viernes, julio 07, 2006

EL SILENCIO DEL ESTADISTA

Por: Germán Luna Segura

Muchos amigos y compatriotas me han preguntado porqué el presidente Alan García no responde agravios, sobre todo ahora, después de su indiscutible triunfo en las urnas. Y la verdad es que supuse que, luego de tantos años soportándolos, para él –si eso es posible humanamente-, ya no constituyen una provocación, menos una motivación confrontacional escucharlas.

Debo confesar sin embargo que, siguiendo de cerca su campaña presidencial, he sido testigo de excepción de como los agravios y los golpes arteros nunca vulneraron la vitalidad del hombre y menos, la fortaleza de este caminante de pueblos y vigoroso recolector de las esperanzas populares.

Será por eso que luego del triunfo con sabor a mucha responsabilidad que nos regaló, hubieron quienes sin conocerlo plenamente, aguardaron su voz de orden, acaso el mandato o el señalamiento objetivo del rumbo a seguir, sin saber que esa labor, la de guiar a la nación por el derrotero de gran proyecto nacional, era una tarea cumplida a cabalidad por el candidato en todo el transcurso de la propia campaña electoral.

Es decir, que cada frase, mensaje, discurso o programa fue en realidad un compromiso y que el silencio posterior, es en realidad un esperar, si, un esperar en el trabajo y el empeño de los que saben que las cosas no se resuelven solas y que lo primero que hay que abolir son las oprobiosas diferencias promovidas por cofradías de todo tipo que terminan envolviendo a los más ilusos en medio de ese escenario ideal en la que los pillos cercan a los novatos en el manejo de la cosa pública.

Allí radica la novedad, el tiempo nuevo y el proyecto del que hablaba García en las plazas. Vamos a un tiempo de compromiso de veras, que se traduce en la abolición de los privilegios, a un momento de trabajo en la historia en la que se dignifique al hombre y lo que produce, a un tiempo de lucha contra la corrupción y todo rezago de impunidad consagrando el nivel de tolerancia cero para quienes delincan y toquen dineros del pueblo, vamos a buscar juntos el bienestar.

El silencio que asombra a algunos es en realidad la prudencia el estadista, la reflexión del Presidente y también, la del compañero que nos convoca a mirar el futuro por encima de la rencilla local y las mezquindades humanas.

Toca ahora integrar, llamar y convocar a todos los que estén dispuestos a acompañarnos en el esfuerzo de hacer un país para todos, una nación hermanada en objetivos comunes que nos lleven a construir, para nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, en toda la América morena, esa tierra fértil que haga propicia la realización de nuestros sueños; si, esos sueños por los que nuestros padres y abuelos bregaron, entregando entonces su vida y soñando con construir la democracia y la libertad de la que ahora gozamos y otros vulneran irresponsablemente.
Share on :

0 comentarios:

 
© Copyright A.P.R.A. | 1924 - 2022 | APRA - Some rights reserved | Powered by Blogger.com.
Developed by ORREGO-wmb | Published by Borneo Templates and Theme4all