Por HERNÁN HURTADO
Arqueólogo 

El aprismo no solamente tiene que transmitirse, tiene que transformarse a razón que el mundo cambia y las necesidades del hombre se complejizan. Esto es, debemos hacer algo más que evocar glorias históricas, debemos evolucionar, ser esencialmente dialécticos de cara al futuro.
¿Qué es ser aprista? ¿Qué se entiende por ser militante aprista, qué significa pertenecer al partido? Y no me refiero a cualquier partido, sino al Partido Aprista. Se podrían dar muchas respuestas y vueltas sobre el tema sin llegar a una respuesta contundente. Incluso desde el mismo Víctor Raúl Haya de la Torre no hay una rígida categorización del militante porque desde la condición [concepción] del frente único se invita y convoca a hombres con vocación de servicio y afines al antimperialismo constructivo. En un análisis histórico se podría afirmar que el militante se convierte desde un punto emocional, como el reencuentro de una identidad popular añorada en el imaginario ancestral, como sí el aprismo hubiese existido desde siempre.
Por ello, la pregunta ¿Qué es ser aprista? no permite una automática respuesta, tampoco una verdad única aceptada por todos los apristas, ya que para ello se exigiría que todos guarden un rasgo común. No existe un"aprista-tipo", no hay rasgos comunes que permitan dejar arbitrariamente a ningún aprista fuera de esta definición. Y como esto es naturalmente imposible, del mismo modo lo es dar una respuesta totalmente objetiva y mucho menos aseverativa. Cada respuesta obedece a una definición. Y las definiciones deben obedecer a la realidad sin caer en juicios parciales,como esto es relativo, las respuestas muchas veces evidencian subjetividades y atributos personalistas. Ninguna respuesta es satisfactoria, en consecuencia todo aprista hace el ejercicio propio de saber definirse dentro de un marco axiomático.
"Ser aprista” es hacerse partícipe del destino histórico común de la justicia social, compartiendo los valores democráticos, ejerciendo la docencia política, cultivando e interpretando la doctrina, conociendo la historia, modernizando el quehacer político.
Fe, unión, disciplina y acción son formas y valores apristas de aproximarse al ideal, son normas para mejorar como apristas y contribuir al perfeccionamiento democrático. Lo vital y real es que esto se materialice en la conducta, entiéndase como practicar y realizar el aprismo desde cualquier esfera de interacción. De aquí que tiene un efecto social positivo que es convocar ciudadanos por añadidura.
El aprismo posee una gran significación humana que trasciende su contenido ideológico porque como defensor de la libertad, soberanía popular, de los derechos humanos y del estado de derecho, es un llamamiento a la emancipación y reivindicación histórica de los pueblos, reconoce el derecho de todos los pueblos a su libertad, afirma la justicia social y es cátedra viva y efectiva respuesta a formas opresoras y dictatoriales, con la intensificación e historia de militantes y líderes en principios y valores.