Sobre normas y respetos

Por César Campos R.
cesarcamposlima@yahoo.com

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La emergencia del profesor Luis Muñoz como nuevo secretario general del SUTEP, ha sido vapuleada con exceso por quienes esperaban cambios inmediatos en la dirección del magisterio organizado.

Al contrario, debería ser asumida afirmativamente pues constituye el colofón lógico de un ejercicio sindical que persevera en la senda antidemocrática, aislado del proyecto de los otros actores de la educación peruana (maestros no sindicalizados y progresistas, alumnos, padres de familia, promotores) y, en consecuencia, destinado a sucumbir más temprano que tarde.

El espacio de las alternativas políticas totalitarias, opuestas a un mundo que basa su desarrollo en el trabajo, la capacitación permanente y la demanda de inversión, tendrá que reducirse si en la otra orilla el Estado impone las reglas justas y preserva el compromiso social de quienes absorben las utilidades de las empresas. De esta forma, serán los mismos maestros quienes barrerán de un manazo a los gonfaloneros magisteriales de Patria Roja.

Sin embargo, no debe perderse de vista que el Perú está plagado de otra clase de SUTEP. Es decir, de círculos de izquierda radical aparentemente reciclados y amparados bajo fachadas ambientalistas o defensoras de los derechos humanos, los cuales han tomado la batuta del reclamo popular en diversas zonas del país.

La prensa ha dado cuenta ayer de uno de los sectores afectados por los embates de tales círculos, a través de un estupendo informe de Élida Vega Córdova, como lo es la minería. Más allá de las aún débiles políticas públicas para promover este rubro de producción, se encuentra el accionar decidido de varias ONG que no pretenden arrancarles a las mineras mayores exigencias en el cuidado del medio ambiente ni ventajas en favor de los poblados aledaños. Simplemente quieren matarlas y desparecerlas.

¿Debe el Estado permanecer impasible frente a quienes atentan contra la primera actividad exportadora del país? Este otro SUTEP bien merece que se le tome por las astas.