“…Y yo quisiera decirles, hoy que al repasar un poco los recuerdos de nuestra gran peripecia no puedo dejar de tributar homenaje a tantos apristas que yo ví, conocí, con los cuales trabajé y luché pero que ya no están con nosotros.
A los muertos por sacrificio o por naturaleza. A los muertos del Aprismo que son como penantes de nuestra gran familia partidaria.
¡A los muertos del aprismo entre los que se confunden jóvenes y ancianos, hombres y mujeres, que forman el conjunto sagrado de los grandes vigilantes del otro lado de la vida!…
…Y por eso quiero estar siempre con ustedes y decirles: cualesquiera sean las circunstancias del futuro, se mantenga siempre unido el partido, siempre fuerte el partido, siempre disciplinado, bajo esas cuatro palabras testamentarias de Manuel Arévalo: Fe, Unión, Disciplina y Acción.
Estamos firmes, sin arrogancias, sin altanerías fatuas e insostenibles, dentro de las razones fundamentales de nuestro programa, dentro de la lógica de nuestra doctrina.
Estamos aquí firmes, defendiendo los verdaderos postulados de la justicia social en el Perú.
…Y tenemos que utilizar la enseñanza gloriosa del martirologio aprista.
No como coyuntura de venganza sino como motivación y estímulo, como acicate y espoleadura de trabajo, de sacrificio, de oblación, que es lo que el APRA ha hecho siempre en la práctica fundamental de sus virtudes partidarias...”
Fuente: DIARIO LA TRIBUNA
0 comentarios:
Publicar un comentario