Alfredo Torres G.
IPSOS
A pesar de la exitosa operación en el VRAEM que culminó con el abatimiento de "Alipio" y "Gabriel", la confianza en la gestión presidencial ha seguido deteriorándose. El 29% de aprobación que registra este mes representa una caída acumulada de 22 puntos desde abril. El desplome también afecta a Nadine Heredia, que es ahora aprobada por el 36% de la población, así como a las demás autoridades públicas.
La muerte en combate de tres líderes narco terroristas fue recibida con satisfacción por el 81% de la ciudadanía. Para la gran mayoría de los entrevistados el éxito del operativo se debe al trabajo conjunto de las Fuerzas Armadas y la Policía así como a la labor de inteligencia. Sin embargo, muy pocos
destacan el respaldo gubernamental.
Un factor que puede haber afectado la imagen presidencial es la gran preocupación que tiene la opinión pública por la infiltración del narcotráfico en el Estado – para tres de cada cuatro es grave o muy grave – y la percepción de que la ex congresista nacionalista Nancy Obregón fue una importante contribuyente
de la campaña electoral que llevó al triunfo a Ollanta Humala.
A pesar que es el gobierno actual el que la ha detenido, la ciudadanía podría estar esperando un deslinde mayor del Presidente con su ex colaboradora.De otro lado, la mayoría siente que Humala está aislado políticamente debido, sobre todo, al incumplimiento de promesas y a la falta de diálogo con otros grupos políticos. La ciudadanía espera una relación de mayor cooperación entre el gobierno y la oposición.
Cualquier diálogo con la oposición requeriría la participación de sus principales líderes, que son, según la opinión pública, Alan García y Keiko Fujimori. Como se sabe, la relación con ambos se ha deteriorado considerablemente en el curso de los últimos meses. En el primer caso por las críticas de Humala al “Estado
panzón” y las investigaciones de la mega comisión del Congreso al ex Presidente. En el segundo caso, por no haber indultado a Alberto Fujimori.
El riesgo para Humala es que un acuerdo con sus opositores que implique muchas concesiones sea percibido como una nueva “repartija”. Más que acuerdos, lo que la ciudadanía parece estar esperando es un cambio de actitud: más diálogo y menos confrontación.
Lograr algún grado de entendimiento con la oposición para que disminuyan las tensiones no parece ser suficiente para que el Presidente recupere el apoyo popular. Las encuestas señalan reiteradamente que las principales razones de desaprobación son el incumplimiento de promesas y el incremento de la delincuencia. El gobierno requiere demostrar que sí viene cumpliendo muchas de sus ofertas de campaña – por ejemplo, en materia de inclusión social – y lograr resultados más visibles en seguridad ciudadana.
El otro ámbito en el que el Presidente tendría que mostrar mayor liderazgo y dinamismo es en la promoción de la inversión y la eliminación de trabas burocráticas para evitar la desaceleración de la economía. Si el ritmo de crecimiento disminuye, se incrementará el malestar de la población. Si, por el contrario, la opinión pública percibe a Humala comprometido con el impulso al desarrollo económico y social, podría recuperar el índice de aprobación a su gestión y, lo que es más importante, la confianza de la ciudadanía en el país.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario