PENSIONISTAS

Por c. ALAN GARCIA

Presidente Constitucional del Peru

La justicia social consiste esencialmente en recordar e incluir en los beneficios progresivos del crecimiento, a los sectores más olvidados, a los sectores que tienen menor capacidad de defensa y nosotros hemos querido que uno de ellos, el de nuestros viejos, nuestros viejitos, sea beneficiado de alguna manera con algunos logros del crecimiento económico. 

Paso a paso podremos ir mejorando la condición de nuestros jubilados, porque es parte de la justicia social en la que nosotros creemos. Mis padres, ambos, son jubilados; el uno ya no, pero después de muchos años de trabajo tenía el equivalente de 240 soles de jubilación. Por eso, como todos los peruanos que tenemos padres jubilados, nuestra preocupación es por nuestros viejos que tienen derecho, en la parte final de la vida a la que todos llegaremos, a verse beneficiados, reconocidos por la sociedad. Y en la ONP tenemos el propósito de trabajar de acuerdo a la caja fiscal mejorías, reajustes que vayan aumentando y consolidando el ingreso mensual de los jubilados.

Pero teníamos un caso patético, el de los devengados, la deuda que se tiene a 48 mil -casi 50 mil- jubilados a los que el Estado a través de la ONP debía una gran cantidad de dinero para lo que hace falta una buena economía orientada hacia los sectores más pobres.

En años anteriores hemos asignado 319 millones de soles adicionales para pagar parte de la deuda que el Estado tenía por devengados con los pensionistas. 

Este es un derecho fundamental de personas de más de 70 años y algunas con más de 80, a las que el sistema de pensiones les debe por esos devengados.

Es inmoral que se juegue contra la vida de esas personas, alargando y alargando el plazo, o retardando el pago, como si se tratara de un juego macabro; esto es inmoral, es antisocial, está contra todo sentido de justicia.