Sobre la conspiración entre Castro y Chávez

La última carta de Marcel Granier al presidente de Venezuela, Hugo Chávez debe haber encolerizado aún más al pintoresco personaje. El documento es sobrio pero enérgico. Granier ha sido, durante muchos años, el director general de Radio Caracas Televisión. El gesto de Chávez al anunciar que va a clausurar a la emisora el día 27 de mayo, es decir, dentro de pocos días, ha servido para ofrecerle al mundo la verdadera imagen del gobernante venezolano. Es Rafael Leónidas Trujillo que ha renacido en Venezuela.

Es el personaje macabro que metió a Galíndez en una piscina llena de tiburones para castigarlo por haber publicado algunas cosas inconvenientes. En el caso de RCTV, Chávez le ha ofrecido al mundo su verdadera imagen siniestra. Es la barbarie que vuelve a Venezuela. Ni siquiera es Juan Vicente Gómez, que tenía algunas virtudes patriarcales. Chávez es un animal de una ferocidad poco común, a la manera de Trujillo. Le ha caído arriba a la emisora de radio y televisión que maneja Granier con una ferocidad que hasta ahora había disimulado. ¿Qué puede haber hecho la emisora que haya enfurecido al animal que Chávez lleva adentro hasta el punto de forzarlo a ensañarse con ella?

Probablemente, poco o nada. Granier no es un loco que sale a la calle a dar gritos contra el que gobierna. La planta ha sido siempre mesurada y discreta. Granier es hasta un poco protocolar en sus manifestaciones públicas. Hay que admitir que al caerle arriba a RCTV para desaparecerla del escenario lo que está haciendo Chávez es advertirle a los demás que deben callarse so pena de sufrir el mismo castigo. Chávez está emprendiendo el camino del absolutismo probablemente aconsejado por Castro.

Ahora bien, ¿qué van hacer los periódicos y las otras emisoras de televisión y radio? ¿Callarse la boca y ver cómo Chávez suprime una de las plantas mas importantes del país? ¿Dejar que Chávez liquide la libertad de expresión en Venezuela? Es decir, la poca que queda.

Bueno, eso es lo que parece. Los demás, hada ahora, están contemplando el espectáculo de Chávez devorando a RCTV como si con ellos no fuera. Es algo que le ocurre a otro que, probablemente, fue un poco imprudente. Venevisión, otra emisora importante, no ha dicho nada en serio. Las otras plantas y los periódicos se mantienen al margen. ¿Qué haría Chávez si surge, a partir del próximo domingo, un movimiento masivo de protesta de todos los medios de comunicación? No hay duda. Se aterraría, como le pasó cuando lo agarraron y lo tiraron en un islote. Si se paralizan todos los medios en solidaridad con RCTV, a Chávez le da un infarto.

Chávez está enseñando sus cartas con el cierre de RCTV. No se trata de la emisora. No se trata de Granier. Se trata de la aspiración de Chávez de convertir a Venezuela en una réplica de Cuba.

Quiere avanzar hacia el totalitarismo a la manera de Cuba. Hasta ahora no se ha atrevido. Es probable que detrás del plan de Chávez esté la mano de Fidel. Chávez es un bicho que podría ser definido como mimético. Se ha adaptado a Castro, lo cual ha sido un error. Obsérvese como Chávez se ha pasado años jugando con la idea de la tiranía sin decidirse. Eso es algo que debe inquietar a Fidel. El sabe, mejor que nadie, que si Chávez se cae, cosa muy posible, detrás caería Cuba. Ya la isla no tiene asideros. Un montón de viejos han mantenido un régimen terrorista durante casi 50 años y ya el país no aguanta más. Chávez, su permanencia en el poder es fundamental para el régimen de Cuba.

Al emprenderla contra RCTV, Chávez está probando su eficacia como tiranuelo. Si los demás se enganchan, Chávez se hace más poderoso. Si las Fuerzas Armadas de Venezuela se agachan y lo dejan hacer, entonces se consolida la tiranía. Si los medios de prensa se hacen los locos y le permiten que acabe con una de las plantas de televisión más importantes del país, entonces hay Chávez para rato y Cuba se beneficia. Yo me imagino que si todo sale bien, Fidel llamará a Chávez el próximo lunes para felicitarlo, “Yo te lo dije, vale”.