García en La Moneda

El futuro de la relación entre Perú y Chile.

Habiendo existido las condiciones propicias para que al inicio de las presidencias de Alejandro Toledo y Ricardo Lagos la relación entre los gobiernos de Perú y Chile se fortaleciera, con los obvios beneficios que ello implicaba tanto para el planteamiento de una relación mutuamente provechosa como para la solución de las diferencias pendientes, esta se enredó de un modo absurdo y cayó al nivel más bajo de las últimas tres décadas.

Así, el lustro pasado constituyó un período perdido en el camino indispensable que se debe recorrer con el fin de que, sin olvidar la historia ni las lecciones que esta deja, se avance en el marco de una relación que debería ser armoniosa y de cooperación, especialmente en el contexto de un orden internacional crecientemente globalizado.

Por el contrario, la relación entre los gobiernos de Toledo y de Lagos se envenenó, y ni en Lima ni en Santiago existió la capacidad para establecer una estrategia que superara la mutua y tradicional desconfianza que se acrecentó durante los últimos cinco años.

Por ello, la visita que hoy realizará el presidente electo Alan García a la presidenta Michelle Bachelet, en Santiago, constituye una magnífica ocasión para sembrar las bases del desafío de crear nuevas ventanas de oportunidad que permitan una relación de cooperación antes que de antagonismo.

Sin duda, el establecimiento de una vinculación cordial entre dos mandatarios constituye un requisito necesario para ello. Sin embargo, más allá de la relación personal de dos presidentes, la asociación entre las naciones se debe construir en función de intereses comunes.

Aunque muchas veces estos saltan a la vista, siempre requieren ser identificados, imaginados y puestos en estrategias específicas que consideren los aspectos que establecen el reto de mirar un futuro común así como aquellos factores que distancian.

Piedras en el camino sin duda va a haber, pero estas deben ser despejadas a través de las instancias diplomáticas, jurídicas y del sentido común, y con la apuesta por la construcción de una relación mutuamente provechosa.

Perú 21.