domingo, agosto 24, 2008

“Ser como él: Haya de la Torre, precursor y visionario”

Por Eudoro Terrones

Se encuentra en circulación la reciente publicación “Ser como él. Haya de la Torre, precursor y visionario”, escrito por Germán Luna Segura, distinguido dirigente del Partido Aprista Peruano y actual director del periódico “La Tribuna”

A pocas horas de su edición esta obra se difundió entre los miles de amigos, simpatizantes y militantes del aprismo que asistieron a la Avenida de los Pañuelos Blancos, este 22 de febrero, con motivo del Día de la Fraternidad” y la conmemoración de los 113 años del fallecimiento del más ilustre ciudadano y político de Perú y América Latina del siglo XX, Víctor Raúl Haya de la Torre.

El título encierra toda una convocatoria fraternal a los amigos y militantes de este partido para seguir a pie firme la filosofía de la vida de Haya de la Torre, su ejemplo y calidad humana, los principios y lineamientos ideológicos y doctrinarios del aprismo concebidos por él y tratar de imitar toda una vida sin tregua, con coraje, pasión, lealtad, disciplina, fe y tenacidad en procura de una patria indoamericana unida, justa, libre y grande, sin explotadores en su cúspide ni explotados en su base social.

Victor Raúl Haya de la Torre“Ser como él. Haya de la Torre, precursor y visionario”, lleva el prólogo del secretario general del PAP, Mauricio Mulder Bedoya, quien califica el título del trabajo no sólo como un deseo sino que “es en realidad un mandato para que el aprismo que recibimos pueda ser heredado por nuestros hijos como una obra de amor por el Perú”.

En sus páginas el lector podrá informarse sobre los primeros tiempos y la formación de Víctor Raúl, su liderazgo y vocación, la claridad de sus ideas y la firmeza en la lucha, los años de la barbarie y la cruel persecución, el veto y la dignidad del hombre, la Asamblea Constituyente, la reivindicación y el adiós.

A Germán Luna Segura, felicitamos el esfuerzo intelectual y editorial realizado y estamos seguros que ya alcanzó los objetivos de llegar “a los cientos de miles de jóvenes que no tuvieron la suerte de mi generación de conocer a Haya de la Torre, ni de escuchar de él todas sus enseñanzas y consejos”, pero también difundir el pensamiento vivo de Víctor Raùl, jefe y fundador del partido político más grande, mejor organizado y disciplinado del Perú.

Agradezco a Santos Ramos, asistente de edición de “La Tribuna”, por el envío de un ejemplar de la obra a la sección Prisma político de CRÓNICA VIVA/Diario virtual de la Asociación Nacional de Periodistas del Perú.

Victor Raúl Haya de la TorreA continuación transcribimos el texto completo de la publicación en referencia para el mejor análisis y comprensión por los asiduos lectores de Prisma político.

Ha escrito Roy Soto Rivera, que la vida de Haya de la Torre encierra profundas enseñanzas y para quienes llegamos al aprismo cuando aún no despertábamos a los ímpetus de nuestros sueños más juveniles, su presencia no sólo constituye un ejemplo, sino que sigue siendo un reto a seguir.

La obra del aprismo es fundamentalmente una obra de juventud y a ella están dirigidas estas líneas, a los cientos de miles de jóvenes que no tuvieron la suerte de mi generación de conocer a Haya de la Torre, ni de escuchar de él, todas sus enseñanzas y consejos pero que hoy acompañan a Alan García en la enorme tarea de conquistar por fin, la sociedad Aprista de Pan con Libertad.

Esta, es sólo una aproximación a la historia de un hombre, que es la historia de un partido y también la de un pueblo entregados a la causa de la libertad sin limitaciones, ni condicionamientos.

PRIMEROS TIEMPOS Y FORMACIÓN

Hijo de don Raúl Edmundo Haya y de Cárdenas, y Doña Zoila Victoria de la Torre y Urraca de Cárdenas Carrillo, Víctor Raúl Haya de la Torre nació un 22 de febrero del año 1895, en la ciudad de Trujillo, capital la región La Libertad, en el Perú.

Victor Raúl Haya de la Torre.....Sus biógrafos coinciden al presentarlo como un niño inteligente y muy inquieto. Su primer aprendizaje lo realizó en el Seminario de San Carlos y San Marcelo entre los años 1902 y 1907 bajo la égida de sacerdotes franceses Lazaristas que forjaron su liderazgo.

Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Trujillo y se incorporó a la bohemia Trujillana del “Grupo Norte” que dirigió Antenor Orrego para el año 1917 trasladar su matrícula a la Universidad Mayor de San Marcos de Lima con

la finalidad de estudiar Jurisprudencia y Ciencias Políticas, lo que interrumpió ante la invitación del Coronel César Gonzáles, pariente suyo y prefecto de la ciudad del Cuzco, para viajar hacia esas tierras por casi un año para estudiar en la universidad local y vincularse con la realidad indígena y campesina, hecho que lo había marcado hondamente sólo unos años atrás.

LIDERAZGO Y VOCACIÓN

En 1919 fue elegido Presidente de la Federación de Estudiantes del Perú (FEP) e influenciado por la prédica anarcosindicalista que representaba don Manuel Gonzáles Prada, se puso al servicio de la causa del proletariado, sentando las bases de la Alianza Obrero-Estudiantil más importante que registra la historia social y política del siglo XX, instrumento que le arrancó con sus luchas, al gobierno de Augusto B. Leguía, las ocho horas de trabajo.

Impulsó y presidió el año 1920 el Congreso Universitario celebrado en la ciudad del Cuzco que fundó las Universidades Populares, de la que sería su primer rector.

Victor Raúl Haya de la Torre.....En 1922 fue un entusiasta propagandista de la organización de los estudiantes universitarios y de la Federación Obrera Local (FOL). Visitó parte de Latino y Centroamérica, retornando a la patria, el 23 de mayo de 1923 para liderizar la respuesta popular contra la utilización de la religión con fines políticos que pretendía el presidente Augusto B. Leguía.

Ese mismo año es elegido nuevamente como Presidente de la Federación de Estudiantes del Perú y como consecuencia de su activismo militante, fue desterrado el 12 de octubre a bordo del vapor “Negada” que partió rumbo a Panamá.

CLARO DE IDEAS, FIRME EN LA LUCHA

En medio del destierro, de Panamá pasó a Cuba, donde alentó la Universidad Popular “José Martí”, recalando finalmente en México, en donde se vinculó a la intelectualidad integrada ya plenamente al proceso revolucionario y trabajó como secretario del Ministro de Instrucción Pública, el filósofo y escritor José Vasconcelos.

Fundó el 7 de Mayo de 1924, la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) como la organización política de la lucha antimperialista en la América Latina.

Visitó Rusia en el mes de septiembre del mismo año en su condición de delegado de la Federación Obrera Local (Lima) y luego viajó por toda Europa en su calidad de líder universitario y observador.

En 1927, en su calidad de representante estudiantil de Oxford, asiste como representante a un debate sobre la doctrina Monrroe. Allí perfila las bases de su proyecto de integración continental como respuesta soberana y común de los pueblos de esta parte del continente al fenómeno de la penetración imperialista. Esta tesis constituiría el sustento principal de la teoría política del aprismo y es hoy, lugar común de la diplomacia de los países sub desarrollados.

Ese mismo año, al realizarse el Congreso Mundial Antimperialista de Bruselas -evento al que asisten delegados de las más importantes representaciones y colectividades antiimperialistas-, Haya de la Torre sustentó una tesis que marcó una diferencia sustantiva de las propuestas defendidas por el movimiento comunista internacional a propósito de la observación del fenómeno imperialista, sus zonas de influencia y las características de su desarrollo, produciéndose así, el primer y más importante deslinde entre aprismo y comunismo originando una polémica que marcó la historia latinoamericana, por lo menos, durante todo el siglo XX.

Victor Raúl Haya de la TorreEntre 1928 y 1929 se dedica a realizar labores de propaganda y difusión de su pensamiento y la obra de las diversas “células apristas”. Escribe “El Antiimperialismo y el APRA” su obra más importante, y alienta la publicación de diversas revistas y diarios por todo el mundo.

El 25 de agosto de 1930 lo sorprende en Alemania la caída del presidente Leguía y hasta la noche del 20 de septiembre de 1930, después de haber marcado con claridad el sesgo filosófico e ideológico del nuevo movimiento, siguió los incidentes de la organización del Partido Aprista Peruano que fundaron bajo su inspiración y directiva, un grupo de estudiantes, obreros y ciudadanos reunidos en el local de un carpintero ubicado en la calle Belén en el centro de Lima.

Regresó del destierro en 1931 y se integró plenamente a su campaña electoral como candidato a la presidencia, intento frustrado por un fraude impidió que fuera proclamado presidente.

BARBARIE Y CRUEL PERSECUCIÓN

Haya de la Torre fue tomado prisionero el 06 de mayo de 1932 porque el gobierno de Luís M. Sánchez Cerro que lo responsabilizó por la eclosión social y el alzamiento de un importante grupo de la marinería.

La crisis se agudizó y el movimiento popular produjo revueltas populares por toda la nación. El 7 de julio estalló la Revolución de Trujillo que se fue extendiendo hacia Cajamarca y el Callejón de Huaylas.

Como consecuencia de la amenaza de muerte que pendía sobre la vida de Haya de la Torre, una fuerte presión internacional logró que en 1933 Haya de la Torre fuera liberado, sin que por otro lado se pudiera controlar la terrible y cruel persecución contra el aprismo y el movimiento popular.

Doce años después, en 1945 y con el apoyo del APRA, gana la presidencia de la República don José Luís Bustamante y Rivero, una primavera de paz asomaría solo temporalmente, ya que en 1948 el APRA fue declarado fuera de la ley, periodo que culminó abruptamente en 1948 con un golpe de Estado que llevó al gobierno a Manuel Apolinario Odría.

En medio de la clandestinidad se fundó la gloriosa Confederación de Trabajadores del Perú (CTP) y cuando recrudeció la persecución Haya de la Torre tuvo que asilarse el 3 de enero de 1949 en la Embajada de Colombia por cinco años y tres meses.

Al culminar su asilo, viajó por siete años por Europa dictando conferencias, fijó su residencia regular en la ciudad de Roma y desde allí comandó la lucha popular en el Perú.

EL VETO Y LA DIGNIDAD DEL HOMBRE

Entre tanto el aprismo marcó el compás de la resistencia y luchó por devolverle a Haya de la Torre sus derechos. Actuó popular y sindicalmente hasta el proceso eleccionario de 1962 en donde vistos los resultados y el triunfo inobjetable de Haya de la Torre que había recorrido el país con un mensaje integrador un sector de las FFAA, aliadas con fuerzas conservadoras lo vetaron y el proceso fue anulado por un golpe militar que convocó elecciones un año después, en donde por margen muy estrecho, ganó Fernando Belaunde Ferry quien produjo un gobierno lleno de desaciertos y corrupción que produjo una inestabilidad aprovechada por sectores de las fuerzas armadas que en 1968, meses antes de producirse las nuevas elecciones, impidieron nuevamente el acceso al gobierno del aprismo que fue perseguido por una estructura militar que hizo suyo el Estado y desarrolló una política de penetración y copamiento social a través de políticas de clientelaje político auspiciadas por una organización denominada SINAMOS.

El gobierno militar tuvo dos fases. La primera, la más dura, en la que gobernó una casta militarista autoproclamada “socialista” que contó con el respaldo de los sectores marxistas y otra, la segunda fase que, desde el año 1975 en realidad inició el proceso de retorno del poder a la civilidad.

LA ASAMBLEA CONSTITUYENTE, LA REINVINDICACIÓN Y EL ADIÓS

Tras doce años de atropellos, persecuciones, protestas y denuncias que soportó el pueblo frente a un nuevo gobierno militar, en el año 1977, el general Francisco Morales Bermúdez convocó a elecciones generales para elegir una Asamblea Constituyente.

El 18 de junio de 1978, Víctor Raúl Haya de la Torre es elegido Presidente de la Asamblea Constituyente a la que concibió y defendió como el “Primer Poder del Estado” por haber emanado de la voluntad popular.

Su trabajo en las sesiones fue sorprendente. Pese a su edad, recibió a trabajadores, universitarios, campesinos, amas de casa y hasta escolares. Monitoreó personalmente los trabajos dándole una visión futurista al proyecto constitucional. Miró de cerca la elaboración del capítulo de la Seguridad Social y reclamó sensibilidad para la defensa constitucional del hombre y en especial, para los derechos humanos.

Firmó la Constitución el 12 de julio del año 1979 y murió en la noche del 02 de agosto como vivió, pobre, en una humilde y sencilla quinta prestada por un familiar, en el distrito limeño de Vitarte.

Sus pertenencias son un tesoro de peruanidad que se guardan celosamente en su morada que es hoy, un museo dedicado al estudio de su vida, su obra y la peruanidad.

Sus exequias fueron el testimonio más imponente que haya recibido personaje público alguno. En el recorrido para su entierro, por la carretera panamericana rumbo a Trujillo, al norte de la capital del Perú, los pobladores impedían el paso del vehículo que llevaba el cadáver del hijo predilecto de La Libertad, rindiéndole un homenaje justo a su paso y obligando a la caravana funeraria a parar en cada localidad.

Los restos de este grande y visionario constructor de la nación, yacen, de cara al Oriente Eterno, en el cementerio general de Miraflores en Trujillo bajo la égida frase: “Aquí yace la Luz”..
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