"Pienso que ha sido un avance haber procedido en una semana a que no haya cuerpos insepultos, a que no haya heridos en la zona, a que la gente no haya sufrido consecuencias por falta de agua o alimentos", dijo el mandatario en la ciudad de Pisco.
Durante una conferencia de prensa a la que asistió el enviado especial de la BBC, Carlos Chirinos, reflexionó que nunca se había respondido a una emergencia como ahora.
"Ni siquiera durante la hiperactividad que se mostraba durante la Corriente del Niño se logró convocar 208 máquinas en un solo punto para proceder al despeje de los escombros", dijo.
Prometió además "tener en diez días un Pisco absolutamente libre de escombros y, si las cosas salen bien, me planteo que quede muy bella, por lo menos en su casco histórico que ha sido destruído".
Tragedia y destrucción
Cerca del 85% de las casas de esa ciudad portuaria quedó destruida por el terremoto que costó la vida a más de 540 personas y causó devastó también las ciudades de Ica y Chincha, además de otros pueblos de la costa.
El suministro de energía eléctrica retornó parcialmente en algunas zonas de Pisco y según García se restableció en un 90% en Ica y 60% en Chincha.
"La gente está volviendo a recuperar sus vidas", dijo el mandatario quien puso en marcha un programa denominado "Construyendo Perú" por el cual se empleó a unos 8.000 residentes por US$130 que recibieron por anticipado para sumarse a las tareas de extracción de toneladas de escombro.
Este lunes también firmó un decreto por el cual el gobierno entrega US$250 a la persona que acompañe a un familiar herido para ser atendido en hospitales de la capital, Lima.
A pesar de la intensidad de los trabajos y la asistencia internacional, miles de personas todavía duermen a la intemperie, al resguardo en tiendas de campaña que apenas pueden con el "Paracas", los fuertes vientos del océanos que adquieren mayor intensidad hacia agosto.
Más ayuda
Durante su reunión con los periodistas en Pisco, García informó que cerca de 2.000 toneladas de ayuda humanitaria llegaron ya a la ciudad y que se están usando helicópteros para trasladar parte de estos cargamentos a las zonas rurales.
Su visita a la zona coincidió con el anuncio de Washington de una donación adicional de US$500.000 y el envío de otras 15.000 mantas en las próximas horas.
Por su parte, en Viena, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), informó que destinará US$200.000 para la emergencia peruana que serán canalizados a través de la Cruz Roja Internacional.
Además, la Fuerza Aérea de Brasil despachó este miércoles un cuarto avión con ayuda para las víctimas del terremoto trasladando además de purificadores de agua y medicinas, un médico y una psicólogoa especializados en emergencia en desastres.
También llegó a Perú un equipo de médicos enviados TaiwanIHA, una organización con fondos del gobierno de Taipei que ya donó US$100.000 al gobierno de García.
Recuperación y crecimiento
También el Vaticano reaccionó ante la tragedia. Este miércoles durante una audiencia general, el papa Benedicto XVI reiteró su pedido de "gestos de solidaridad cristiana" para el pueblo peruano, días después de haber dispuesto más de US$250.000 para los damnificados.
La iglesia Católica anunció también que el cardenal Tarcisio Bertonio, secretario de Estado vaticano, visitará las ciudades de Ica y Pisco a fines de este mes.
En esta última ciudad, consultado por el enviado especial de la BBC, Carlos Chirinos, sobre la posibilidad de que esta asistencia internacional llegue a ser insuficiente, el presidente Alan García dijo que Perú está ya abastecido de los elementos de primera necesidad.
"Para la reconstrucción ya nos entenderemos con los organismos financieros", dijo el mandatario y agregó: "Pero para reconstruir aquí está el Perú, que tiene condiciones suficientes para ayudar a la reconstrucción y proceder a la rehabilitación de los servicios".
Previamente el gobernante había minimizado el impacto económico del terremoto en el crecimiento del país.
En declaraciones recogidas en Lima por el diario Gestión, Alan García, vaticinó que la expansión en 2007 será cercana al 7,6%.
"Si para este año estaba programado crecer 7,9% u 8%, el impacto del sismo en el sur del país costará 0,3 puntos porcentuales", afirmó.
En 2006 Perú registró con 8,03% la tasa más alta de expansión económica en los últimos 11 años, gracias a sus mayores exportaciones de minerales y una elevada demanda interna.
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