Néstor A. Scamarone M.
Estamos conmovidos y sorprendidos por la extraña reunión entre el Presidente de “La Comisión Lopez Meneses y el Presidente Humala” que se puso en evidencia, cuando el periodismo se enteró a través de dos versiones: el Congresista García Belaunde manifestó que fue una reunión casual y el señor Humala manifestó: “…me la pidió y de inmediato se la dí...”; ¿Quién miente? ¿otro pacto infame?
Los "tejadas y tajadas" a órdenes de la pareja presidencial gobernante han destilado su veneno a través de una maldita obsesión y esa es "inhabilitar", pero no lo lograrán jamás y esa obsesión los matará de odio.
A García lo están fortaleciendo y víctimando sin pedirlo, lo triste es que el pueblo peruano sabe captar y entender que en la acusación constitucional de los narco indultos no hay delito, al menos que crudamente pensemos que el mismo ex mandatario haya organizado un “grupo-banda para delinquir”, vendiendo al menudeo los indultos y eso es creer en ficciones o ser un evidente débil mental; más aún, contribuyendo el propio ex presidente a auto inculparse y suicidarse con el delito, cuando en los propios informes con su puño y letra opina y cambia los plazos de los indultados ¿Quién va a creer esto?; vale decir, como en un mercado persa: a "2000 dólares por indulto".
Disculpará el lector me exprese de esta manera tan poco convencional y cruda, pero eso es la verdad y lo que dan a entender los "tejadas", creyendo y subestimando a los peruanos, como si no supiéramos pensar con criterio y un mínimo de deducción lógica.
Maurico Mulder ha manifestado que los miembros de la megacomisión se están equivocando una vez más porque el Tribunal Constitucional ha señalado que no se puede hacer imputaciones de infracción constitucional, si ésta no está desarrollada por ley y no existe esa ley, todo eso va a quedar en nada, es fácil entender para cualquier estudiante de derecho, que hay que tipificar y probar el delito específicamente.
Se ha inventado la figura de la asociación ilícita para delinquir, porque consideran que Alan García tenía que saber. La megacomisión tendrá que demostrar lo que dice porque no hay una sola prueba evidente.
No hay que olvidar que el presidente tiene la atribución, que le concede la Constitución para dar (conmutaciones de pena a reos) a su criterio y entender. Pero la atribución de un ex presidente no puede ser enervada por una posición política de la “mega comisión de los sicarios”.
Si hubo situaciones irregulares por debajo de él, eso se debe individualizar y la fiscalía tiene que Es un dictamen emitido por cuatro enemigos políticos sin ninguna imparcialidad, que expresa el temor de quienes se saben derrotados popularmente y solo buscan obstaculizar al adversario formulando acusaciones sin fundamento jurídico o consecuencia real. Sorprende la insistencia, el odio, rencor o demencia persecutiva de algunos integrantes de la dizque “mega comisión o colisión”, empezando por sus conocidos sicarios.
El país entero y todos los medios de comunicación, están sorprendidos por la oscura estrategia montada por el Gobierno del señor Humala, apoyada por Perú Posible e incluso “algunos” de los grupos fujimoristas, para tratar de inhabilitar, descalificar política y moralmente al ex presidente García y sacarlo del camino presidencial del 2016; de esa manera, poner en posición privilegiada, capaz y nuevamente la “reelección conyugal”. Cuidado se equivoquen, se desgasten en vano y capaz hasta la muerte política y el ex presidente García no se lance.
Alan García ha dicho: “La obsesión por vetarme para que no compita electoralmente tuvo como objeto la reelección conyugal y ahora es impulsada por el rencor así como por la incapacidad de superar los logros de mi gobierno en crecimiento, obras y reducción de la pobreza”.
Finalmente, dijo que recibe la decisión de la megacomisión, con serenidad y “como un homenaje a mi vida política”. “Es solo un paso en una larga batalla y estoy seguro de que las fuerzas realmente democráticas superarán más adelante esta etapa de mediocridad y odio”.
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