Por: MIGUEL SANMARTIN
El régimen se arma hasta los dientes. Y no es precisamente de paciencia. Se esta artillando con todo tipo de enseres y pertrechos para la guerra. Fundamentalmente, para la guerra sucia, nada asimétrica, que durante los próximos meses tiene planificado librar contra sus "terroristas e imperialistas" enemigos... políticos. Así tilda y trata la monarquía tropical dominante a sus oponentes. Porque es en esos términos burdos y bravucones como el caudillo y sus huestes entienden el ejercicio de esta ciencia universal, o arte, como algunos prefieren denominarla.
La adquisición de satélites chinos, de aviones de combate, helicópteros y fusiles rusos, de aeronaves y barcos españoles, de posibles misiles iraníes e, incluso, de algunos submarinos no se sabe de que procedencia, no es para exterminar la delincuencia que acoquina a los venezolanos. Esa no es la lucha que le interesa librar al régimen. Su batalla es política, es contra los ciudadanos que se niegan a entrar en el carril revolucionario. Los cánones fundamentales a ser utilizados en esa contienda serán el insulto, la injuria, la amenaza, la burla y la descalificación del contrario. Se ejercerá, a través de esos obuses, una suerte de terrorismo de Estado para aniquilar moral y sicológicamente a la sociedad democrática opositora.
El efecto que busca el régimen con esta acometida a la trinchera contraria es el miedo paralizante. El repliegue de la gente y sus dirigentes. La no reagrupaci6n y reactivación de ese sector de la sociedad que rechaza la implantación de un proyecto neocomunista totalitario, intervencionista, controlador, castrador y represivo, replica de la Cuba que tiraniza Fidel Castro.
La destemplada ofensiva verbal lanzada por los corifeos del régimen contra Súmate es la clave de lo que viene. Es el esquema de fuego cruzado que desplegaran. Nada que se pretenda combativo, aut6nomo y eficiente será permitido por los intolerantes en el poder.
¿Por que el blanco de la embestida-rabieta oficialista es Súmate? ¿Por que no los candidatos opositores en liza? Resulta obvio. La organizaci6n civil es un símbolo de resistencia, es una prueba de capacidad organizativa, es un modelo de eficiencia, es un ejemplo de persistencia, es la voz y el ejemplo que tiene capacidad de convocatoria. Súmate es el emblema de la unidad que exige la sociedad civil democrática opositora. Esas cualidades no las porta ninguno de los aspirantes presidenciales.
Al régimen le crispa Súmate. Le resulta una piedra muy inc6mo-da en el zapato. Le incomoda su desempeño, competencia, relaciones y, sobre todo, su credibilidad y su férrea voluntad de luchar por la preservación del sistema democrático. También los candidatos opositores le temen a Súmate. Porque la ONG es vertical, transparente y goza de una aprobación publica que ya quisieran poseer ellos.
Por eso Súmate es la fijación. Es el blanco de ambos bandos. De unos porque se interpone en sus fines e intereses, los desenmascara y, de los otros, porque es una referencia y les roba protagonismo.
La batalla avisada apenas quema sus primeros cartuchos. En la mira, de entrada, están los actores electorales. Después el régimen ira contra la sociedad, sus valores, instituciones y personalidades. El trofeo de guerra aspirado es el control absoluto del país.
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