Algunas verdades de política general
El Aprismo ha introducido en su filosofía este principio general: ((La política es relativista)) y su relatividad está determinada por el Espacio histórico en que se desarrolla la vida de los pueblos —medio geográfico, raza, psicología—, y, por el Tiempo histórico, que marca el grado de su evolución económica, política y cultural, la etapa de su desarrollo material y espiritual.
Este <Espacio histórico> y este ((Tiempo histórico)) son inseparables, como se explicará más adelante, y han sido llamados por Haya de la Torre ((Espacio-tiempo-histórico)), en un solo término.
Así, podemos afirmar que la política es esencialmente relativista, que no tiene un valor absoluto para todas las latitudes y que estas diferencias de Latitud (Espacio) deben completarse con las diferencias de grado de progreso (Tiempo) que marcan fisonomías diferentes para cada grupo de pueblos que se hallen en condiciones semejantes.
Esto explica como el nacionalismo de los pueblos de gran desarrollo industrial y poderío militar es un nacionalismo necesariamente imperialista. Mientras que el nacionalismo de los pueblos débiles y por ende conquistables tiene que ser anti-imperialista.
El nacionalismo dominador de Japón, por ejemplo, que es país poderoso, industrializado y militarizado, es imperialista. Y el nacionalismo de China que es país débil, agrario y con un grado de evolución retrasado, es anti-imperialista.
De igual manera que el super-nacionalismo de los poderosos países nazi-fascistas tiene que ser agresivo y conquistador y el nacionalismo de un país como los de nuestro continente indoamericano tiene que ser defensivo y opuesto a toda conquista.
Así, el concepto nacionalismo queda, pues, relativizado de acuerdo con el "Espacio-Tiempo histórico" de cada pueblo o de cada conjunto de pueblos. Y según se trate de pueblos rnuy desarrollados o muy militarizados o de pueblos todavía retrasados y desarmados, el nacionalismo variará.
Esto mismo nos explica por qué una doctrina política no puede ser universalmente beneficiosa a todos los pueblos, porque lo que conviene a un grupo de pueblos no conviene a otros. Así el nazi-fascismo se explica en Alemania o en Italia, países blancos, europeos, super-poblados y francamente imperialistas. Pero no es lo mismo para Abisinía ni lo sería para ningún otro país débil, conquistable o de raza no blanca aria. Por eso el ciudadano de países como Italia o Alemania que es fascista, tiene una mentalidad de dominador y el que es fascista en los países débiles como el nuestro tiene una mentalidad de dominado.
Subrayemos este punto: el fascista alemán o italiano proclama el derecho de conquistar a todos los países débiles y a todos los pueblos de "razas inferiores". Para ellos solo hay una raza superior: La aria-blanca-europea. Ahora bien, imaginemos a un fascista criollo de cualquier país de lndoamérica, que es continente de pueblos militarmente débiles y por ende conquistables, de raza India o mestiza en gran proporción. ¿Cómo se justificará su fascismo?
Si un criollo, un mestizo a un indio es fascista en nuestros países no tiene sino una disyuntiva: o es súbdito de los imperialistas racistas europeos, en cuyo caso es opuesto a la libertad de nuestros países, o es un agente o miembro de las ((quintas columnas)) en cuyo caso está al servicio de algún nacionalisrno imperialista y es un traidor a su Patria.
De igual manera podemos pensar de un comunista. El comunista ruso justifica su actitud y su ideología en la defensa de Rusia como potencia también conquistadora a su modo (recordemos Polonia, Finlandia y Lituania). Pero no la justifica el comunista de un país débil y conquistable, no industrializado. El fascismo ha sido soportado y apoyado por una mayoría, así como el nazismo en Alemania. Puede ser que el comunismo sea conveniente para Rusia. Pero en otro ((Espacio-tiempo histórico)), en otros países, de diferente raza, de otro grado de adelanto, de otras condiciones de vida y de otra realidad geográfica, tanto el fascismo como el comunismo devienen extraños, inadaptables.
Y es que entre las grandes potencias industriales y militares de Europa se explican el Fascismo y el Comunismo que son —hegelianamente hablando— La tesis y antitesis de una oposición de contrarios típicamente europea. Pero si pretendemos trasplantar el Comunismo y el Fascismo a pueblos débiles de otras razas, de otro ritrno de vida, de otra latitud, clima y grado do evolución —de otro ((Espacio-tiempo histórico))—, podemos repetir y hacer de corifeos de los actores del drama europeo pero con resultados contrarios a los que el Comunismo y el Fascismo se proponen en sus pueblos de origen. Mientras allá libertan, aquí conquistan; mientras allá convierten a sus países en grandes irnperios, aquí cumplen sus ambiciones imperiales formando nuevas colonias.
Por eso, Comunismo y Fascismo, o imperialismo en general, implican Violencia, poderío, prepotencia, la ley del fuerte. Y el objeto de la Fuerza es conquistar a los más débiles, arrebatarles su libertad y decir que los ((Libertan)), como en el caso de Abisinia por Italia. Imaginemos a un etíope fascista y comprendamos su esclavitud. Traslademos el ejemplo a nuestros pueblos y convendremos que un fascista criollo, como un comunista criollo, sólo conspirarán contra la libertad de nuestros pueblos en defensa de los imperialismos totalitarios de los que son vasallos.
Todo esto explica una verdad política fundamental que es necesario reconocer para cornprender el sentido del Aprismo. La política es relativista y sólo adoptando este ángulo de observador de los problemas del mundo podrá llegarse a una explicación de la realidad nacional e indoamericana y del complejo panorama universal contemporáneo.
Ediciones de Cultura Hispánica Madrid, 1988
(*) Fragmentos del folleto que, con ese título, fue publicado por el (Buró de Redactores de Cuadernos Apristas). El autor fue Haya de la Torre. junio de 1940. Reproducido de Qbras Completas, t. I, pp. 274-290.
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