Por ALFREDO BARNECHEA
Ultima
entrevista a Víctor Raúl Haya de la Torre, celebrada en VILLA MERCEDES por el
conductor del programa Contacto Directo del Canal 4 TV, Alfredo Barrenechea en
mayo de 1978.
BARRENECHEA: Usted dijo en su discurso en la Plaza
San Martín (Lima, 6 de enero de 1978 N.R.) que estaba más cerca de la muerte
que de la vida; pero ¿qué sintió usted cuando en 1932 estuvo al borde de la
muerte por fusilamiento? ¿Cómo fue su experiencia en ese momento?
VICTOR RAUL: Bueno, ese es otro tipo de
experiencia porque uno está al borde de la muerte incidentalmente. No es nada
que generalmente sea una cosa fatal, no es como por ejemplo cuando uno tiene 83
años y sabe que está más cerca de la muerte que de la vida. Con todo en ambas
situaciones hay condiciones diferentes que se refieren al momento en que se
vive y a la actitud en que uno está para enfrentarse a la vida.
BARNECHEA: ¿Cuál es la actitud de una persona de
83 años para enfrentarse a la vida política?
VICTOR RAUL: Bueno, si se siente bien, si se
siente fuerte, si se siente vigoroso, es la actitud de un joven. Hay muchos
jóvenes viejos. En mi caso yo me siento joven todavía. Sobre todo joven de
mente, joven de los cinco sentidos, que es algo muy importante.
BARRENECHEA: Víctor Raúl, usted ha dicho hace
algunos años que considera que el Partido Aprista no debe hacer más alianzas;
eso lo declaró usted en la revista Caretas hace algunos años- ¿Usted cree que
las alianzas del Partido a partir de 1956 le hicieron daño al Apra?
VICTOR RAUL: No, porque las alianzas en ese
momento son alianzas de formación y en esto todos los grandes revolucionarios y
los grandes expertos en problemas de relaciones, han dicho que es una necedad
no pensar en alianzas. No hay partido en el mundo que no haya celebrado
alianzas. Además nosotros no hemos celebrado nunca una alianza sustantiva, una
alianza fundamental. Hemos celebrado alianzas parlamentarias, compromisos
efímeros que han tenido solamente duración muy limitada, además compromisos de
urgencia. Nosotros hemos sido un partido muy perseguido, un partido muy
asediado y nosotros requeríamos, en un momento casi desesperado, buscar quien
nos ayudara o quién nos entendiera. El problema en el Perú es que no hay
entendimiento político, porque no hay educación política. Es un problema de
ignorancia, es un problema de incomprensión por falta de capacidad y de
preparación.
BARRENECHEA: En observaciones tejidas en torno a
la experiencia del 45 al 48, se habla mucho; hay muchos libros escritos- sobre
los alientos que el Partido Aprista daba a insurrecciones militares o
insurrecciones populares contra el régimen legalmente constituido. ¿Qué hay de
esto?
VICTOR RAUL: ¡Eso es falso! Esos son productos de
la imaginación enfermiza de los opositores del Apra. Eso no tiene ninguna
veracidad. Nosotros fuimos leales cooperadores y leales aliados del gobierno
constituido... Yo no quisiera hablar más de esto porque tendría que asomarme al
problema de las personas.
BARRENECHEA: Antes que nada ¿cuál es su opinión
sobre Leguía?
VICTOR RAUL: Muy buena opinión.
BARRENECHEA: ¿Usted lo catalogaría como uno de los
grandes personajes de este siglo en el Perú?
VICTOR RAUL: Sí. Como el mejor presidente civil de
este siglo. Desgraciadamente, un presidente desviado, mal aconsejado, adulado y
vulnerable a esas adulaciones.
BARRENECHEA: ¿Por qué usted que comienza hacer
política con el régimen de Leguía, oponiéndose en 1923 en las jornadas de mayo
contra su gobierno? Que muy joven es candidato a la presidencia en 1931, a
veces me da la impresión que usted se representa la historia peruana como un
diálogo exclusivo entre el Apra, como partido popular, y el ejército en ese
momento representante de la oligarquía, y que esto es verdad más o menos hasta
1956; pero que a partir de 1956 aparecen una serie de otros partidos en la
historia peruana, otros movimientos y otras personalidades y que usted no ha
sabido o no ha querido acomodarse a esta realidad.
VICTOR RAUL: Es verdaderamente injusto; porque no
corresponde a la realidad. Nosotros quisimos sobre todas las cosas una buena
amistad con el ejército y eso fue lo que nuestros enemigos se preocuparon en
impedir. Nosotros quisimos que la población civil y la población militar
vinieran a juntarse, a unirse y a comprenderse. Yo he tenido muchos amigos
militares y muchos amigos militares predispuestos a entendernos, predispuestos
a acercarse al Apra; pero eso fue deliberadamente impedido por los enemigos que
calcularon muy bien donde estaban los obstáculos.
BARRENECHEA: Yo me refería, Víctor Raúl, no a la
relación entre el Apra y el ejército, sino me refería a otros partidos que
aparecieron después del año 56. La pregunta va a lo siguiente: ¿No cree usted
que le ha hecho daño al Partido Aprista la frase de SOLO EL APRISMO SALVARA AL
PERU ¿No le ha dado imagen de partido
sectario?
VICTOR RAUL: No, el Aprismo necesitaba una voz de
afirmación, una voz optimista y segura, además; no una voz ilusoria, sino una
voz que representaba la promesa y el compromiso. Esa voz era un reto para
nosotros, una obligación histórica que nosotros contraímos. Un desafío que le
hacíamos al país.
BARRENECHEA: Ahora, esas circunstancias ¿No cree
usted que han cambiado ya y que hoy es necesaria la colaboración con otras
fuerzas sociales, políticas, institucionales que hay en el país, toda vez que
el Partido Aprista ya es reconocido como el Partido más importante en la vida
peruana?
VICTOR RAUL: Sí, pero todo eso es Aprismo.
Nosotros necesitamos continuar la modelaciòn del Partido. En eso pienso yo
seriamente, porque eso corresponde a la etapa en que yo ya no voy a vivir. Hay
que dejar un Partido fuerte, sólido. Un partido moderno, contemporáneo. Un
partido que realmente represente la unidad monolítica y la fuerza organizada.
BARRENECHEA: Dígame usted, se habla mucho -incluso
en sus discursos usted lo ha mencionado- de las similitudes entre el Programa
del Partido Aprista de 1931 y el programa del gobierno militar desde 1968 y yo
quisiera preguntarle; no qué cosas son similares, sino cuáles son las diferencias
fundamentales entre el programa del gobierno militar y el Programa aprista.
VICTOR RAUL: Lo fundamental es la falta de
democracia. Nosotros suponíamos crear un movimiento y llegar a un gobierno que
fuera inseparable del pueblo y que realizara la educación del pueblo. Al mismo
tiempo que se gobernaba, se educaba. Eso faltó. Faltó el otro protagonista. El
gobierno militar fue un gobierno autoritario, un gobierno totalitario que se
consideraba monopolizador de todas las sapiencias del estadista y eso era artificial
y falso; por eso hemos llegado a la situación que estamos.
BARRENECHEA: Usted ha... Le hablaba yo de la
experiencia del 45 al 48 pero hay otra experiencia importante que es la
experiencia de 1963-68 en donde hubo obstrucciones, vetos, incomprensiones
entre el partido que había logrado el ejecutivo y el partido que había logrado
la mayoría parlamentaria. ¿Usted no cree que en el futuro -a partir de 1980-
esta situación no debería volver a repetirse?
VICTOR RAUL: Sí, habría que procurar que no se repita,
pero habría que procurar muchísimo que nuestros líderes políticos se educaran
mejor para la vida cívica y para las relaciones entre las organizaciones
colectivas y las organizaciones gubernamentales.
BARRENECHEA: ¿Cuáles serían las reglas de juego que
usted propondría para esos entendimientos políticos?
VICTOR RAUL: Bueno, las reglas de juego son muy
difíciles de dictar, así como las reglas del ajedrez; pero hay que dejar una
buena parte a la imaginación. Yo creo mucho en la imaginación. En 1968 estuve
en París cuando se produjeron los sucesos que todos conocemos, sucesos
estudiantiles, etc. Y yo me acuerdo que una de aquellas noches en que yo me iba
diariamente al Barrio Latino para ver como marchaba el proceso que tenía mucha
similitud con nuestro movimiento de la Reforma Universitaria de 1918, como fue
dicho y comentado por gente que había vivido los dos sucesos. Yo leí una vez
escrito en un muro y con letras toscas de propaganda mural, algo que no olvidé:
"le imaginacion up phoder" -la imaginación al poder- Aquí lo que
falta es Imaginación y hay una torcida fantasía que es lo que obstaculiza todos
los caminos de la buena política.
BARRENECHEA: Yo quisiera volver a la pregunta que
le había hecho sobre la experiencia del 63 al 68. Allí hubo toda una polémica
-en parte teórica y en parte política- sobre cuál era el principal poder del
Estado; pero uno aprecia en el mundo contemporáneo; en la política del mundo
contemporáneo- un decrecimiento del rol del Parlamento y un reforzamiento del
rol Ejecutivo. En Francia, por ejemplo, fue el famoso ejemplo del general De
Gaulle, con esa primacía presidencial ¿Usted no cree que una sociedad moderna
exige revisar; los, llamaríamos- excesivos atributos del parlamentarismo?
VICTOR RAUL: No. Creo que una sociedad moderna debe afirmar fuertemente el poder del Parlamento. En la Constitución del Japón, por ejemplo, se dice el Parlamento es el Primer Poder del Estado. Esa fue la revolución inglesa de Loocke y Loocke lo dijo: "El Parlamento es el Primer Poder del Estado". Esa es la sustancia y la esencia del gobierno inglés. Esa es en el fondo la voluntad del gobierno de Estados Unidos. El Parlamento debe tener la primacía, porque educar al parlamento es sumamente importante. Lo que ocurre es que, cuando un Parlamento no está educado y en vez de hablar, grita y en vez de discutir, rifle, pelea, entonces ....
VICTOR RAUL: No. Creo que una sociedad moderna debe afirmar fuertemente el poder del Parlamento. En la Constitución del Japón, por ejemplo, se dice el Parlamento es el Primer Poder del Estado. Esa fue la revolución inglesa de Loocke y Loocke lo dijo: "El Parlamento es el Primer Poder del Estado". Esa es la sustancia y la esencia del gobierno inglés. Esa es en el fondo la voluntad del gobierno de Estados Unidos. El Parlamento debe tener la primacía, porque educar al parlamento es sumamente importante. Lo que ocurre es que, cuando un Parlamento no está educado y en vez de hablar, grita y en vez de discutir, rifle, pelea, entonces ....
BARRENECHEA: Usted no cree... sabe, usted me ha
... Me parece que usted estuviera describiendo una situación futura. ¿No cree
usted que pueda pasar algo parecido a lo que usted dice en la Asamblea
Constituyente?
VICTOR RAUL: Hay que procurar que no sea así.
BARRENECHEA: Pero evidentemente es uno de sus
principales peligros.
VICTOR RAUL: Ya lo creo, porque siempre hay ese
lado turbulento y primitivo e infantil de la política. Y nosotros tenemos que
procurar la iniciación de la forma educativa del Parlamento. El Parlamento debe
ser educado en la forma como le ha permitido por ejemplo, al parlamento inglés
gobernar tantos siglos con un respeto absoluto de los derechos humanos, con un
respeto que va conquistando más y más los privilegios que tiene el individuo,
el ser humano.
BARRENECHEA: Usted ha señalado varias veces, que
la crisis actual es una crisis peor que la crisis de la guerra con Chile ¿Por
qué?
VICTOR RAUL: Porque están las cifras que lo dicen.
Porque nosotros llegamos a la guerra con Chile con las posibilidades de un
respaldo económico. Hoy no lo tenemos. El contrato Grace fue un respaldo, fue
una salida económica. Teníamos el ferrocarril central, teníamos el guano, teníamos
los ferrocarriles que hizo Balta, hizo Piérola. El contrato Dreyfus sirvió para
eso. Piérola, Balta y los hombres de esa época, -los progresistas, los
realmente creadores- tuvieron un sentido de previsión. Por lo menos esa es la
influencia de Meiggs, esa es la influencia de los hombres que se abrieron el
camino para sentar las bases de una construcción material, de una
infraestructura material. Hoy no la tenemos. Se ha creado ensayos de aventura
más espectaculares que estructurales.
BARRENECHEA: A propósito del problema con Chile,
es un problema que hay que ventilar públicamente, en la medida que es un
problema nacional, es un problema que interesa a todo el país. Vinculado con
este problema hay un problema muy álgido que es el del armamentismo. Uno de los
renglones más importantes de la deuda externa es la compra de armamentos. Esto
tiene otro factor que es que a partir de la crisis del petróleo en 1,973 una de
las formas de reciclaje económico, una de las formas en que los países
desarrollados han recuperado los dólares transferidos a los países de la OPEP,
han sido la venta de armas. Pero evidentemente hay que poner coto a esta
Situación. ¿Qué solución ve usted para este problema del armamentismo? ¿Llegado
al poder el Apra continuará en esta política de compra de armamentos?
VICTOR RAUL: Debíamos procurar no olvidarnos de un
consejo que en Europa se dio a los alemanes: "Nunca crear más de un
frente". No ser un país con una predisposición estratégica para pelear con
cuatro o cinco, o para rivalizar con cuatro o cinco -Primero habría que tener
una diplomacia inteligente, Una política internacional más constructiva. En
primer término yo soy integracionista de manera que no creo que haya solución
de los problemas nacionales sin un viraje integral de la solución
integracionista. La integración de nuestros países va a ser una presión
histórica va a ser un mandato y un imperativo. En fin; pero eso lo dejamos al
futuro, eso es la tarea de todos los pueblos grandes. Unirse, sin unión para el
Perú no hay solución. Si nosotros miramos el asunto desde un punto de vista
puramente nacional -estrictamente nacional-, entonces nosotros no vamos a
alcanzar resultados muy favorables, nosotros necesitamos mirar primero a
resolver nuestros problemas desde un punto de vista continental.
BARRENECHEA: No, fíjese Víctor Raúl, yo comparto
esa visión, pero en la práctica actual del Pacto Andino, por ejemplo, se
encuentra en problemas muy serios, entre tanto no Ileguemos a esa situación de
integración. Yo le había hecho una pregunta muy concreta. ¿Si el Apra Ilegaría
al poder continuaría o no continuaría con la compra de armamentos tal como se
ha hecho hasta este momento por parte del gobierno militar?
VICTOR RAUL: Tan pronto como nosotros debemos
considerar el problema yo le diría, a usted que no. En principio no; pero es
que hay que ver la estrategia que impone esta respuesta. Nosotros necesitamos
crear otro tipo de diplomacia, otro tipo de relación. ¿Cuál es el objetivo de
nuestra política internacional? ¿Cuál es nuestra posición respecto de Bolivia,
que es un vecino muy cercano y que puede resultar en cierto momento muy
incómodo? ¿Cuál es la relación nuestra con los demás países? El Pacto Andino
está mal planteado. El Pacto Andino lo que tiene de difícil radica en su
origen. El Pacto Andino es un pacto de dos gobiernos constitucionales y cuatro
dictaduras.
BARRENECHEA: Mirando al futuro ¿Usted cree que el
conflicto del mundo va a resolverse entre el capitalismo y el comunismo?
VICTOR RAUL: Bueno, en cierto modo sí, pero yo
creo que van a venir nuevas que van a determinar otras soluciones de las cuales
el comunismo va a ser superado; porque el comunismo no se ha realizado, estamos
en la etapa del capitalismo del Estado. El comunismo no ha llegado a cumplirse
y yo creo que los líderes rusos -especialmente Lenin- va a quedar como el
fundador de un nuevo tipo de capitalismo que inicia un camino diferente del que
hasta ahora se ha seguido.
BARRENECHEA: Yo le hacía esa pregunta para ligarla
después a América Latina. De alguna manera hay dos polos, dos ejemplos en
América Latina que son Puerto Rico -de un lado- y de otro lado, Cuba. ¿Cree
usted que los próximos 20 años va haber una división. de los países
latinoamericanos orientándose unos hacia el modelo de Puerto Rico, de una
colonia asociada al imperio norteamericano y otro hacia Cuba, una colonia
asociada al imperio soviético?
VICTOR RAUL: Bueno, eso es lo que quieren
seguramente Rusia y los Estados Unidos, cada uno en sus respectivas
direcciones. Pero yo veo que la solución va a ser otra...
BARRENECHEA: ¿Cuál sería?
VICTOR RAUL: La solución va a ser el triunfo de
una revolución técnica y la tecnificación del nuevo concepto revolucionario. En
los pueblos desarrollados se ha producido un fenómeno diferente de los pueblos
subdesarrollados y yo creo que ese tipo de revolución diferente es el que vamos
a vivir o van a vivir las generaciones jóvenes.
BARRENECHEA: Víctor Raúl que imagen guarda
usted... ¿Cómo cree que recordará la historia al general Velasco?
VICTOR RAUL: Bueno, como un intento de realización
frustrado por falta de calidad y conocimiento del hombre que pretendió
realizarlo.
BARRENECHEA: Víctor Raúl, yo quería pasar a un
tema personal nuevamente. La política y la historia a veces están determinadas
por incidentes personales. El famoso asesinato de Francisco José,
desencadenando la primera guerra, por ejemplo. Hay un famoso examen, el examen
que a mi juicio le salió más caro a este país. El examen universitario que le
tomó a un estudiante llamado Haya de la Torre, un profesor llamado Luis Miró
Quesada ¿Cómo fue ese incidente?
VICTOR RAUL: El examen fue... y a mí me es triste
el tener que desmentir un reportaje que hizo el mismo señor que dirigió el
examen. Un reportaje reciente cuando dice que los examinadores eran el doctor
Ricardo Dulanto -que no fue examinador- él y el señor Iberico. El jurado lo
formaron él, el señor lberico y el doctor Borja García, un señor Borja. No, no
formó parte el doctor Ricardo Dulanto que él lo vincula; porque Ricardo Dulanto
fue después secretario de Leguía. No tomó parte. Y el examen fue simplemente
que me llamó a preguntarme en primer término: Medio y Educaci6n, en segundo
término: Educación Popular. Yo le contesté y él me replicó que eso no lo había
enseñado en clase. Hay que saber que el doctor Miró Quesada fue tachado en la
Reforma Universitaria, tachado por mi, por Raúl Porras Barrenechea quienes
éramos sus alumnos y por dos o tres provincianos más.
Primero lo tachamos porque considerábamos que no
sabía enseñar y por esa tacha vino la venganza del examen de 1923, porque ese
examen fue en enero de 1923. La fecha que él da es también equivocada. Están
ahí los documentos en la secretaría de la Facultad de Letras. Fue un incidente
de maestro y alumno que adquirió una gravedad desproporcionada y una resonancia
que ha ido adquiriendo mayor dimensión justamente porque los personajes hemos
tenido que actuar en el campo político.
BARRENECHEA: Se les ha acusado a ustedes -se le ha
acusado a usted concretamente de tener una suerte de complejo de Adán. De
reaccionar frente a los problemas con la frase: Nosotros ya lo hemos dicho en
1931, lo hemos dicho en el Programa Máximo de ese año. Yo quería preguntarle a
usted. ¿Qué es lo que el Apra, -aparte de ser una.... un fragmento fundamental
de la historia peruana de este siglo- que deja para el futuro? ¿qué propuesta
tiene para el futuro? ¿qué propuesta tiene para cuando haya que cambiar todas
las nuevas maneras de organizar las sociedades por la escasez de energía,
cuando el petróleo se acabe, cuando nos enfrentemos a una situación en la cual
haya que innovar tecnológicamente, aceleradamente? En un mundo interdependiente
que ya no es el mundo de 1931. ¿Qué plantea el Apra en ese momento? ¿No forma
parte, más que del futuro, del pasado de este país?
VICTOR RAUL: No, es que justamente el programa del
Apra está... Debe comenzar a aplicarse. El programa del Apra tiene como
fundamento el pueblo peruano. No inventar una realidad que no existe sino
descubrir la realidad del pueblo peruano. Ese es el más importante significado
de nuestro programa. Nosotros hemos hecho un planteamiento, diferente, porque
nosotros no vivimos atentos a lo que hace Alemania, Italia o Rusia. Nosotros
creemos que esas realidades son completamente diferentes de la nuestra. Esa fue
la experiencia justamente que yo gané en mis 18 años de estar en Europa. No hay
paralelo posible y a partir de que no hay paralelo posible, viene nuestro
planteamiento de que si los problemas son diferentes, las soluciones tienen que
ser diferentes también.
BARRENECHEA: ¿Usted conoció mucho a José Carlos
Mariátegui?
VICTOR RAUL: Bueno...
BARRENECHEA: Mariátegui, ¿fue aprista?
VICTOR RAUL: Mariátegui fue aprista cuando se
fundó el Apra hasta el año 28, cuando él ya comienza a enfermarse ¿no?
Mariátegui fue amigo. El no participó en las jornadas del 23 de mayo, él trajo
sus ideas de Europa muy empapadas de la literatura italiana que había traducido
a Marx y él tuvo esa imagen europeísta, Como lo dice el prólogo de su obra
central "Siete Ensayos". Cuando él acepta nuestro término Indoamérica,
pero dice que Indoamérica debe estar modelada, pues, bajo la inspiración
europea y que sin Europa, sin la experiencia europea no hay una verdadera
concepción auténtica indoamericana.
BARRENECHEA: Ahora él en 1928 justamente en el
famoso editorial de la revista AMAUTA, cuando el Apra empieza a convertirse de
un frente en un partido, Mariátegui rompe muy claramente con ustedes.
VICTOR RAUL: ¡El 28! ¡28!...
BARRENECHEA: Hay otra gran figura de la historia
de la cultura peruana que es César Vallejo que fue amigo suyo...
VICTOR RAUL: iPero, César Vallejo fue un poeta!
BARRENECHEA: Lo dice como si fuera algo
despectivo...
VICTOR RAUL: ¡No! Fue un poeta, Como si dijera fue
un escultor.
BARRENECHEA: ¿Fue amigo suyo?
VICTOR RAUL: Sí, mucho.
BARRENECHEA: ¿Qué cosa recuerda principalmente de
Vallejo?
VICTOR RAUL: Bueno, nosotros hemos entrado juntos
a la Universidad. Nosotros hemos participado de los primeros años de relación.
Nosotros hacíamos la vida que hacen los estudiantes y nosotros discutíamos
mucho sobre poesía, literatura, en esa época leíamos mucho juntos, estudiábamos
juntos. El no era muy amigo del deporte, yo sí y por eso discutíamos; pero era
muy bueno, era una excelente persona.
BARRENECHEA: ¿Qué cosa leían ustedes?
VICTOR RAUL: Poesía... leíamos por ejemplo
"Las flores del mal" de Baudelaire, leíamos el prólogo de Teófilo
Gautier. Todo eso. Nosotros leíamos las novelas de Eca de Queiros, nosotros
leíamos toda esa literatura de la época y nos gustaba mucho también la poesía
española, los Machado y Rubén Darío. Cuando murió Rubén Darío, nosotros le
hicimos un funeral pagano y cuando terminó ese funeral que fue el año 1916 ó
17, entonces Vallejo proclamó que Darío había muerto y aquella escena -en una
noche, en un restaurante de Trujillo Ilamado Los Norbos- culminó cuando Antenor
Orrego proclamó a Vallejo el primer poeta de América. Eso era... parecía una
ilusión, nos parecía una fantasía; pero nosotros lo tomamos en serio, como un
vaticinio, como la seguridad de algo que iba a cumplirse. Lo coronamos aquella
noche, él lloró con toda seriedad y todos nos quedamos convencidos de que
habíamos consagrado al Primer Poeta de América. Si la profecía no se hubiera
cumplido, habríamos comentado este incidente como algo ridículo, pero hoy
estamos convencidos que fue el principio de una nueva era en la vida del
pensamiento literario latinoamericano. Después de esto muchísimos adeptos y
seudo adeptos han venido a sumarse a la Corte de Vallejo, pero nosotros lo
honramos mucho porque realmente vimos en él las características del genio desde
su aparición.
BARRENECHEA: Usted me hablaba hace algunos días de
Mario Vargas Llosa y un libro suyo de ensayo sobre Bovary. Recuerdo haber
conversado en este mismo sitio con usted y con Mario una noche hace algo más de
un año y medio sobre ese libro. ¿Qué libro de Vargas Llosa le ha impresionado
más?
VICTOR RAUL: "La Ciudad y los perros",
es el que más me gusta porque me parece más vivido, más real.
BARRENECHEA: Yo siempre he tenido con usted una
discrepancia sobre la literatura de Vargas Llosa, porque yo creo que la novela
más perfecta de él es "Conversación en la Catedral" ¿Por qué no le
gusta a usted?
VICTOR RAUL: No me gusta porque es una
conversación que no refleja al conspirador. Yo he sido conspirador, en eso sé
más que Vargas Llosa. Vargas Llosa cree que la revolución se puede conversar en
una mesa de café. Yo he sido enemigo de los conversadores revolucionarios en
mesas de café tanto en París, como en Londres, como en Nueva York, como en
Lima.
BARRENECHEA: Pero si usted ha sido un conspirador
tan permanente, un conspirador profesional tan eficiente ¿Por qué no tomó nunca
el poder?
VICTOR RAUL: Bueno, porque yo quise que el poder
fuera siempre en estos países -para ser poder educador- por las vías legales, y
las vías legales nunca se me abrieron.
BARRENECHEA: ¿Y cómo juzga el caso de un gran
amigo suyo; a cabo de estar hace unos días en Caracas- Rómulo Betancourt que en
1945 llevó su partido a tomar el poder por vía insurreccional?
VICTOR RAUL: ¡Ah!, bueno él tuvo otra escena en que actuar y tuvo otros hombres con quien hacer. Nosotros -sobre todo en el campo militar- no tuvimos la cooperación que tuvo Rómulo en muchos sectores del ejército venezolano, entre la juventud militar que fue muy inteligente, muy alerta y muy comprensiva para su programa.
VICTOR RAUL: ¡Ah!, bueno él tuvo otra escena en que actuar y tuvo otros hombres con quien hacer. Nosotros -sobre todo en el campo militar- no tuvimos la cooperación que tuvo Rómulo en muchos sectores del ejército venezolano, entre la juventud militar que fue muy inteligente, muy alerta y muy comprensiva para su programa.
BARRENECHEA: Usted, aparte de haber sido amigo de
Vallejo, de haber leído a Baudelaire juntos, es aficionado a la música y ha
tenido siempre una tentación por el arte. ¿Qué cosa hubiera sido usted de no
haber sido político?
VICTOR RAUL: Cualquier cosa que no fuera ser algo
muy notable. Como no pude ser notable como pianista, como violinista, como
poeta, pues me dedique a otra poesía, que es la poesía que crea los pueblos y
que los interpreta y los ama y los siente.
BARRENECHEA: ¿Me permite una pregunta, un poco
irreverente?
VICTOR RAUL: Sí.
BARRENECHEA: El hecho de ser, esto es muy viejo en
la historia... en la tradición del pensamiento político desde Platón y desde
los griegos la diferencia entre los políticos y los filósofos y como había que
hacer a los filósofos reyes. Usted no es un poco más un político-poeta, un
político-filósofo. ¿Habría sido usted un buen Presidente de la República?
VICTOR RAUL: Bueno, yo creo que no se puede ser lo
uno sin ser lo otro. No puede ser uno un soñador, un romántico, un fantaseador.
Hay que ser un hombre práctico, hombre que debe mirar la política en el
reflejo, en el resplandor del sentimiento popular.
BARRENECHEA: ¿Qué pasará, Víctor Raúl, con el
Partido Aprista, que es un partido que ha estado identificado con usted. El
Apra en su historia, y en su ideología ha sido -para lo bueno y para lo malo-
inseparable de su vida, de sus virtudes y de sus defectos. ¿Qué pasará cuando
usted... ya no esté en la Vida con el Partido Aprista?
VICTOR RAUL: Yo creo que habrá un esfuerzo en los
mejores apristas -que están en el pueblo- identificarse con las ideas... Las
ideas tienen que cambiar; pero los hombres, los propósitos y las lealtades que
vigilan esas ideas y que tratan de cumplirlas las mantendrán.
BARRENECHEA: ¿Habrá... un nuevo jefe? ¿O como a la
caída de los grandes dirigentes de organizaciones colectivas habrá direcciones
colegiadas?
VICTOR RAUL: Yo soy partidario de las direcciones
colegiadas. No sé cuales serán las formas que tomen y las direcciones que adopte
el Partido Aprista...
BARRENECHEA: Usted lleva... ¿qué cosa me decía ..
?
VICTOR RAUL: Eso lo dejamos al futuro...
BARRENECHEA: A la imaginación.
VICTOR RAUL: A la imaginación de los que vengan.
BARRENECHEA: Usted tiene sesenta años en la vida
política de este país ¿Usted está contento de su vida?
VICTOR RAUL: ¡Muy contento! Muy tranquilo.
BARRENECHEA: Usted... quiero que me conteste una
pregunta. Haciendo un esfuerzo de modestia y revisando la historia de su vida.
y pensando no en las elecciones del 4 de junio (se realizaron el 18 de junio al
haber sido postergadas), sino, pensando en la posterioridad y en la historia
¿Cuál ha sido el principal error de su carrera política?
VICTOR RAUL: Haber creído mucho en la gente... y
haber confiado mucho en los primeros conceptos que aparecían como normativos de
la vida nacional.
BARRENECHEA: ¿Qué quiere decir con eso?
VICTOR RAUL: Bueno, que... cuando se habla de la
credibilidad, yo la tuve enteriza y completa. Yo creía en todas las ideas y en
todas las palabras que se pronunciaron, cuando yo era joven, y después he visto
que había mucha mendacidad y mucho incumplimiento en todo ello.
BARRENECHEA: ¿Cómo, quiere... y cómo cree que la
historia de este país lo va a recordar el año dos mil?
VICTOR RAUL: No sé, quizás se olviden de mí.
BARRENECHEA: ¿Y si no se olvidan?
VICTOR RAUL: Y si no se olvidan... bueno, bueno no
puedo decir. Eso ya pertenece... a un campo que yo llamaría de la brujería
política.
BARRENECHEA: Pero si yo le he pedido un esfuerzo
de modestia hace unos segundos con una pregunta, ahora le pido un esfuerzo de
vanidad, cómo le gustaría que lo recordaran. ¿Qué cosa es lo principal que
usted cree que ha dejado a este país?
VICTOR RAUL: La comprobación de que he servido. La
comprobación de que no he hecho otra cosa que dedicar mi vida enterizamente al
servicio del país, al servicio del pueblo... Yo he puesto amor, he puesto...
decisión, voluntad y he hecho todo lo posible por servirle.
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