El gobierno del presidente Alan García inició a marcha forzada su gestión, tres días después de asumir la presidencia de Perú, con medidas de severa austeridad, reuniones con sindicatos y, en el plano exterior, una condena a Israel por sus ataques contra civiles en Líbano.Tras su investidura presidencial el viernes, el presidente García dijo que recibía un país en ''catástrofe social'' por la existencia de 13 millones de pobres en un país de 27 millones de habitantes, lo que requería aplicar rápidas políticas sociales.
En política exterior el primer ministro Jorge del Castillo dijo ayer que el nuevo gobierno está empeñado en una política de ''distensión y acercamiento'' con sus países vecinos, como forma de reducir sus gastos militares.
''Hay que resaltar que mientras mejores sean las relaciones con los países cercanos pues menor gasto militar necesitaremos nosotros y ellos'', subrayó el primer ministro a la emisora RPP.
El nuevo esquema de política exterior de García privilegia formar un eje de integración con sus vecinos, en especial con Chile, país con el cual el anterior gobierno del ex presidente Alejandro Toledo mantuvo relaciones tensas en los últimos años.
En la primera sesión del gabinete ministerial la noche del domingo Perú adoptó por primera vez en cinco años ''su más enérgica condena'' a Israel por el ataque que perpetró contra la población civil de Cana en Líbano, que dejó más de 50 muertos, y demandó el cese de hostilidades.
En política interna, el primer ministro se reunió este lunes con dirigentes de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP, izquierda) en busca de consensos sobre materia laboral, reunión que fue calificada como ``muy positiva''.
El gobierno también oficializó mediante decretos la reducción del sueldo del presidente García de $12,500 a $4,800 y se aprobaron acciones para evitar el despilfarro de recursos públicos.
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