Congresista
Secretario General del P.A.P.
"No olvidemos que durante varios años, los principales líderes del terrorismo, eran sistemáticamente absueltos por el Poder Judicial "
Han tenido que asesinarse entre ellos para que los peruanos sepamos que esas hienas salvajes que secuestraron al joven Casalino y lo hundieron en un horno de panadería por varias semanas ¡estaban libres! Sabemos que la Ocma investiga a los jueces que ordenaron semejante legicidio prevaricador, pero no cabe duda de que por más recursos que se le asigne al Poder Judicial, e investigaciones que se hagan, nada podrá contra las dos poderosísimas armas corruptoras de la función judicial: la coima y el miedo.
También hemos tomado conocimiento que los 150 detenidos por los actos de elevada violencia de los últimos meses, entre homicidios en linchamiento o por omisión, destrucción por incendio de diversos bienes públicos y privados, tomas de carretera, etc., están TODOS igualmente libres.
En ambos casos, en el de los secuestros y los delitos violentos en asonada callejera, los delitos fueron agravados por sendas leyes del Parlamento, permitiéndose incluso el enjuiciamiento con detención hasta por penas de sólo un año de prisión. Pero eso, en el Perú, donde las leyes sobran, no tiene importancia.
No olvidemos que durante varios años, los principales líderes del terrorismo, eran sistemáticamente absueltos por el Poder Judicial, incluido el propio Abimael Guzmán. Tamaño despropósito judicial, motivado por las amenazas que recibían los jueces, llevó por ejemplo a algunos despistados de la CVR a considerar inocentes a los senderistas muertos en sus luminosas trincheras de combate. Ingenuidad o mala intención que tarde o temprano pagaremos todos los peruanos
Hoy que se cumplen ocho años del primer vladivideo, sorprendiendo a empresarios, políticos, periodistas, jueces, militares y muchos otros, dejándose comprar en forma abyecta y denigrante, algunos ya están pasando piola, pero sólo Dios sabe cuántos hay todavía con sudores nocturnos cada vez que se acuerdan de las veces que estuvieron en el SIN.
Esos son los peores. Porque para alejar cualquier sospecha, hoy son los más alharaquientos. Acusan hoy al APRA, que ni un solo minuto se entendió con la dictadura, de alianza con el fujimorismo, cuando esos, hoy conocidos periodistas, abogados perseguidores, tránsfugas (subidos al carro del humalismo y algunos, hay que reconocerlo, también en el propio gobierno) nunca han rendido cuenta de sus reuniones con Montesinos ni de la plata que recibieron de la dictadura, aunque ésta fuera disfrazada de consultoría.
Como antaño, hoy siguen teniendo poder. Y como los secuestradores y violentistas que andan libres, gozan también de la más amplia impunidad.
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