EN EL NOMBRE DEL PADRE • Convocó a los partidos a gobernar "en igualdad de responsabilidades" • Recibió del JNE la credencial que lo acredita como ganador de las elecciones en nombre de su desaparecido padre • Se reunió con Toledo y hoy lo hará con Michelle Bachelet.
Enrique Patriau.
El discurso de agradecimiento de Alan García Pérez, después de que le entregaron la credencial que lo acredita como ganador de las elecciones, resultó una proclama, una lista de buenas intenciones.
En la ceremonia, meramente protocolar, García aprovechó para resumir sus principales propuestas de campaña, entre ellas, la de llevar adelante un gobierno con la participación de todos los sectores posibles, amplio en su base.
Se trató casi de una respuesta al presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), Enrique Mendoza, quien había concluido su discurso de orden con la siguiente frase: "Estamos seguros de que usted, señor García, gobernará para todos los peruanos y con todos los peruanos".
El presidente electo atendió la demanda y se comprometió, una vez más, a no repetir los gruesos errores del pasado.
"Es imperativo que ofrezcamos a los partidos políticos con representación parlamentaria la posibilidad de conformar un gobierno nacional, en igualdad de responsabilidades", dijo García durante el acto celebrado en el auditorio de la nueva Biblioteca Nacional.
A su padre
La ceremonia empezó hacia las diez con veinte minutos. En el estrado principal se ubicó el pleno del JNE. Frente a ellos, en la primera fila, se sentaron García, su esposa Pilar Nores y los principales dirigentes del Apra, como Mercedes Cabanillas y los secretarios generales Jorge del Castillo y Mauricio Mulder.
Luego, los integrantes de la plancha presidencial ganadora fueron llamados uno a uno para recibir su respectiva credencial.
La segunda vicepresidenta electa, la arequipeña Lourdes Mendoza del Solar, hizo evidente su emoción con una sonrisa amplia; mientras que el primer vicepresidente electo, el almirante Luis Giampietri, lució nervioso.
Al líder aprista, en cambio, se le notó más sereno. Los entusiastas aplausos de los asistentes los respondió con la mano alzada.
En su intervención, García recordó la figura del fundador del Apra, Víctor Raúl Haya de la Torre. Pero también evocó al ex presidente Fernando Belaunde y al ex alcalde de Lima, Alfonso Barrantes Lingán. Las palabras más emocionadas, sin embargo, las reservó para su padre, Carlos García. "Recibo esta credencial en su nombre", afirmó.
Optimismo juvenil
García sostuvo que su mejor carta de presentación será gobernar con orden ("hay que desterrar la violencia callejera y la violencia soterrada de los lobbies financieros") y austeridad ("hay demasiado despilfarro y frivolidad").
Dedicó buena parte de su intervención a hablar sobre su proyecto de convertir al Perú en el primer puerto de Sudamérica. En ese sentido, dijo que ya era hora de que el Perú diera el "gran salto".
"Hay que hacer no solamente uno, sino dos y hasta tres grandes puertos, y todo el que se oponga estará actuando en contra de los intereses del Perú", advirtió.
El presidente electo también planteó el reto de construir un Perú moderno, insertado en el mundo, pero con "justicia social"; con un Estado capaz de garantizar a los ciudadanos más necesitados el acceso al empleo y a servicios básicos como salud y educación.
"Esta es la hora del peruano de carne y hueso. Vamos a librar esta batalla con optimismo juvenil", manifestó en el emotivo discurso que fue transmitido en directo por el canal del Estado.
Con Toledo
La entrega de credenciales culminó al mediodía. De ahí, García se dirigió a su oficina, en San Isidro, y a la 1:20 pm partió a Palacio de Gobierno para reunirse con el presidente Alejandro Toledo.
La cita tuvo lugar en el Salón de Embajadores. Aunque García asistió solo, Toledo, en cambio, estuvo acompañado por el ex presidente del Consejo de Ministros, Carlos Ferrero, y por los ex ministros Javier Reátegui y Juan Sheput.
El encuentro duró poco más de una hora. García, con un semblante serio, fue despedido en las escaleras de Palacio por un sonriente Toledo. El líder aprista abordó su camioneta negra de lunas polarizadas y partió raudo.
Almuerzo en la esquina
Cuando los periodistas pensaban que García se iría a su casa, les sorprendió apreciar que este se detuvo en el Bar Cordano (al costado de la sede del Ejecutivo) para almorzar junto a los principales dirigentes de su partido, tal vez para dar cuenta de la conversación.
En realidad, ni apristas ni voceros del gobierno soltaron mayor prenda sobre los temas que se trataron. Mulder comentó apenas que se trató de un encuentro "amigable, de entendimiento".
Por la tarde, el presidente reelecto recibió en su oficina a una delegación de 15 embajadores de la Unión Europea, con quienes se reunió durante dos horas. Fue la última actividad de un día clave.
Si vas para Chile
A las 7 am de hoy partirá hacia Chile el avión que lleva a Alan García a su reunión con la presidenta Michelle Bachelet. Esta será al mediodía en el Palacio de la Moneda.
Una hora después, ofrecerá una conferencia de prensa. Luego, asistirá a un almuerzo en su honor y, más tarde, dialogará con dirigentes de la Concertación y de la Alianza Por Chile.
García estará acompañado por Lusi Gonzales Posada y el embajador José García Belaunde, cuya presencia como virtual canciller resultará clave dada la expectativa generada por este en Santiago .
Es cierto que ambos presidentes hablarán de todo (con excepción de los 'puntos de roce', como los problemas limítrofes), pero las declaraciones del canciller chileno Alejandro Foxley sobre la posible sociedad comercial entre ambos países para afrontar 'el desafío de Asia' dan a la agenda del encuentro un perfil más económico.
Pero es otra la preocupación de la opinión pública: si la visita de García afectará el eventual apoyo del gobierno chileno a la postulación de Venezuela al Consejo de Seguridad de la ONU.
Por lo pronto, y aunque todavía falten cuatro meses para que Michelle Bachelet tome una decisión definitiva, el tema ha provocado una disputa en la Coalición.
Mientras en la Democracia Cristiana han expresado sus reservas ante "un país que critica públicamente a un presidente electo", en alusión a los dardos de Chávez contra García; en el Partido Socialista argumentan que negar el voto a Venezuela sería desleal –ese país apoyó la designación de José M. Insulza en la secretaría general de la OEA–, y también una concesión de Chile hacia EEUU.
Un debate caliente en el que, sin querer queriendo, la presencia de García termina avivando el fuego.
Toledo: "No dejo ninguna bomba de tiempo"
El presidente Alejandro Toledo calificó de ''muy productiva'' su reunión con el presidente electo Alan García. "Ha sido un encuentro muy amigable. Entre demócratas no es difícil entenderse", dijo. No quiso mencionar los temas abordados, pero sí comentó que acordaron dar inicio al proceso de la transferencia administrativa, el mismo que, según prometió, será transparente.
El mandatario se abstuvo de revelar si hablaron sobre la austeridad en el último tramo de su gobierno o de la exigencia de no abrir nuevas embajadas. Ante la insistencia de la prensa, Toledo no ocultó su enfado. "Yo respeto la opinión del presidente electo. Nuestro gobierno ha sido sumamente austero, y me remito a los datos: el déficit fiscal del Perú es 0.2%, estamos dejando US$15 mil millones de reservas internacionales y cerca de US$ 20 mil millones de ingresos por exportaciones. "Mi gobierno no deja ninguna bomba de tiempo al próximo gobierno, al contrario, estamos dejando la casa llena y en orden".
Expresó sus felicitaciones a Alan García y a sus congresistas por haber hecho explícito su apoyo a la aprobación del TLC con Estados Unidos. "El presidente García entiende bien y ha mostrado con muchísimo pragmatismo la importancia de un tratado con EEUU", precisó.
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