Escribe Enrique Valderrama
desde PUNTO DE ENCUENTRO
¿Cuál debe ser la posición del Apra frente al Gobierno de Kuczynski?. Esto es fundamental puesto que perspectivas extraviadas pueden sugerir que el aprismo debe oponerse a todo en un sentido obstruccionista y otros opinan que debe colaborar sin reparos e incluso buscar puestos en el Ejecutivo en un esquema de colaboracionismo sin parámetros. Como puede notarse, con un análisis frío, ambos conceptos son erróneos. Entonces, ¿cuál sería el camino?
Alan García lo ha conceptuado muy bien al señalar: “El Apra es la oposición social. El partido del desarrollo nacional, de los trabajadores, los jubilados, los taxistas, los jóvenes desempleados.” Esto sitúa a la estrella en un plano no táctico de disputa y desgaste con el Gobierno, sino del lado de los intereses de las mayorías y de las reformas y medidas que las deben beneficiar y que lamentablemente PPK y Zavala no adoptan.
Criticamos a la actual administración porque tiene estancada la economía, lo que empieza a sentirse ya en el empleo popular, porque además no retrocede en los proyectos sobrevaluados que heredó del humalismo; porque ha retrocedido en la reforma educativa; presentamos nuestras quejas porque los taxistas y mototaxistas trabajan incansablemente, expuestos a miles de peligros, sin una mínima preocupación del Estado por ellos; porque este Gobierno no presenta una sola medida en favor de la juventud, que aporte a elevar sus posibilidades de empleo y de educación de calidad; somos severos con la tecnocracia ppkausa porque no ofrece salidas para la formalización efectiva de los emprendedores, de los pequeños mineros y porque no tiene una visión integral del fortalecimiento del agro.
A la vez frente a esta realidad proponemos no solo que se reactiven los proyectos mineros paralizados, sino que se gestionen nuevos, pero a la vez un programa agresivo de construcción de infraestructura popular, que coadyuve a la recuperación de los índices de crecimiento; proponemos además seguro y crédito especial para los taxistas y mototaxistas; proponemos el canon comunal para impulsar el desarrollo de las comunidades donde se asienta la minería, lo que además potenciará el agro; planteamos grandes programas para el joven emprendedor, incluido el emprendedor innovador de las ‘startups’; para la titulación universitaria; para empleo joven por impuestos. Todos estos programas y otros agrupados preferentemente en torno a un gran Ministerio de la Juventud. No solo tenemos respuesta mediática, sino también propuesta pragmática.
Nuestra oposición es pues una oposición que nace desde abajo, desde las preocupaciones del pueblo; una oposición social.
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