Puno: ¿estado federal?

c. Javier Valle-Riestra 

(Congresista del Partido Aprista Peruano)

No debemos organizar el caos. Desgraciadamente, mensajes como del Presidente de la Región Puno, anunciando que debe construirse un Estado Federal Quechua-Aymara son peligrosísimos. En primer lugar, no se puede ser federal solitariamente en un país unitario y regional. Nadie tiene competencia para tomar semejante decisión. La Constitución no lo permite y las urnas no han dado ese veredicto. Eso es irresponsabilidad, sedición y ruptura de la unidad nacional.

Una experiencia de ese tipo ya la tuvimos en 1896. El dos de mayo de aquel año el cusqueño Mariano José Madueño y el limeño Ricardo Seminario y Aramburú se autoungieron como Ministro-General y Gobernador de Loreto, respectivamente, y se nombró secretarios de Estado a Huamander, Del Aguila, y Burga Cisneros; promulgaron un estatuto, según el cual, mientras la República adoptaba este sistema Loreto tomaba los poderes y derechos de un Estado. El gobierno pierolista de Lima despachó al transporte “Constitución”, con el ministro de Guerra abordo, que luego de recorrer diecinueve mil kilómetros se internó en el Amazonas. Dos expediciones militares al mando de los coroneles Marino y Yesups doblegaron a los insurrectos. Madueño se autoexilió en España y años después Seminario, amnistiado, terminó de alcalde de Piura.

Luna Pizarro dijo en 1828 que para organizar al Perú federalmente, primero habría que desorganizarlo. Ese es el plan tergiversador de la regionalización. No saben, como recuerda Basadre, que hemos tenido tres tipos de federalismo: a) el supranacional, con la bolivariana Constitución vitalicia, que pereció en semanas; b) el infranacional, dirigido hacia la separación del sur y la Confederación Perú-Boliviana, que pereció a sangre y fuego en 1839; y, c) el nacional, expresado utópicamente en las cartas de “El Solitario de Sayán”, José Faustino Sánchez Carrión, con su propuesta en las constituyentes de 1823 y de 1828; así como el proyecto inoportuno de Constitución federalista de Piérola en plena guerra con Chile.

Eso no ha prosperado porque el Perú nació unitario, siguiendo la tradición imperial incaica y virreinal. Así como la Argentina, Estados Unidos, Venezuela o Brasil son federales... porque nacieron federales. Por eso debemos recordarle a los regionalizadores que lo que se pretende instalar es escisionista y separatista; que no iremos a un Estado Federal ni a una Confederación. Hemos construido teóricas regiones como un ensayo para descentralizar y desconcentrar, no para pulverizar la unidad nacional. Debemos respetar el mandato fundacional de los primigenios padres de la Patria, que en 1823 dijeron en un artículo pétreo de esa Constitución, que es nuestro pacto social incambiable: “Artículo 1º.- Todas las provincias del  Perú reunidas en un solo cuerpo  forman la nación peruana”. Esa fue la primera Constitución de la República. Ese es un mandato del ayer a los de hoy: formar un solo cuerpo nacional. Nuestro bloque constitucional es esa Carta más la de 1979 y los Pactos de Derechos Humanos.