EL PENSAMIENTO DE HAYA DE LA TORRE

Por: Alan García Perez

Haya de la Torre se dio cuenta que Roosevelt era un revolucionario en la economía gracias a Keynes, que Roosevelt había cambiado el libre mercado norteamericano, que Rooseveltt estaba facilitando la desaparición del Imperialismo.

Él se dio cuenta y se dio cuenta gracias a esa perspectiva científica de buscar el cambio de la realidad y no contentarse con lo que escribía hace 20 años. Pero ¿qué dijeron sus seguidores, sus lectores?, ¡Haya de la Torre otra vez ha traicionado sus ideas originales!.

No hay peor enemigo de un pensador que su libro auroral, no hay peor adversario de un pensador dialéctico que cambia de acuerdo a la realidad, que el que queriendo mucho al pensador, repite solamente el prólogo del primer texto. Con los seguidores de Haya se produce una dicotomía entre apristas y hayistas que dijeron: “Entre la denuncia del hormiguero rubio de 1925 y este ínteramericanismo democrático con Roosevelt, hay una traición, hay un viaje de 180º”.

Algunos incluso se fueron del partido.

¿Quién tenía razón?, los que se quedaron en 1925 o los que siguieron tras Haya de la Torre comprendiendo o diciendo comprender lo que él estaba pensando, los que lo siguieron porque él tuvo razón, tanta razón, que recién se habla ahora del ALCA, tanta razón que 20 años después se creó el Banco Interamericano, tanta razón que se comprende bien claramente ahora que ese viejo imperialismo franco, británico, de otro tipo, no llegó a producirse en América Latina.

Todo lo dicho hasta aquí muestra cómo a partir del 30 hay un segundo periodo creativo de ideología de Haya de la Torre, ambivalencia del Imperialismo: Interamericano Democrático sin Imperio.

Pero no queda allí su trabajo, él va a continuar hurgando, buscando.

Y en los años 50, 60 va a lanzar nuevas propuestas de acuerdo a la nueva realidad, él, por ejemplo, es de los primeros que comprende hacia 1950, al salir en el año 1954 de la Embajada de Colombia después de 5 años 3 meses y 4 días de encierro después de viajar a Europa-, que “Ya no hay un solo imperialismo, ahora hay dos imperialismos: la Unión Soviética y su capitalismo de Estado y su clase dominante jerárquica a advenido, se ha convertido, en un nuevo imperialismo que domina pueblos y que se divide con el capitalismo norteamericano el dominio del mundo”.

Esa es una propuesta creativa que en esos años le vale también el reproche de sus adversarios y de algunos cercanos que dicen: “Cómo puede usted denunciar a Rusia sacrosanta, al padrecito Stalin, de Imperialista”, porque hay en esos casos mucho de complejo rendido ante un gran país como la Unión Sovietica; pero el único que se da cuenta que detrás de ese país hay una inmensa farsa de abolición de libertades, de tecnología rudimentaria, de incapacidad de poner en marcha las riquezas que tiene Rusia todavía inexplotadas, es Haya de la Torre y comprende además, que es ese seudo capitalismo de Estado implantado allí lo que ha originado que Rusia esté a la zaga del capitalismo occidental, pero que ejerza a pesar de ello, un tipo de imperialismo en el mundo en medio de un conflicto de dos imperialismos.