"El paro del 9 de julio ni me agravia ni me ofende", señaló el mandatario, tras asegurar que quienes anuncian paralizaciones no proponen soluciones reales para problemas nacionales.
A poco menos de una semana para el paro nacional programado por la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), el presidente Alan García criticó a los organizadores de esta medida de fuerza, al considerar que aquellos que programan paros nunca proponen soluciones reales para los problemas nacionales.
"Hoy vengo a traer obras concretas, no palabras, no amenazas, no paros. La verdadera democracia se sustenta en las obras (...) Pero para que haya recursos con los que hacer obras necesitamos inversión, necesitamos que los industriales y los ricos inviertan", dijo desde el pueblo joven La Ensenada, en el distrito limeño de Puente Piedra, tras resaltar la inversión de 58 millones de soles para instalar 11 reservorios, 73 kilómetros de redes de agua, y 62 kilómetros de alcantarillado.
Asimismo, García Pérez ironizó acerca de aquellos que, según él, se preguntan "¿qué es lo que viene después del 9 de julio?". "Después del 9 (de julio), viene el 10. El 10, el Perú continúa como siempre. Sé que la vida continúa", añadió riendo y provocando sonrisas en algunos pobladores y en el ministro de Vivienda, Enrique Cornejo, quien lo acompañaba junto al congresista aprista y ex líder sindical de Sedapal, Julio Herrera.
En otro momento, el mandatario se pronunció en contra del alza del petróleo y sostuvo que el alza del hidrocarburo en más del 150% era un "veneno para las economías mundiales".
"A esto no se responde haciendo paros, porque lo único que hacen es espantar los que quieren invertir y los inversionistas dicen 'mejor me voy a Colombia porque allí están superando a la subversión'", comentó.
Asimismo, el jefe de Estado destacó que el rescate de 15 rehenes de las FARC en Colombia es una afirmación de la democracia continental y una "bofetada" para aquellos sectores extremistas que impulsan la violencia y la destrucción.
"Es una afirmación de la democracia continental y es una bofetada a los extremistas y violentistas del continente, es la derrota de los que creen que se necesita violencia, amenaza, y no saben que para gobernar se necesita paciencia y construcción", subrayó.
Agregó que la verdadera democracia se refleja cuando un gobierno ejecuta obras concretas para beneficiar a los sectores menos favorecidos y lograr la inclusión de los más pobres a los servicios de salud y educación
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