El inicio del fin

Por Mauricio Mulder

Con una ingenuidad digna de mejor causa, que por supuesto me inhibe de nombrarlo, un congresista acaba de declarar que va a apoyar la nueva ley de prensa porque los periódicos nunca lo entrevistan. Se queja de que estos solo entrevistan a otros congresistas y no a él, que tiene muchas cosas "interesantes que decir" (sic).

Con menos ingenuidad sin duda, y con doble intención, el Presidente de la República la semana pasada se inmiscuyó en un entredicho entre dos grupos periodísticos, tomando partido en favor de uno de ellos y llamando "vergüenza" a la operación por la que El Comercio le ganó a La República la compra de Epensa. A la semana siguiente, es decir ayer, La República le hace una entrevista súper franelera a la señora Humala, con titular abridor en portada y foto póster de colección.

Son dos ejemplos claros. Ambas actitudes demuestran que la verdadera intención de quienes hoy hablan de la concentración en la prensa escrita no es la de limitarla ni luchar contra un acaparamiento, sino la necesidad de controlar el contenido de los medios de comunicación en favor del Gobierno. Ahí está el detalle.

Lo demás es una ingenuidad propia de uno de los más grandes e insignes ingenuos en nuestra vida política que es Mario Vargas Llosa, genio en literatura, desastre en política y en conocimiento de la realidad nacional. Ya está ocurriendo: a partir del tema EC-LR, el poder político por boca del ministro Figallo y del propio Humala, el tema va a pasar al Parlamento, donde terminará como en la Argentina de Kirchner, yendo más allá de lo que sus autores supongan. Y será el inicio del fin del Perú actual y el salto al vacío que tantos temieron pero parecen haber olvidado.