Villanueva del Campo. Líder histórico del Apra. De 91 años de edad. Entre 1940 y 1960 pasó su vida entre cárceles y deportaciones. Ex secretario general del APRA y jefe del gabinete del primer gobierno aprista, ex presidente del Senado, candidato presidencial en 1980.
Por Inés Flores(*)
–Los apristas conmemoran mañana el 83 aniversario de fundación del APRA continental ocurrida en México. ¿Esa visión continental que tuvo Víctor Raúl Haya de la Torre cobra fuerza hoy con la globalización?
–El 7 de mayo de 1924, en México, Haya de la Torre entregó a estudiantes mexicanos la bandera indoamericana, que fue el símbolo del aprismo. Lo que se hizo en México fue la entrega de este símbolo, por eso nosotros consideramos que el origen y la gestación del APRA es del 7 de mayo de 1924.
–¿Y cuándo se concreta la idea para constituir el Apra como partido?
–La palabra APRA surge un año después, en el transcurso de los debates y conversaciones. El 23 de setiembre de 1924, en una carta dirigida a Luis Heysen desde Londres, Haya de la Torre habla de "nuestra alianza" (lee el párrafo de la misiva.) En mayo de 1925, en otra carta, ya habla del APRA. Días después en otras cartas aparece el nombre del APRA. No podemos hablar de fechas específicas (y lee otros fragmentos de cartas que enviaba el líder aprista desde su exilio en Londres y que piensa publicar en dos meses).
–¿Cuál es el significado para el APRA de ese tránsito del indoamericanismo a la socialdemocracia? ¿Se generó algún cambio sustancial?
–Hay una referencia de tiempo y de lugar. Hoy día las cosas han cambiado. En esa época el movimiento comunista había dominado los procesos revolucionarios. En la segunda internacional socialista Haya de la Torre dice que el APRA va a ser un movimiento internacional latinoamericano sin dependencia de ninguna internacional o extranjera, sea la comunista o la socialdemocracia, porque las dos estaban europeizadas o europeizando al mundo. Y el APRA surge como una reacción nacionalista en el sentido de reivindicar los valores y tradiciones de nuestros pueblos.
EL APRA ES DE IZQUIERDA
–Usted declaró en una entrevista que el día que el APRA deje de ser de izquierda caerá. ¿El Apra sigue siendo un partido de izquierda?
–Hasta hoy el concepto de izquierda se relaciona con la democracia y la justicia social, con la democracia económica, y nosotros mantenemos la línea de la democracia económica y la justicia social. El concepto de derecha se relaciona más bien con el conservadurismo. O sea extremistas al revés. A través de esto se explica por qué seguimos siendo de izquierda y el día que ya no seamos de izquierda pues desaparecemos. Hay que reconocer que esa derecha recalcitrante también ha entrado a un proceso de cambio.
–Pero en este segundo gobierno del APRA pareciera que más hay un matrimonio con los empresarios que con el pueblo.
–No. El último primero de mayo el discurso del presidente de la República era de un presidente de izquierda. El 28 de julio, cuando asumió el mando, Alan García dio un mensaje social. Lo que ocurre es que hay que sujetarse a una realidad.
–¿Cuál?
–Nosotros somos de izquierda porque somos demócratas, creemos en la democracia económica, no somos neoliberales. Pero sucede que el gobierno del presidente García es producto de unas elecciones democráticas y el gobierno debe ser reflejo de esa voluntad popular expresada en las urnas. En la primera vuelta el APRA obtiene 25%, y en la segunda vuelta –sea por temor a Humala o sea porque hay gente que ha reflexionado–, gana Alan García con 53%. Si el Apra tuvo 25% en primera vuelta, el 27% es una votación que no es aprista, pero le dio la victoria al presidente García.
–Y explica el gabinete no aprista.
–Alan dice: Yo tengo que ser consecuente con la votación, por eso mi gobierno debe ser expresión de esa votación. Y eso explica por qué en el gabinete no hay mayoría aprista, porque más son los votos no apristas que apristas.
–Pero hay 47% que votó por Ollanta Humala.
–Yo fui amigo de Humala; desde mi primer pronunciamiento lo respaldé. Pero él ha equivocado su rumbo, y al final nuestra amistad se rompió. Se ha equivocado respecto al APRA y fomenta conflictos entre Chile y Perú que son la negación histórica. Ese 47% tiene que ser captado por el aprista porque es el voto de protesta y la reforma del Estado al final va a reflejarse en la justicia social para ese sector.
–En las recientes protestas regionales se ha visto una desconexión del APRA con el interior del país.
–Yo diría que más bien ha habido una conexión de los sectores opuestos al gobierno del APRA que instigados económicamente un poco por Hugo Chávez (presidente de Venezuela) creen posible liderar un cambio revolucionario brusco cuando el proceso histórico le marca un paso a la revolución distinto.
–¿Entonces también cree que hubo un complot?
–Yo creo que Javier Bedoya de Vivanco tiene razón. (Bedoya dijo que las protestas responden a una manipulación de fuerzas políticas que están en contra del gobierno y quieren crear una situación de permanente zozobra).
–¿Se refiere a Ollanta y a su agrupación?
–Entre ellos no hay unidad. Le debo advertir que cuando se le hizo guerra sucia a Ollanta Humala, a pesar de haber roto con él, yo dije que no soy partidario de una guerra sucia. Evidentemente, Humala es hombre desorientado y deslumbrado. Y Hugo Chávez cree que con petrodólares se hace revolución.
–Si hubiese sido presidente del Consejo de Ministros, ¿cómo hubiese actuado para enfrentar las últimas jornadas de protestas que se vivieron en el interior del país?
–Yo no tengo responsabilidad política actual. Cuando se está en el gobierno, además de la armonía tenemos que buscar la mejor relación con los pueblos de América Latina. Ahora no le tengo que dar cuenta de mis actos a nadie, ni a Dios porque soy ateo.
NO ES GOBIERNO APRISTA
–¿Cómo ve este segundo gobierno de Alan García. ¿La oposición le va a generar muchos problemas?
–No quiero lastimar a mis compañeros, yo creo que la oposición está recibiendo mayores beneficios que el Partido Aprista. En una relación de 1,400 puestos de confianza solo hay 28 apristas. La mayor parte no son apristas. En consecuencia el gobierno de Alan García, apoyado por el Partido Aprista, respeta a la oposición en igualdad de condiciones y capacidad.
–¿Por qué pone énfasis en que el gobierno es de Alan García?
–Este no es el gobierno del APRA. Y el APRA tiene que respetar la opinión de quienes han apoyado la elección de Alan García en la segunda vuelta. Y, en segundo lugar, si somos demócratas debemos tratar de igual a igual a todos los peruanos.
Fuente: Diario LA REPUBLICA(www.larepublica.com.pe)
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