sábado, abril 12, 2008

¿CÓMO GOBERNAR ENTRE TODOS EL PAÍS?

Por: Alan García Perez
Presidente del PERU

Hay millones de peruanos que no son miembros del Poder Ejecutivo ni de los gobiernos regionales o municipios y que piden mejorar el país, pero deben saber que el avance del Perú es también la acumulación de las acciones que cada peruano y cada hogar pueden cumplir. Ese es el poder generalizado y extenso que está en todos los rincones del país y cada uno tiene algo de ese poder para ayudar al Perú. ¿Cómo hacerlo?

1. Los padres tienen la obligación de seguir cada día la educación de sus hijos y comprobar semestralmente si han alcanzado el aprendizaje mínimo. Para eso, el gobierno entregará manuales de capacitación a cada padre de acuerdo al grado que estudian sus hijos. Ese trabajo, en cinco millones de hogares, será un enorme impulso a la calidad de la educación y a la cultura del país. Pero además los padres deben actuar con severa responsabilidad para que sus hijos no sean capturados por las pandillas o barras. Lavarse las manos ante ese deber es condenarlos al fracaso.

2. Cumplir y hacer cumplir las normas de tránsito. Por ganar un pasajero y por ahorrar un minuto de tiempo, se producen caos y accidentes. Y ese no es un problema legal sino de la conducta de millones de choferes y pasajeros. Unos violan las normas y otros dejan hacer en silencio. Con un pequeño esfuerzo ahorrarían mucho combustible y gastos inmensos de hospitalización que al final pagamos todos los peruanos.

3. Todas las autoridades deben comprender que gobernar no sólo es gastar sino también recaudar ingresos y además generar la inversión con la que puede crearse más infraestructura y empleo. Un alcalde distrital puede ayudar a cobrar los micro impuestos y tendrá más recursos, puede además impulsar miles de pequeñas inversiones, acelerar sus trámites y ofrecer para ello espacios físicos en venta o alquiler. Si eso se multiplica por 1,900 alcaldías distritales y provinciales, se logrará un inmenso avance en todo el país y así quedaría atrás la actitud de la autoridad que extiende la mano para pedir más recursos en vez de esforzarse en crearlos.

4. Ampliar los horarios de atención y venta. Los que trabajan 8 o 10 horas no pueden cumplir sus trámites, tener atenciones médicas o comprar sus vestimentas y objetos, porque la administración y las tiendas cierran a la misma hora que las fábricas y oficinas. Si habilitamos en las tiendas, en los ministerios y los municipios nuevos horarios, por ejemplo, un turno de 7 a 12 p.m., multiplicaría la producción, pero además el uso de los instrumentos quirúrgicos, la venta de las tiendas, etc.

5. Exigir que todo el que brinda servicios administrativos o de atención privada sea permanentemente capacitado y examinado porque eso aumenta su voluntad de trabajo y su respeto a quien atiende. 6. Desterrar el fatalismo trágico de nuestra visión del futuro. Al primer obstáculo pensamos que ya todo está condenado al fracaso y dejamos de ver lo positivo y favorable. Y que cada uno, en cada ocasión en la que quiera quejarse ante otros o ante si mismo, piense en lo que, pese a todo, tiene a favor y no caerá en el derrotismo.

Pero además muchas veces exigimos a la sociedad más que lo que aportamos a ella. Un ejemplo: civiles y militares contribuimos con poco para nuestras pensiones, pero exigimos que el Estado nos pague 10 veces más que aquello que cotizamos en nuestro servicio y así hipotecamos el destino de nuestros hijos. Es bueno hacer un justo cálculo de cuánto hemos aportado para saber cuánto es lo justo que podríamos recibir en los largos años de la jubilación y medir cuánto aporta nuestro trabajo directo a la suma productiva del país.

Haciendo ese cálculo honesto y personal, comprenderemos que la sociedad nos da, en muchos casos, más que lo que hemos aportado y al comprobarlo, nos decidiremos a trabajar por la educación de nuestros hijos en el hogar, a respetar y hacer respetar las normas de tránsito, a dividir nuestros horarios de atención y venta, a crear más recursos. Así desterraremos la perspectiva quejosa y derrotista que se entusiasma en el primer gol del equipo nacional, pero que lo silba y se desmoraliza de inmediato cuando el equipo contrario avanza.
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1 comentarios:

Hno. Fernando dijo...

El Pais, se gobierna en base de una nacion. con sus valores, fortalezas de desarrollo economico y social. esta bien comenzando por las familias. en donde se inculca valores humanos. en una familia donde tienen en claro la vision de una Nacion. el pueblo necesita ayuda moral, psicologica, humana, en donde se reconozca, su identidad frente a la sociedad. y al sistema. unamos esfuerzos a traves del servicio social. donde seguiremos luchando contra la pobreza.

 
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