Por el c. Mauricio Mulder
Congresista
Secretario General del P.A.P.
Hace tres semanas, la encuestadora Apoyo refirió que el presidente Alan García había caído a 20% de aceptación. Todo el mundo se aprovechó para lanzar toda clase de calificativos y adjetivos, dando lecciones de lo que el gobierno debía o no hacer, demostrando que es fácil pregonar desde la tribuna cuando se carece de responsabilidad electoral.
Pero fue y sigue siendo la comidilla de la tupé de analistas que todo lo saben.
Pero la semana pasada aparece otra de la U. Católica y dice que el Presidente está en 24%. Nadie en toda la prensa nacional dice que AGP ha subido 4 puntos, que es lo lógico. No. Por arte de magia, la encuesta de Apoyo desaparece y queda como referencia la que anteriormente había tomado la UC, una que después del mensaje de 28 de julio ubicaba a AGP en ¡39 puntos! El titular seguía siendo el mismo: Caída libre, etc.
La pregunta es: ¿cada encuestadora hace su trabajo en un país distinto? ¿Por qué los analistas no refieren el resultado de una encuestadora en comparación con otra? Muy sencillo.
Se trata del palo encebado.
El Perú se rige por la ley del palo encebado. Todos piensan que mientras peor le vaya al rival, mejor es para ellos. Y la gran prensa cree que mientras más mal le vaya al gobierno, mejor es para sus ventas y para su hambre cotidiana de noticias.
Y a eso viene la reciente payasada del señor Alejandro Toledo, que incluso para ello llega tarde, porque en materia de pretensión circense ya le ganó la mano Lourdes Flores.
Ambos han decidido correrse al centro, pretendiendo imitar lo que consideran fue lo que le dio el triunfo al aprismo en el 2006.
Miopes y torpes, no saben que la ubicación política no depende de cuán alto levantes los decibeles de tus peroratas, sino de cuánto te identificas históricamente con los que ahora dices defender.
Por eso es que el señor Evo Morales asume la desfachatez de inmiscuirse en el Perú y alienta el paro de la CGTP. Se atreve semejante impresentable a opinar sobre nuestra política interna porque sus quintacolumnistas de la CGTP que juegan al servilismo de presidentes extranjeros están ejecutando puntualmente el plan de desestabilizar al Perú para servir a los intereses de Bolivia y a la larga de Chile, con quien Bolivia ha hecho migas.
Porque un país en crecimiento y con cifras sociales en avance no le conviene para nada a una Bolivia que no sólo se hunde cada vez más en la pobreza y el atraso, sino que está a punto de desintegrarse como país por la incapacidad de su propio presidente. Ni tampoco a un Chile estancado y a punto de arreglar con Bolivia su salida al mar a costa de confrontarlo con el Perú.
Ese es el triste papel de los quintacolumnistas que quieren un “paro”.
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