:: ¿Fin de la argolla?
El gobierno entrante realizaría una reestructuración total del Ministerio de Relaciones Exteriores en vista de los manejos poco transparentes observados en ese portafolio en los últimos años y, en especial, de la estructura de poder montada en el sector.
Esta reorganización comprendería la remoción de funcionarios de confianza y el retiro de embajadores colocados por amiguismo.
Asimismo, se identificaría responsabilidades en los casos en que haya existido mal manejo de los recursos del Estado.
Incluso, según confesó Jorge del Castillo, se podría aplicar la figura del peculado de uso en el caso del alquiler de una costosa casa en Ginebra (Suiza) por parte del ex canciller Manuel Rodríguez Cuadros.
De igual modo, aunque José Antonio García Belaunde sigue teniendo la primera opción para dirigir la cartera, algunas fuentes han señalado que José Luis Pérez Sánchez Cerro, embajador del Perú en Colombia, sería otra posibilidad, pues es un antiguo aprista y un hombre muy cercano a Alan García.
Otro de los aspectos determinantes del proceso es la convicción de que quienes actualmente manejan la Cancillería –léase Harold Forsyth y Rodríguez Cuadros– habrían apostado todas sus fichas al triunfo de Ollanta Humala. MAS DATOSMauricio Mulder alertó que en Torre Tagle hay “una pachanga completa”, pues continúan los nombramientos y repartición de embajadas. Por ello, recomendó al presidente del Consejo de Ministros, Pedro Pablo Kuczynski, llamar la atención al canciller Oscar Maúrtua.
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