Por Jorge Ramos - Estados Unidos
Hugo Chávez, el presidente de Venezuela, nunca va a entregar el poder por las buenas. Chávez busca eternizarse en el poder.
Cuando un grupo de corresponsales extranjeros lo obligó a contestar si él entregaría el poder en caso de perder las elecciones presidenciales de este domingo 3 de diciembre, Chávez dijo que lo haría. Pero no se le puede creer.
Si Chávez perdiera las votaciones, puede utilizar todos los recursos del gobierno para inventarse un fraude o un supuesto golpe de Estado y quedarse donde está. Es fácil para él.
Chávez controla casi todo en Venezuela: Los principales comandantes del ejército son leales a él; entra en cadena de radio y televisión cada vez que se le da la gana; el 100 por ciento de los miembros de la Asamblea Nacional son partidarios de Chávez; la mayoría de los jueces de la Corte Suprema son Chavistas; la Constitución fue escrita por sus principales colaboradores; y como si esto fuera poco, el Consejo Nacional Electoral, encargado de supervisar las elecciones, tiene una clarísima tendencia a favor de Chávez.
Esto es importante. Y peligroso. El Consejo Nacional Electoral no es un organismo independiente ni autónomo, aunque pretenda parecerlo. Sus cinco miembros fueron elegidos por una mayoría de votos de la Asamblea Nacional. Y, como ya vimos, todos los 167 miembros de la Asamblea Nacional de Venezuela son del partido de Chávez.
Así es casi imposible ganarle a Chávez por las buenas.
No creo en las encuestas en Venezuela. Al igual que ocurrió en Nicaragua en 1990, en Venezuela hay demasiadas amenazas y presiones como para que los electores potenciales se confiesen ante los encuestadores y les digan, realmente, por quién piensan votar.
Hace casi un mes el presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, dijo a los principales ejecutivos de esta empresa estatal de petróleos que “vamos a hacer todo lo que tengamos que hacer para apoyar a nuestro presidente (Chávez) y el que no se sienta cómodo con esa orientación, es necesario que le ceda su puesto a un bolivariano”.
El discurso con la amenaza de Ramírez fue grabado clandestinamente y aparece en la Internet. (Ver www.youtube.com) No hay duda que todos los recursos del Estado se han usado para la reelección de Chávez.
Chávez me ha mentido dos veces.
El 5 de diciembre de 1998 pregunté a Chávez si estaría “dispuesto a entregar el poder después de cinco años”.
“Claro que estoy dispuesto a entregarlo”, me dijo, enfático.
Mintió. No estuvo dispuesto a entregarlo, cambió la Constitución para reelegirse y ahora planea quedarse 15 años más en la presidencia.
Segunda mentira. En esa misma entrevista pregunté a Chávez sobre el gobierno de Cuba y me dijo que “sí es una dictadura”.
En una entrevista posterior, cuando le recordé a Chávez su comentario sobre la ‘dictadura’ de Cuba, se negó a reconocerlo y dijo: “Yo no soy quién para condenar al régimen cubano”.
Es cierto que Chávez ha ganado varias votaciones y que cuenta con el apoyo de millones de venezolanos pobres. Eso nadie se lo puede negar. Tampoco se puede negar que ha utilizado los multimillonarios recursos del petróleo para impulsar su imagen de líder a nivel mundial.
Pero hoy muchos venezolanos son tan pobres o más que cuando Chávez llegó a la presidencia, la inflación es la más alta del continente (16 por ciento) y el gobierno del país ha restringido tantas libertades que fácilmente puede definirse como un régimen autoritario y militarista.
Quizás la mayoría de los venezolanos quieren un cambio y lo muestren en las urnas votando por el opositor Manuel Rosales. El temor, el verdadero temor, es que tal vez nunca lo sepamos. ¿Por qué? Porque todo en Venezuela es Hugo Chávez, por las buenas o por las malas.
c.2006 Jorge Ramos
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1 comentarios:
Jorge Ramos exagera y tergiversa la verdad, y no soy un admirador de Chavez por si acaso. Pero no explica a los lectores que si Chavez controla Venezuela es porque la mayoria de venezolanos asi lo ha permitido.
Jorge Ramos es un periodista parcializado, sus opiniones estan generalmente motivadas por los que lo auspician: un sector conservador de la comunidad de inmigrantes Latinos en los EEUU, sobretodo los derechistas cubano-americanos. Es importante conocer eso, cuando uno lee articulos como este, en el que las exageraciones son obvias.
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