lunes, julio 03, 2006

La verdad del Aprismo III (*)

El Aprismo en su espacio y en su tiempo

El Aprismo surge y actúa en su Espacio (medio geográfico, étnico, psicológico), y en su Tiempo (época, grado de evolución económica, momento de su desarrollo cultural y politico).

De su Espacio tiene en cuenta que aparece en eI Continente Indoamericano, en un país como el Perú cuyos problemas raciales, económicos, educacionales, de producción y de comunicación están por resolver en gran parte. Tiene en cuenta además —para lo que se refiere a su política internacional— que el Perú, como parte de Indoamérica, está ubicado geográficamente formando parte del Nuevo Mundo que se divide en dos sectores desde eI punto de vista político: los 48 Estados Unidos del Norte y los 20 Estados Desunidos del Sur.

Esta proximidad a la gran nación norteamericana, poderosa, super-industrializada y, por ende, colosalmente rica, determina a los paises como el nuestro una actitud política internacional que es necesario esclarecer.

De su Tiempo, el Aprismo tiene en cuenta que el ((tiempo histórico)) es también relativo. No es el Tiempo cronológico ni eI Tiempo biológico. Es un tiempo cuyos lapsos van marcando las etapas de la evolución, el grado de desarrello y de cultura. Así, el ((Tiempo histórico)) de los Estados Unidos no es nuestro tiempo en el Perú aunque ambos vivamos cronológicamente en 1940. Los Estados Unidos, como los paises europeos han avanzado en grado de civilización y de cultura hasta alcanzar un plano de desarrollo extraordinario que está lejos del nuestro. Esa lejanía o distancia en la cultura y desarrollo entre un pueblo y otro es ((Tiempo histórico)), que es relativo pero que es necesario tener en cuenta al estudiar la evolución de cada pueblo o cada grupo de pueblos. Por ejemplo: los paises de lndoamérca viven todos en un mismo ((Tiempo histórico)), en un grado análogo de cultura, de evolución, de avance civilizador. Pero ese ((Tiempe histórico)) de los pueblos indoamericanos es diferente del avanzado de los Estados Unidos o Europa. Claro está que ese ((tiempe histórico)) puede ser semejante al de otros pueblos del mundo y aún al de algunos pueblos menos avanzados de Europa, —como Nueva Zelandia en Oceanía, Egipto en Africa y algún país balcánico en Europa—. Pero esa semejanza de ((tiempo histórico)) está modificada por la desemejanza de ((Espacio)). a que nos hemos referido más arriba (ubicación geográfica, raza, psicología, etc.) y por eso que al considerar diferencias de ((Tiempo)) hay que considerar también, como inseparables las diferencias de ((Espacio)) en un concepto único y nuevo, relativista y fundamental para la filosofía del Aprismo, que Haya de la Torre llamó ((Espacio-Tiempo-histórico)).

Ahora bién, el Perú, como parte de un Continente formado por veinte pueblos que completan el ((Espacio-Tiempo histórico de Indoamérica)), tiene en el Aprismo la genuina interpretación política propia, sin trasplantes europeos, sin importaciones doctrinarias extranjeras, sin calcos ni remedos.

Y afrontando su verdadera realidad, el Aprismo plantea estos conceptos esenciales:

En el orden Internacional: el Aprismo considera que el Perú, como todos los demás pueblos de lndoamérica en su calidad de vecinos geográficos de la poderosa nación norteamericana, debe sistematizar sus relaciones con ella, oponiéndose a todo imperialismo que rompa el equilibrio y la convivencia que debe existir entre los EE.UU. y los paises indoamericanos y asegurando la soberania y progreso de éstos por su unión; tal como Bolívar lo enunció y como fue también ideal de todos los demás libertadores de nuestro Continente.

Esta actitud antiimperialista del Aprismo no es —como algunas mentes vasallas parecen entenderlo—, ni una actitud hostil contra el pueblo norteamericano ni un propósito de intolerante rechazo a una convivencia internacional con él. El antiimperialismo es la forma más constructiva del nacionalismo de los pueblos de economía incipiente; es la actitud nacional que salvaguarda la soberanía e independencia de los pueblos débiles y que procura encontrar nuevas formas de convivencia y equilibrio con los pueblos más fuertes de los cuales requieren técnica, capitales, cultura y experincia, pero no yugo. La actitud del Aprismo es antiimperialista, contra cualquier imperialismo, americano, europeo o asiático, pero no es xenófobo, ni jingoísta, ni adverso a la formación de un vigoroso y bien equilibrado sistema de relaciones económicas y culturales entre el Perú, los paises de Indoamérica y los Estados Unidos u otras naciones poderosas del orbe.

Y como el Aprismo descubre e interpreta nuestra realidad histórica, sabe que nuestros veinte paises indoamericanos aislados y divididos sólo subsisten porque los Estados Unidos garantizan su existencia y soberanía. Pero esta situación semicolonial y subalterna no puede prolongarse indefinidamente porque si los EE.UU. perdieran su poder o cambiaran su política democrática de ((buenos vecinos)) por otra fascista y conquistadora, ¿qué seria de nosotros?. Basta pensar en que ninguno de nuestros países aislados podrá convertirse súbitamente en una gran potencia capaz de enfrentarse con ventaja a los imperialismos del mundo. Y basta pensar, una y dos veces, que nuestra independencia está condicionada, cada día más, por la tutela norteamericana, para comprender con cuanta visión propugna el Aprismo la unión de los pueblos de lndoamérica. Esta Unión anfictiónica o federal, no sacrifica la fisonomía nacional de cada país, ni sus intereses, ni su libertad, ni su sentido de patria. Es corno una alianza defensiva permanente, política, económica y militar para hacer fuertes, por la coordinación intercontinental, a cada uno de nuestros Estados que, separadamente, son indefensos o tienen que vivir sujetos a la proteccion de los Estados Unidos del Norte.

En el orden nacional: El Aprismo, como hemos de ampliarlo más adelante, preconiza el nacionalismo económico, la sistematización y control de la economía extranjera en nuestros países, el bienestar material y espiritual de los trabajadores, el cooperativismo, la educación, la elevación de la productividad del país, la libertad religiosa y política, la organización del Estado sobre la base de la democracia funcional y la elevación del espíritu nacional.

Ediciones de Cultura Hispánica Madrid, 1988
(*) Fragmentos del folleto que, con ese título, fue publicado por el ( Buró de Redactores de Cuadernos Apristas). El autor fue Haya de la Torre. junio de 1940. Reproducido de Qbras Completas, t. I, pp. 274-290.

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