Valderrama.
El concepto "Fuerza de choque" es el peligroso umbral de la persecución política. Bajo esa nueva fábula fiscal de Pérez lo que van a pretender es judicializar dirigentes del APRA para su desactivación y, según creen, su liquidación final. Luego podrán extender este, mismo concepto o análogo a cualquier Partido o asociación o persona jurídica que vaya en contra de sus intereses de grupo. Ya mencionan sus ideologos oenegeros en sus portales a periodistas, abiertamente, los llaman amedrentadores. También lo ha dicho el fiscal Vela con abierto cinismo, que ellos "enfrentan a la clase política". Una insanía que tarde o temprano va a desmoronarse.
En el APRA no hay ninguna fuerza de choque, no hay ningún colectivo que agreda físicamente a nadie, esa es una patraña, una calumnia. Somos una expresión del Perú, con nuestras tradiciones, nuestros cánticos, nuestra mística, nuestra lealtad a la democracia, nuestros votos por la paz y la unidad nacional. Quizás eso no lo entiende quien denomina a los senderistas "guerrilleros" y llama a la lucha contra la subversión "guerra civil".
Afortunadamente no estamos en la Venezuela de Maduro ni en la Nicaragua de Ortega y existen los derechos humanos. Aún hay sectores en las instituciones que estamos seguros que no se prestarán para estos abusos.
Constitucionalmente haremos valer nuestro derecho a la libertad de expresión, la libertad de reunión, libertad de manifestación, a la participación política, etc. Una corriente de pensamiento no puede ser vetada desde el Ministerio Público. Y, fundamentalmente porque el veto sería a los intereses
populares que defendemos, distintos a los del stablisment que hoy está detrás del entusiasmo fiscal.
Espero que los demócratas de diferentes tiendas entiendan que lo que se pretende instaurar aquí es un ataque sistemático a la oposición democrática y desaparecerla o ponerla de rodillas. El avance del pensamiento único nos lleva a estas situaciones, pero a la vez hace evidenciar cada vez más sus móviles políticos en la justicia. Ello les pasará factura ante la opinión pública, más temprano que tarde.
Esta circunstancia febril digitada por personajes para nada demócratas no puede distraer al APRA de presentarle al país un programa de cambio social, señalando con especial atención en el mismo las inmensas deficiencias de un Gobierno que se ha refugiado en la falsa lucha contra la corrupción para no hacer nada por los peruanos, por su seguridad, por el empleo, la lucha contra la pobreza, la reconstrucción del norte,a salud pública, entre otros grandes temas. Enrique Valderrama
0 comentarios:
Publicar un comentario