El Ministro del Interior, Luis Alva Castro, tuvo nuevamente que responder por una compra que no se realizó y por los detalles de una adquisición que ha sido reiteradamente explicada.
Durante siete horas respondió las 65 preguntas del pliego interpelatorio presentado, aún cuando después se supo, que parte de la oposición más radical y un sector del fujimorismo, ya habían concertado presentar una moción en su contra.
Es decir, pese a que no se cometió ninguna irregularidad en los procesos de adjudicación de los patrulleros chinos ni en la compra de los pertrechos antimotines para la PNP, el ministro tuvo que escuchar los “cuestionamientos” de los voceros más ácidos de la oposición, que pretendieron chantajear al gobierno, unos para ponerlo contra la pared y otros, para conseguir un escenario que les posibilitara peticionar mayores beneficios carcelarios para el ex presidente Fujimori.
Al respecto, se conoció que cuarenta y cinco minutos antes de que termine la sesión, 37 congresistas, ya habían presentado la moción de censura, que promoverá un debate la próxima semana, en la que seguro insistirán aprobarla, en tanto otros, entre los que se cuenta la CPA, denunciarán que se habría vulnerado el procedimiento establecido en el Reglamento del Congreso que tiene rango de ley al presentar la referida moción, antes que termine la interpelación al ministro, produciéndose una nulidad que haría inviable la aprobación de la Moción de Censura.
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