miércoles, mayo 02, 2007

¿La tierra es plana?

“Diez fuerzas hicieron plana a la tierra”

Para sus más acérrimos defensores, la globalización es un fenómeno irreversible. Tarde o temprano, argumentan, todos los gobernantes del globo se verán obligados a abrazar el libre mercado como único camino para generar riqueza. Uno de los principales valedores de esta tesis es el periodista del New York Times, Thomas Friedman, cuyo último libro, “La tierra es plana”, se ha convertido en un best seller.

En “La tierra es plana”, Friedman explica que el mundo “ha sido aplanado por la combinación de diez grandes acontecimientos, innovaciones y empresas” (Friedman 2006: 57). La ironía salta inmediatamente a la vista: Con sus viajes, Cristóbal Colón abrió nuevas rutas de comercio y logró corroborar que la tierra era redonda. Hoy, el libre comercio y los avances tecnológicos han vuelto a hacerla plana.

Para Friedman, la tierra se empezó a hacer plana el nueve de noviembre de 1989. Ese día cayó el muro de Berlín y, con él, el imperio soviético. Desde entonces, un fantasma recorre Europa y el mundo: el fantasma del capitalismo. Desde entonces, el libre mercado es el paradigma económico a seguir ante la ausencia de la bipolaridad que regía al mundo hasta ese momento. La caída del comunismo llevó incluso a algunos a postular el fin de la historia.

El segundo aplanador tuvo que ver con dos sucesos que ocurrieron en el lapso de una semana. El nueve de agosto de 1995, Netscape empezó a cotizar en bolsa. Una semana después, salió a la venta Windows 95. El lanzamiento de Netscape, fue fundamental para que el Internet despegara, ya que por fin se tenía un buscador comercial para navegar por la red. El sistema operativo Windows 95, a diferencia de sus antecesores, tenía incorporado un servicio de apoyo en Internet. La dupla terminó siendo explosiva.

Pero se necesitaba algo más. Con el Internet y un sistema operativo que facilitara su uso se habían creado nuevas necesidades. La gente quería, entre otras cosas, comprar y vender cosas, o conectar todas las secciones de una empresa a través de la red. Para eso se necesitaba un Internet que pudiese conectar todos los programas informáticos entre sí. Técnicamente, eso se hizo posible con la aparición de un nuevo lenguaje de descripción de datos, el XML, y de su correspondiente protocolo de transporte, el SOAP. Ahora, el uso que se le podía dar al Internet era ilimitado.

A partir de esos primeros tres aplanadores, la gente, las empresas, las instituciones en general, empezaron a dar distintos usos a los nuevos descubrimientos tecnológicos. Los tres primeros aplanadores, uno de carácter fundamentalmente político, y los otros dos económicos, constituyen lo que Friedman llama la plataforma de la tierra plana.

El cuarto aplanador es lo que en inglés se conoce como open sourcing, es decir, el acceso libre a las fuentes. Científicos de la informática trabajan en la red en el desarrollo de nuevos softwares, sistemas operativos, etc. Estos programas están a disposición de todos los consumidores y, su mejora, depende del trabajo de cientos de usuarios que se benefician de un producto que es gratis. De esa manera, el avance en el campo de la informática ha sido descomunal, e incluso las grandes empresas como IBM se han beneficiado de ello.

Los avances continuaron y el quinto aplanador empezó a remecer de manera especial las vidas de miles alrededor del mundo. Para muchos en la India, por ejemplo, significó el camino para abandonar la pobreza. Para muchos otros en el mundo desarrollado, significó perder sus puestos de trabajo. Las empresas de todo el mundo empezaban a subcontratar, a entregar parte de sus servicios a otras empresas para ahorrar costos y, de esa manera, ofrecer un producto más barato. La capital de la subcontratación en el mundo es Bangalore, en la India, famosa por sus call centers. Los abogados incluso subcontratan las declaraciones impositivas de sus clientes.

Pero el traslado no alcanza solamente parte de los servicios que ofrecen las empresas, sino que muchas de ellas trasladan fábricas enteras para abaratar costos. Se trata de una práctica que se viene haciendo hace algunas décadas, pero cuyos efectos se han sentido con más fuerza en los últimos años. China, con su mano de obra barata y sus bajos impuestos para las empresas, ha sido el principal beneficiario de esta práctica. Se trata en definitiva, de una carrera en la que están inmersos los países en desarrollo por captar empresas que estén dispuestas a trasladar líneas de producción enteras. Los países de Europa del Este, por ejemplo, se han beneficiado, especialmente, del traslado de fábricas automotrices.

El séptimo aplanador, según Friedman, ha sido el desarrollo de grandes y elaboradas cadenas de suministros. Se trata de un término que designa la serie de procesos de intercambio de mercadería e información entre las empresas, sus proveedores y los clientes. Friedman relata la fascinación que le produjo ver en acción la cadena de suministros de Wal Mart en su central de Arkansas. La cadena de supermercados ha alcanzado fama por su cadena de suministros. El principal beneficiario de una buena cadena de suministros es el consumidor que saca provecho de la reducción del costo del producto final.

El octavo aplanador es lo que en inglés se conoce como insourcing, es decir, la intromisión de los subcontratistas en las empresas contratantes. Este aplanador está estrechamente relacionado con el anterior. Las empresas pequeñas, que no pueden darse el lujo de desarrollar grandes cadenas de suministros, recurren a empresas que están en el negocio de las “soluciones sincronizadas”. Estas se encargan de desarrollar la cadena de suministro de la empresa contratante. La diferencia con la subcontratación es que, la empresa subcontratada, interviene en el funcionamiento de la empresa contratante para analizar los procesos internos y, así, poder formular un nuevo diseño. UPS, la compañía de mensajería de los camioncitos marrones, se ha convertido en la líder en el campo del insourcing.

El noveno aplanador es el acceso libre a la información. Específicamente se refiere a los buscadores en Internet como Google, Yahoo o MSN. Sobre esto creo que no hay mucho que añadir. Sólo que es casi inconcebible imaginar el uso de Internet sin esta herramienta.

Finalmente, el último aplanador es lo que Friedman llama los esteroides. Se refiere a los avances tecnológicos que han permitido profundizar el fenómeno de aplanamiento. En definitiva, estamos, según Friedman, en la era de lo “digital, móvil, virtual y personal”.

Fuente: PERU POLITICO
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