sábado, octubre 06, 2007

Es Venezuela un país o una aldea.

La mayoría de países del llamado nuevo mundo, o sea el continente americano, fueron obra de las luchas unificadas de todo un continente, donde la hegemonía europea dejó sentir su peso, al dominar por varios siglos, el nuevo ámbito humano descubierto, según alguna historia por el navegante genovés Cristóbal Colón.

Dentro de los países que conformaron el nuevo continente, se encuentra Venezuela, país bolivariano, según el esquema político internacional vigente, ubicado en la costa septentrional de la América Meridional, con ciudadanos primarios de ascendencia europea autóctona y africana, en una mezcla predominante.

Herederos de la cultura de los caribes y los araucos, Venezuela está íntimamente relacionada también con la cultura chibcha. Su acceso a una nueva forma de vida se da cuando en 1498, Colón llega a sus costas, estableciendo en la isla de Cubagua el primer nexo de los ahora venezolanos con pueblos europeos, constituyéndose después en bastión de rebeliones contra la dominación europea. Hasta la creación de la tercera república bajo la égida de Simón Bolivar.

Venezuela luego de escindir de la confederación sostenida con Ecuador, Panamá y Colombia, bajo la denominación de "la Gran Colombia", emerge como estado soberano, bajo el mandato de Páez. Desde allí se fueron sucediendo diversos, gobiernos, cada uno con diferentes matices democráticos o parecidos a una real democracia, pero que se sostenían hasta culminar su mandato.

Salvo la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en la década de los 50, a su derrocamiento en 1958 y con la ascensión al mando de Rómulo Betancourt, el país se mantiene estable, hasta al insurgencia de un desconocido hasta entonces, un militar de oscuro pelaje que sin ningún linaje de político o de estadista, se aupa a la presidencia, entre una serie de reacciones desfavorables para su gobierno que es suspendido por una junta de notables, que luego es defenestrada por el retorno del uniformado que desde entonces funge de gobernante, manejando una deplorable política vecinal con los países del CAN y con la comunidad internacional, a la cual este gobernante cual patán de la peor calaña, ha insultado con un lenguaje a la vez de procaz indecente.

Pero la cosa no queda allí, ya que aparte de su ignominiosa estampa metida en todos los ámbitos de la Vezuela de hoy, el citado y despreciable presidente de Venezuela, se permitió intervenir en nuestra patria, poniendo condiciones para seguir sosteniendo relaciones diplomáticas con nuestro país, al cual el citado "militarote", habría pretendido manejar vía el outsider presidencial que tentó la presidencia en la segunda vuelta. Menos mal que no ganó. Sin embargo desde hace algún tiempo tenemos que tener cuidado con este personajillo que al parecer pretende aún infiltrarse en nuestras cédulas políticas, mediante un bien disimulado plan de apoyo social, denominado ALBA, el mismo que prestaría ayuda para recuperar la visión a miles de peruanos que quieran volver a ver con normalidad. Pero ese será otro tema.

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