domingo, enero 13, 2008

EL CHANTAJE CHAVISTA

Del insulto a la amenaza

Escribe Salud Hernández-Mora.
Columnista de EL TIEMPO.

Además de un insulto a la democracia y a Colombia, el discurso de Chávez es una amenaza.

Qué habilidad para echar gasolina al fuego. Y que capacidad para engañar. Quien creía que su gestión era humanitaria ya tiene una idea de lo que buscaba: no solo darles un balón de oxígeno a las guerrillas, sino utilizarlas como un arma más de presión contra Colombia para su lunático proyecto bolivariano, que admite la combinación de todas las formas de lucha. Ahora doy total crédito a la noticia de que Caracas abrirá embajada de las Farc y en naciones amigas como Bolivia y Nicaragua.

Primero Chávez nos lanzó a su cortesano, el siniestro Rodríguez Chacín, de telonero. "Estamos muy pendientes de su lucha... Mantengan ese esfuerzo y cuenten con nosotros", dijo el ministro del Interior al despedirse del comandante guerrillero que entregó a Clara y a Consuelo. La inmensa alegría y emoción que sentimos todos por las liberaciones dejó la frase en un segundo plano, incluso uno piensa que escuchó mal, que el rechazo que le provoca esas ridículas vestimentas rojas que exhiben los chavistas cuando quieren apoderarse de algún acto, le nubla la mente. Pero la entendimos con nitidez después en los noticieros y, por si había alguna duda, el jefe supremo superó con creces al alumno. "Son fuerzas insurgentes que tienen un proyecto político bolivariano que aquí es respetado", afirmó Chávez, disfrazado de caudillo novelero. Y su plebe aplaudió parada con el fervor que exige el patrón.

Ya no son insultos a Uribe ni salidas de tono de un patán, sino la definición de una política de Estado. Ya tenemos claro que el país hermano apoya sin paliativos la actividad criminal de una banda terrorista que acaba de soltar a dos mujeres valientes y admirables, sometidas a torturas durante seis años. Significa que el ex golpista justifica los delitos atroces de las Farc y que sus súbditos pueden darles cobijo, prestarles colaboración, ayudarles en su accionar. Si declara con solemnidad que son respetados y su esbirro les indica en tono amistoso que pueden contar con ellos, ¿qué otra cosa se entiende sino eso?

Además de un insulto a la democracia y a Colombia, el discurso de Chávez es una amenaza, un chantaje en toda regla. Se ve que aprende pronto de los métodos subversivos. Si no les borramos el marchamo de terroristas ni les aceptamos su carácter beligerante a las Farc y el Eln, él nos quitará sus petrodólares y también dejará de traernos rehenes de regreso a casa. Nos pone en una encrucijada. Por un lado, ya probamos su castigo de cerrarnos las fronteras a nuestros productos y entonces golpeó la economía. Y sabemos que sin él los cautivos no regresan y desgraciadamente el acuerdo humanitario se aleja.

Pero, por otro, está la seguridad de Colombia a largo plazo y la convicción de que hay principios fundamentales que no se pueden ceder. Es la cuadratura del círculo. No hay salida fácil.

Lo único positivo es que la comunidad internacional, que ya conoció la verdadera dimensión de Chávez en el fiasco de Emmanuel, ahora tendrá la certeza de su ligazón con las organizaciones al margen de la ley. Una suerte de Ghadafi del siglo XXI, amigo de delincuentes y gobernantes parias.

Un peligro para Colombia pero, sobre todo, para los hermanos venezolanos. Ya convirtió su país en el corredor preferido de los mafiosos para enviar coca a Europa. Ya sus departamentos fronterizos son el paraíso para las bandas terroristas colombianas que secuestran y extorsionan en unos índices alarmantes. Sólo le falta aceptar de forma oficial que su suelo sea refugio de guerrilleros y la sede del secretariado, que, ante la imposibilidad de comunicarse con regularidad y de moverse a sus anchas por la presión militar en Colombia, encuentren en Venezuela su nuevo centro de operaciones.

Cada vez que uno analiza el calado de lo dicho por el bolivariano, se da cuenta de que se trazó una línea y la está recorriendo. Que nadie alegue luego desconocimiento.


Salud Hernández-Mora. Columnista de EL TIEMPO.
Share on :

0 comentarios:

 
© Copyright A.P.R.A. | 1924 - 2022 | APRA - Some rights reserved | Powered by Blogger.com.
Developed by ORREGO-wmb | Published by Borneo Templates and Theme4all